Capitulo 4: El libro

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Luego del desayuno exquisito, para no perder más tiempo proseguimos con el viaje, al mediodía pudimos ver a algunas personas que pertenecían al Clan del Caballero Amarillo y también se podía ver la ciudad a la lejanía, era muy bonita. Eiki miraba con orgullo y una sonrisa la ciudad. Continuábamos acercándonos a ella y todas las personas del clan lo miraban con admiración y a mi me miraban sorprendidas; continuamos caminando hasta llegar a la entrada exterior del clan y en ese momento oí una voz que nunca podría olvidar

-¡Cuidado!- dijo la voz en mi cabeza, era de la anterior Dama Roja

Salté hacía atrás al mismo tiempo que tomaba de la camisa a Eiki y lo jalaba hacía atrás con todas mis fuerzas, entonces en ese momento cayeron unas flechas a unos centímetros de donde nos encontrábamos antes; miré el lugar desde donde habían provenido las flechas y sin sorpresa alguna vi que se trataba del Heroe Rojo, de inmediato se largo con sus guardias.

Estábamos por seguir pero me di cuenta que había una flecha con una carta y otra tenía... la flauta de Eiki, tomé la carta y la guardé, enseguida junté la flauta

-Eiki está es tu flauta ¿no?- pregunté mientras se la entregaba

-Si lo es ¿dónde la encontraste?- preguntó entusiasmado

-Al parecer el Heroe Rojo la encontró- respondí con calma

Cerré mis ojos un minuto y al abrirlos me di cuenta que toda la gente me miraba asombrada

-Sukie será mejor que nos apresuremos- comentó Eiki con una sonrisa

-Si- dije mientras retomaba el camino hacía dentro del Clan

El Clan del Caballero Amarillo era muy colorido y todas las personas se encontraban felices, tras caminar varios minutos llegamos a la plaza central en se momento algo golpeó mi pie y al mirar vi que se trataba de una pelota

-Señora ¿nos puede alcanzar la pelota?- preguntó un niño pequeño

*¿Señora? No soy tan vieja apenas tengo 18* tomé la pelota y me acerqué al niño

-Aquí tienes- dije dándole la pelota en las manos

-Gracias- dijo el niño antes de irse

Al darme vuelta me di cuenta que Eiki me estaba esperando, corrí hasta él y continuamos caminando hacía el castillo; de pronto sentí esa voz de nuevo

-¿Qué harás después de dejar a Eiki en el castillo?- preguntó la voz con entusiasmo

Guardé silencioso o sino la gente pensaría que estaba loca al hablar sola; tras unos minutos llegamos al Castillo del Heroe Amarillo que era bellísimo y aparentaba ser una gran fortaleza impenetrable, al entrar quedé más sorprendida por la gran decoración del interior

-Eiki, ya puedo estar tranquila de que estarás seguro aquí- dije con firmeza mientras hacía un gesto y me daba vuelta -ahora debería ir a completar con algunos recados que tengo- agregué mientras caminaba hacía la puerta

-Sukie, gracias por todo- dijo él con tranquilidad -nos veremos en La Junta, buena suerte- comentó al mismo tiempo que se adentraba más en el castillo

Sin perder tiempo compré algunos suministros en la plaza central y completamente preparada salí del Clan del Caballero Amarillo, adentrándome en las praderas rumbo a un río que separaba al Clan del Caballero Amarillo del Clan del Caballero Verde. Al mediodía ya había llegado cerca del río y eso me alegraba, tras algunas horas llegue al río y cruce el puente, al llegar al otro lado me sentía muy alegre y comencé a correr ya que me sentía libre. El correr fue una mala idea, terminé agotada y tuve que sentarme bajo un árbol a descansar

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⏰ Última actualización: Jan 05, 2017 ⏰

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