Song Kang—A sí que patinadora profesional— entró al hielo, pero no parecía ser la primera vez que lo hacía ya que lo hacía ver sencillo.
Tú—Profesional no— reí —Pero de chica mi padre me traía todos los fines de semana— me acerque y lo rodee. —Digamos que tengo experiencia— sonrió pícaramente —Ven— le tendí mi mano a Su e Hee quien permanecía en la orilla por temor a caerse.
Sune Hee—Me voy a caer— dijo sin querer soltarse
tú—Pero te levantaras, además no pasa ¡nada! Todos se caen mínimo una vez— tomó mi mano sin soltarse de la orilla —Así... Despacio— dije tranquilamente tratando de darle confianza. Levante mi mirada y me encontré con la Kang quien nos miraba sonriente. Le regresé el gesto y se dio la media vuelta para comenzar una carrera con Jung. —Ya vez que es sencillo— Sune Hee había tomado más confianza y se había soltado de la baranda.
Sune Hee—Sí, es divertido— dijo alegre soltando mi mano pero perdió un poco el equilibro y cayó en el hielo.
Tú— ¿Estás bien? — le pregunte ayudándola a levantarse.
Sune Hee— ¡Sí!- no paraba de reír, eso era bueno. Comenzó a patinar por si sola.
—mmm... Ya era hora— sentí la mano de Kang en mi cintura —Ya me tocaba a mí— tomo mis manos y entrelazo nuestros dedos —Tienes la nariz roja— rio después de tocarla con su índice.
Tú—No te burles— lo empuje
Song Kang —No me burlé— ambos reímos —Espera— se frenó y por ende yo también.
Tú— ¿Qué pasa?— volteé hacia él y lo abrace ocultando mi rostro en su pecho.
Song Kang— (tn) — tomo mi barbilla y me hizo mirarlo, observe con detenimiento sus perfectas facciones, mientras trataba de descifrar lo que pasaba — ¿Quieres ser mi novia?— debo decir que me sorprendió. A pesar de vivir juntos, no es lo mismo que ser 'novios'. Una enorme sonrisa se formó lentamente en mi rostro.
Tú—Claro que si— acaricie su mejilla antes de besar esos adictivos labios.
Estuvimos ahí por mucho tiempo, jugábamos carreras y en ocasiones nos regañaban, ya que podíamos chocar con alguien, pero aun así Song Kang nos incitaba a hacerlo.
Después de comer regresamos a casa —Son novios, son novios— Sune Hee no dejaba de cantar desde que se enteró.
tu—Le gustó la noticia— dije feliz abrazando a MI novio.
Song Kang—Me alegra— beso mi mejilla y tomo mi mano para después caminar hacia las escaleras, íbamos en la mitad de estas cuando el timbre nos sorprendió. Song Kang bufó con fastidio
tú— ¿Abro? — le pregunte y negó con la cabeza
—Yo lo haré— beso mis labios y subí hasta mi habitación. Tome un short de mezclilla, ya que eran las cinco de la tarde, aún era temprano para ponerme la pijama, junto con una musculosa blanca.
Song Kang no llegaba así que baje — ¿Song? — Canturreé mientras descendía con brincos por las escaleras —Hay, yo lo siento— dije tapando mi boca bastante apenada al llegar a la sala y ver que había visita.
Song Kang—No te preocupes, ven— me tendió la mano y aun avergonzada la tome. —Tía... — se dirijo a la mujer castaña con sonrisa amable que estaba frente a nosotros — Ella es (tn) mi novia— ¡Dios! me encantaba como lo decía.
Tía de Song Kang—Song ... — largo con ternura —Es hermosa— se acercó a mí y me saludo con un beso en la mejilla —Yo soy Yang mi, Tía de Kang— me sonrió y al igual le obsequie una sonrisa. Seguramente era la tía sobre la que me había contado que se encargaría de ellos cuando sus padres fallecieron.
Tú—Mucho gusto— dije cortésmente
Yang mi—Hay (tn) cuéntame que le viste a esta piedra— se refería a Kang y carcajeo, me fue imposible no seguirla.
Song— ¿Vamos a empezar?— habló Kang y ella carcajeo aún más
Yang mi—No seas amargado Kang — tomó su mejilla —Es una broma— Kang rodó los ojos. De pronto se escucharon muchas voces de niños volteé y eran Jung y Sune Hee con otros tres pequeños, parecidos entre sí. Era obvio que eran los hijos de Yang mi
— Kang ¿podemos ir a casa de tía Yang mi?— pregunto Sune Hee y fue secundada por Jung.
—Anda... es sábado— agregó Yang mi
Kang —No lo sé.
azul—Déjalos, yo los traigo mañana en la noche o pasas por ellos— Le dijo Yang mi y aceptó finalmente.
***Narra Song Kang :
— (tn) ¿me ayudas con mi ropa?— Le pidió Sune Hee, asintió con la cabeza antes de tomar su mano y subir las escaleras.
—Entonces...— dijo Yang mi sacándome de mi desconcentrado estado. — ¿Ella vive aquí?— sonreí y dije si con la cabeza. — ¿Y no crees que es algo apresurado?...— mi sonrisa desapareció, sabía cuál era el punto.
Song Kang —No, no lo creo— conteste seriamente, pero sin ser grosero.
Yang mi —No te enojes— me conocía muy bien. —Solo creo que Sune Hee y Jung están muy encariñados con ella— suspiro —...Y si algo entre ustedes llega a salir mal...— ¿Que estaba diciendo? —Ellos saldrán afectados.
Song Kang — ¿Y porque habría de salir algo mal?— ahora si estaba molesto
Yang mi—Kang escúchame...— señalo su oído —No te estoy diciendo que algo saldrá mal— suspiro —Solo te digo que creo que es algo muy adelantado el que vivan juntos ¿Sus padres que piensan sobre esto?— se escucharon las voces de todos por las escaleras.
Kang— ¿No lo saben?— sus verdosos ojos se abrieron a tope. —Kang hablaremos de esto después.
Kang—No hay nada que hablar sobre esto, yo sé lo que hago. — me esforzaba por no decir nada grosero que la ofendiera, pero mi tono de voz no me ayudaba.
Yang mi—Claro que si hay que hablar— me señalo —Sé que eres muy independiente, has logrado mantener a tus hermanos y a ti y es algo muy respetable— ahora ella también estaba molesta —Pero tus padres siempre quisieron lo mejor para sus hijos, tal vez esto es bueno para ti pero para tus hermanos puede ser contraproducente. — ¿Contraproducente? ¡Ellos la adoran!
—Están listos— (tn) aviso con una gran sonrisa. Ambos corrieron a despedirse de mí y después lo hicieron con ella.
Yang mi—Nos vemos Song Kang — (tn) los acompañó a la puerta, yo no podía moverme del enojo. ¿Cuál era el maldito problema?
Tú— ¿Hey porque esa cara?
Song kang—Por nada— forcé una sonrisa y me puse de pie
tú— ¿Seguro?— me tomo por los hombros y me hizo sentarme de nuevo
Kang—Seguro— no iba a decirle que estaba molesto porque mi tía no estaba del todo contenta por que viviera aquí.
Tú—Te conozco— se sentó en mis piernas y paso sus brazos por mi cuello —Estas molesto— escondió su rostro en mi cuello y comenzó a impartir suaves y electrizantes besos que hacían que mi enojo simplemente se esfumara.
