capitulo 10

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La semana paso como si de un sueño se tratase, y el día prometido empezó a llegar, era sábado por la mañana y un chico de pelo blanco estaba recién despertando, era extraño pero se sentía como si no hubiera nada de dolor en su cuerpo, una sensación de paz emanaba por todo su ser haciendo que sus inseguridades parecieran mínimas ante esto, ya que todavía faltaban más de de 2 horas para poder llegar a su decidida "cita" con la chica que era su razón para poder existir, el peliblanco decidió bañarse temprano antes de salir a desayunar con su familia, quieres ya estaban despiertos desde temprano.

Después de darse una ducha un poco larga decidió no ponerse la ropa escogida antes de salir puesto que sus hermanos podrían ensuciarlas facilmente o arruinar los preparativos de este, luego de ponerse ropa limpia decidió bajar a desayunar antes de que descubrieran que saldría.

Bajando las escaleras logro divisar que en la cocina se encontraba su madre haciendo el desayuno que consistía en una sopa de mizo acompañada de pescado, el olor de la cocina de su madre no se comparaba con cualquier otra, era un aroma el cual dejaba saber a quien lo estuviese oliendo que ella lo cocinaba con todo el amor que tenía para sus hijos quienes eran todo lo que ella tenía y apreciaba, sin más que hacer arriba hasta dentro de una hora, Ban decidió bajar para desayunar con su familia como era de costumbre, en unos cuantos segundos y antes de que esté siquiera tuviese tiempo para hablar, su madre quien estaba volteada de espaldas lo llamo como si de lo más normal se tratara.

Shigure:¡ahh! Ban que bueno que ya despertaste hijo *sonriendo*

Ban:si, buenos días mamá *impacto*

El peliblanco estaba algo confundido por la escena, si no hizo ningún ruido que lo delatara o algo por el estilo, ¿como es que su madre se había percatado de su presencia?
Era algo realmente extraño el que ella pudiera saber que el estaba ahí pero dejando el asombro lo que más le llamo la atención era que su porción de comida ya estaba servida por lo que este solo se sentó nada más.

Shigure:adelante Ban, tu comida está lista *sentándose*

Ban:ehh, si buen provecho.

Sin más acontecimientos importantes el ojirojo y su familia empezaron con su desayuno, era como en cualquier otra casa, la comida era momento para estar todos reunidos y poder pasar un momento de calidad los unos con los otros.

Shigure:¿que tal está la comida niños?

Mizumi:está delicioso mamá, gracias *sonriendo*

Ban:es cierto mamá gracias por preparar el desayuno.

Shigure:no es nada, me alegro que les haya gustado.

La madre de los 4 hermanos era alguien bastante simple en su forma de ser, ella se daba por bien servida si a sus hijos no les faltaba nada y se esforzaba al máximo en su día a día para que esto se hiciera realidad, el peliblanco tenía tan claro esto asi como también sabía que habían veces en la su madre lloraba en su habitacion por la falta de Apoyo de la persona a la que el debería llamar padre, su madre no hablaba mucho con el por la falta de tiempo del susodicho, tenía en claro que su esposo era un hombre ocupado y que este se la pasaba día y noche trabajando por el bien de ella y sus hijos, pero eso no quitaba el hecho de que casi no lo viera de cara a cara o que este no fuera a casa en sus días libres, las devoción que ella había tomado era no verlo de una manera pesimista, ya que no les faltaba nada cuando se trataba de dinero, ahora ella solo se preocuparía de los que estaban con esta sin importar que pasará.

La madre se sentó a compartir ese momento de calma y unión el cual se formaba cada vez que todos degustaban sus platillos pero tenía una duda que quería resolver.

Hantai No Kyoku (Polos Opuestos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora