capitulo 11

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Había algo en esta particular escena que hacía que los que pasarán se retirasen rapidamente para evitar ser involucrados
en ella, se encontraba un chico peliblanco de aproximadamente 200 centímetros de alto tirado en el suelo llorando a mares y tratando de no gritar para no molestar más de lo que su presencia lo hacia, su cuerpo se encontraba en varios aspectos roto, su rostro estaba intacto pero su torso no, su camisa de vestir estaba tirada en el suelo lejos de su alcance mientras que su camiseta normal estaba hecha de delgadas líneas de tela que apenas y lograban resistir su peso, su cabellera no estaba mejor, está se miraba con el color más sucio a lo que normalmente se dejaba ver.

La escena no era muy bien conocida por nadie de los alrededores, ellos solo vieron como dos personas dejaron así al chico y sin ningún gramo más de piedad estos solo se retiraron con calma, el frío el silencio y la oscuridad de las calles hacían un prefecto tono para que está fuera declarada como una noche donde hubo un homicidio, por suerte la escena no era mayor como cortes varios en el abdomen o algo así, solo era Ban, la persona quien tenía que cargar con el peso de mantener a su familia unida, ¿Por qué el? Por que así lo decidió el destino ¿Cuando acabaría esa tormenta en la que él vivía? Esa era la pregunta que se hacía constantemente pues sin saber cuando, el ya había llegado al ojo de está.

Una hora antes...

Se podía ver a un peliblanco caminar mientras tarareaba una canción como si nada más importará, sabía que no importaría lo que pasará el tendría una deuda increíblemente grande con su hermano y también sabía que cuando llegara a casa sus hermanos le golpearían, aunque sin importar eso el siguió caminando tranquilo, eran las 8:10 PM, las calles vacías daban un aspecto relajante, el tener solo para el la acera y que no se escuchen más que sus propios pasos hacían que pudiera perderse en sus constantes pensamientos sobre las sensaciones que tuvo ese día, estando apunto de llegar a su casa, el peliblanco logro divisar dos figuras que se dirigían a el, el cabello blanco y corte que llevaban era inconfundible para el, saber que ellos estaban ahí solo le daba una opción, y era que ellos mismos lo estaban buscando.

El porque era completamente un misterio en ese momento pero ya se hacía una idea, sin temerle a lo que esperaba por el. Ban siguió caminando sin ningúna prisa y al ver qué sus hermanos estaban caminando hacia su dirección no tuvo otra idea más que saludarles cosa que estos últimos no tomaron de buena forma.

Ban:h-hola hermanos, como les va

Ryuhei/suguru:...

La manera sería y enojada en la que estos miraban a su hermano era una la cual no presenciaba hace tiempo, el sabía que había hecho algo mal pero la cuestión es ¿Que?

Ryuhei:porque llegaste tan tarde a casa ban *serio y enojado*

Suguru:sabes que tú no puedes estar a estás horas fuera de casa *enojado*

Ban:¿Ehh? Ahh lo siento, tienen razón creo que fui descuidado hehe, pude haber preocupado a mamá es cierto hehehe *rascandose la nuca*

El rostro de ambos mayores se ensombresio más que antes al escuchar esa respuesta y risa, de un momento a otro empezaron a caminar cada uno un poco más separado hasta tomar ambos brazos del peliblanco más alto, lo más notable era la fuerza que imprimían estos sobre aquel chico siendo capas de llevarlo con sus pies arrastrando el piso sin que esté pudiera detenerse por si mismo.

Ban: he-hermanos déjenme avisarle a mamá que ya regresé no quisiera que ella y mizumi-nee se preocupen por mi, también quiero irme a cambiar, no quisiera arruinar la camisa que compre hace unos días.

Cada palabra que Ban soltaba hacia que pudiera sentir como los agarres de sus hermanos se fortalecian más y más, cuando sintió que sus pies podían tocar suelo sin arrastrarse pudo notar que también la fuerza imprimida en el empezó a irse dando una lijera sensación de comprensión por parte de sus mayores.

Hantai No Kyoku (Polos Opuestos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora