Capítulo 5 Wan

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Basado en todo el  capitulo 5  

Cosas para comprar, eso era por lo que Chuuya y Dazai habían salido ese día, cada uno por su lado.

Chuuya no pudo evitar ver que las vendas estaban en rebaja, rodo los ojos, intento detenerse pero cuando se dio cuenta ya había pagado un par de ellas. Metió la bolsa entre su abrigo, no quería que nadie viera lo que había comprado pues no era exactamente para él.

Por otro lado, Dazai vio un vino que Chuuya llevaba días diciéndole que quería probar, a él no le gustaba el vino pero si se tomaba con buena compañía era delicioso por lo que compro una botella y la escondió en su abrigo, camino un poco más y vio un sombrero justo como los que usaba el pelirrojo, estaba seguro que le encantaría, pero no lo compró.

Los sombreros no le gustaban por cómo se le veían a el mismo pero siempre había admirado lo bien que le quedaban a Chuuya, al igual que todos sus accesorios extras, todo encajaba tan bien en ese pequeño cuerpo que no podía evitar sonreír tontamente.

Camino un poco más y vio la oferta de vendas, corrió y compro todas las que ahí estaban, termino con varias bolsas y otras más en su brazos ya que no cabían y desafortunadamente no tenían una caja donde dárselas.

Cuando Chuuya pasó frente al aparador de sombreros no pudo evitar comprar el que antes había visto Dazai, y unas calles más allá vio los vinos que tanto había querido probar, compro unas cuantas botellas y decidió que eran suficientes compras por un día.

Ambos iban de regreso a casa cuando se encontraron, Dazai vio el sombrero nuevo del pelirrojo y sonrió, realmente le quedaba bien, así como las botellas. Chuuya vio la cantidad monumental de vendas que llevaba Dazai y suspiro, habían caminado por los mismos lugares.

-no me sigas- dijo en tono de broma Dazai

-no te estoy siguiendo, idiota- respondió Chuuya

No se seguían, Vivian juntos desde años atrás. Fueron debatiendo y peleando sobre los perros y como Chuuya quería tener uno pero lo mucho que Dazai los odiaba.

Al llegar Chuuya saco las vendas que había comprado y se las aventó en la cara al castaño quien las tomo en el vuelo y sonrió abrazando a su novio.

-yo también compre algo para la cena- de entre su ropa saco la botella del vino

-abriremos esta entonces- sonrió el ojiazul devolviendo el abrazo ocultando su sonrisa en el pecho de Osamu

Ambos se conocían tan bien que sabían que comprarle al otro para hacerlo feliz. 

Oneshots Bungo Stray Dogs WanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora