Oneshots Bungo Stray Dogs Wan

Capítulo 12 Wan

Intercambio

Atsushi se había pegado con Dazai y habían intercambiado cuerpos, lo peor que le podía pasar después se haberle contado todos sus secretos al mayor, de haberle confiado que le gustaba "un poquito" Akutagawa.

-Atsushi-kun me pagaras por esto- sonrió maliciosamente Dazai aunque en el cuerpo de Atsushi se veía demasiado raro

-¿que está pensando hacer? No haga una tontería- grito Atsushi aterrado

Cuando lo intento tomar de cualquier parte del cuerpo para detenerlo, Dazai salió corriendo con la habilidad del tigre, era un hecho, así jamás lo encontraría y no sabía ni a donde se dirigía.

Dazai en el cuerpo de Atsushi salió corriendo hacia el puerto, donde Akutagawa estaba esperando a un traidor para desaparecerlo, pero en lugar de eso llego un hiperactivo tigre con sonrisa rara.

-Akutagawa-kun- se paró frente a él viéndolo soñadoramente

Akutagawa estaba aterrado y eso sería decir poco, aquella persona frente a él no se parecía a jinko, no se parecía a su jinko. Pero físicamente era el cuerpo de Atsushi.

-¿quién eres?- pregunto dando unos pasos hacia atrás

-Nakajima Atsushi- se señaló con un dedo sin dejar de sonreír

-¿realmente quién eres?- pregunto de nuevo

Sin siquiera esperarlo, Atsushi se acercó de forma rápida, la más rápida que jamás había visto, tomo a Akutagawa de su abrigo y lo beso en los labios.

-la siguiente vez que me veas podrías saludarme así- y después de darle un pequeño besito salió corriendo

Akutagawa estaba rojo hasta el cuello, no había podido ni reaccionar, al momento de sentir los suaves y delgados labios de Atsushi contra los suyos dejo de respirar y podría jurar que hasta de pensar. Ni es sus más locos sueños pasaba eso.

Salió de su estupor al ver al traidor pasar afuera de la bodega donde estaba, no dudo en atravesarlo con Rashoumon y desaparecer cualquier evidencia, por lo menos tendría un poco de tiempo para pensar las cosas.

Atsushi había decidido salir a buscar a Dazai, por lo menos a los alrededores, no esperaba encontrarse con Chuuya al cual saludo como siempre lo hacía y hasta un poco animado, olvidando por completo que estaba en el cuerpo de Dazai.

-me vas a decir ahora mismo quien eres- en menos de un pestañeo, Chuuya ya lo había metido a un callejón y le aplicaba una llave

-Atsushi, soy Atsushi- apenas si pudo responder

-¿y qué haces en el cuerpo de ese bastardo?- pregunto soltando el agarre

-no lo sé, solo nos pegamos y ahora estamos así, Dazai-san salió corriendo y no lo encuentro-. Conto afligido el menor

Chuuya no aguanto la risa y termino carcajeándose en el suelo, el ver a Dazai hacer todas las expresiones de Atsushi era demasiado para su salud mental.

-mejor vuelve, ese bastado es impredecible muchas veces- respondió el pelirrojo

-pero no quiero que se suicide en mi cuerpo- le dijo aterrado

-esto es demasiado- Chuuya volvió a reír sin parar- no se va a suicidar, te lo aseguro- le terminó por decir

-confiare en usted Chuuya-san, volveré a la agencia- Dazai se puso de pie y realizo una reverencia- gracias por su ayuda

-ni ayude- respondió un poco sonrojado el mayor

Atsushi volvió a la agencia en donde Dazai ya se encontraba esperándolo en la puerta, un golpe y volvieron a la normalidad.

-¿qué hiciste con mi cuerpo?- Atsushi lo vio amenazadoramente

-nada Atsushi-kun, nada- y Dazai se fue saltando

El peliblanco suspiro y mejor se fue a su casa, aunque antes tenía que pasar por la despensa. Al salir del supermercado se encontró con Akutagawa quien salía de un callejón.

-jinko- hablo Akutagawa

-Akutagawa-kun, fue un día pesado, ¿podemos no pelear hoy?- le pregunto casi rogando

-te acompaño- fue su única contestación cargando con Rashoumon las bosas de compra

Era extraño pero no incomodo, al llegar al conjunto donde vivían los agentes Rashoumon coloco todas las asas de las bolsas en las manos de Atsushi.

-gracias por la ayuda Akutagawa-kun- Atsushi le sonrió y el pelinegro se aseguró que ere era el Atsushi real

Sin pensárselo mucho se acercó y le dio un corto beso en los labios que lo hizo soltar las bolsas de la impresión.

-¿qué?- el cerebro de Atsushi dejo de funcionar al mismo tiempo que su rostro se sentía más y más caliente

-me dijiste que eso hiciera la próxima vez que te viera- Akutagawa se aprovecharía un poco del incidente extraño

-no, yo no...- Atsushi tapo su boca con sus manos- ¿uno más?- pregunto aun con toda la vergüenza del mundo, evitando decir mas del incidente

Los dos se acercaron hasta unir sus labios, las manos se Atsushi se aferraron al abrigo del pelinegro mientras este tomaba el rostro del peliblanco entre sus manos.

Elbeso fue mucho más duradero y aun con su inexperiencia se sintió como mil fuegos artificiales estallando en su interior.

-¿puedo hacerlo cuando te vea de nuevo y no estemos en el trabajo?- pregunto Akutagawa separándose de los labios del agente

-si- respondió sonriéndole

Después de algunos besos más que Kyouka alcanzo a ver por la ventana se separaron, Akutagawa regreso a la mafia mientras Atsushi se quedaba viendo como idiota por donde se había ido el otro chico.

-Atsushi, vamos a casa- Kyouka decidió aparecer para llevarse las bolsas que aun estaban tiradas en el piso

-si- respondió por inercia el mayor

No fue hasta que estuvieron en el departamento que Atsushi se dio cuenta.

-Kyouka-chan, ¿no viste nada verdad?- pregunto el agente temblando

-si los vi, pero no voy a decir nada- respondió la niña acomodando las cosas

-te voy a invitar mañana a cena- sonrió Atsushi mucho más tranquilo

-¿ahora son novios? – pregunto inocentemente al niña viendo como el sonrojo se extendía por el rostro de Atsushi

-si bueno, no hablamos de eso- "de hecho no hablamos de nada" pensó Atsushi- le preguntare la siguiente vez que lo vea

-si te hace llorar puedo desaparecerlo- Kyouka dejo salir un poco su habilidad viendo al chico frente ella negar

-gracias Kyouka-chan- Atsushi sonrió, no tan aliviado por la idea pero su compañera y amiga se lo había tomado bien

Una caja de chocolates llego al departamento de Dazai quien se los comió gustoso de saber que su plan había dado frutos, una soga de seda le llego al siguiente día, la saco de la bolsa riendo al saber que Akutagawa también le agradecía, aunque usaría esa soga para él y no para suicidarse.