Capítulo 9 Wan

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Basado en el capitulo 9 de wan "Cola de Camarón, etcetera"

-¿realmente te creyó Akutagawa?- pregunto escandalizado Atsushi al oír la historia de las colas de camarón

-no- respondió Dazai

Pero Atsushi tenía el presentimiento que eso era más falso que Dazai diciendo que no le gustaba el suicidio. Se sintió mal por el pelinegro, el imaginarlo sentado frente a una maceta con las colas de camarón plantadas esperando que crecieran más camarones le causaba un algo extraño en su interior.

Se escabullo en su hora de comida a la misma tienda donde había comprado su arroz con camarones, pidió tres órdenes de camarones empanizados, compro dos macetas, tierra y enterró las cajitas, puso una notita donde leía "escarba". Utilizando su habilidad corrió hasta el edifico de la mafia, Chuuya estaba saliendo y sabía que no lo iba a dejar pasar solo para entregar una comida-regalo.

-niño tigre ¿Qué haces aquí?- pregunto el pelirrojo

-vengo a entregarle esto a Akutagawa, ¿puede dárselo usted? Solo no diga que yo se lo traje, por favor- no quería entrar así como así al edificio de la mafia, solo esperaba que Chuuya lo ayudara

-¿ahora que tontería dijo Dazai?- pregunto suspirando el más bajo recibiendo las dos macetas

-que si plantabas la cola del camarón crecerían más- murmuro el peliblanco

-yo se los doy, nos vemos luego tigre- Chuuya se dio la vuelta para entrar de nuevo al edifico y ocultar la sonrisa que tenía, esos dos tenían algo o estaban por tenerlo

Atsushi volvió a la agencia justo tiempo, esperaba no encontrarse después con Rashoumon atravesándolo como agradecimiento por los camarones.

En la mafia Chuuya dijo las macetas frente a Akutagawa que aun veía la que el había plantado.

-¿qué es esto?- pregunto extrañado

-solo haz lo que dice la nota- respondió Chuuya recargándose en la pared

Con ayuda de Rashoumon Akutagawa saco las cajitas con camarones, confundido pero emocionado volteo a ver al mayor quien lo veía con ternura, algo extraño de ver, aunque no era la primera vez que la mirada azul de Chuuya transmitía eso, a veces se sentía como su hijo.

-Dazai dijo cosas estúpidas de nuevo, no te creas todo lo que dice Ryunosuke- el más bajo revolvió los cabellos negros del chico y lo dejo solo

Akutagawa veía extrañado los camarones, se veían deliciosos por lo que no dudo en llevarlos a la sala y comerlos, eran de muy buena calidad. Pero no había nota de donde habían sido comprados y por quien, los repartidores no conocían esa dirección por lo que era alguien que conocía la ubicación y que podía ir.

No mucho después Higuchi llego con tempura y unas cajitas más de camarones empanizados, se veían parecidos a los que había recibido.

-¿dónde los compraste?- pregunto probando uno, eran los mismos

-una tienda lujosa del centro, está por el parque- respondió Higuchi feliz

-Chuuya-san voy a salir- grito el pelinegro

-¿por qué no mejor me preguntas quien los mando?- pregunto apareciendo detrás de el

-asumo que te dijo que no me dijeras- respondió con obviedad

-¿y crees que yo voy a hacer caso a lo que me diga el tigre?- respondió en voz baja evitando ser escuchado por la rubia quien aún estaba presente

-¿jinko?- pregunto en un susurro Akutagawa viendo como su suprior asentía, algo se removió dentro del mafioso, ese algo que llevaba sintiendo por algo de tiempo, solo el pelirrojo pudo presenciar el tono rosa en las mejillas del serio mafioso

-claro que me dijo que no dijera nada y que Dazai había vuelto a contar cosas idiotas de nuevo- respondió palmeando su espalda y caminando hacia los camarones de Higuchi para tomar algunos

-voy a salir- dijo en voz alta

-voy contigo- grito la rubia siendo rechazada

Akutagawa camino por la zona de comidas de Yokohama, quería devolverle el favor a Atsushi, por muy extraño que pareciera, realmente quería hacerlo. Cuando vio el chazuke anunciado en el menú de una tienda recordó que Dazai había mencionado lo mucho que le gustaba al chico tigre así que decidió comprarle dos platillos grandes, pidió que lo llevaran a cierta dirección y pago.

Salió sonriendo levemente, llegaría a su casa para la cena, además había incluido una nota sobre no compartirlo con Kyouka.

Cuando Atsushi y Kyouka llegaron a su departamento no pasaron ni 10 minutos cuando el timbre sonó, extrañado y en guardia Atsushi abrió la puerta viendo al repartidor de comida, extrañado recibió todo y cerró la puerta.

-¿quién era?- pregunto la chica asomándose por el pasillo

-trajeron comida, pero no la pedimos- respondió con miedo el peliblanco, podía ser una bomba o tener veneno

Con cuidado saco los platillos, al abrirlos y oler el chazuke su sentido lógico se fue de vacaciones, olía delicioso. Fue Kyouka quien vio la notita que había caído al suelo.

-no creo que haya sido alguien de la agencia, hoy todos tuvimos mucho trabajo- dijo la pelinegra pasándole la nota

El rostro de Atsushi se encendió cual fosforo al reconocer la letra, había sido Akutagawa el que le había comprado comida y se la había mandado.

-Atsushi, Atsushi, ¿estás bien?- preguntó la pelinegra moviendo al albino quién se había quedado quieto sonriendo bobamente con el rostro rojo

-todo bien Kyouka-chan- sonrió el albino comenzando a comer

Al día siguiente Higuchi le informó a Akutagawa que había visto a un muy feliz tigre saltando por las calles como si algo maravilloso de hubiera pasado el día anterior, Akutagawa fingió toser tapándose la boca para ocultar su sonrisa.

Oneshots Bungo Stray Dogs WanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora