Solo tienes que creer

Supersticiones

CAPITULO 2

Jack Frost

No entiendo a los niños, porque rayos les gusta la playa, toda esa arena que se te mete hasta el lugar más extraño además del sol que te pone a sudar como helado derretido, ugh no no, definitivamente el invierno es mejor. Pero mis nuevos amigos decidieron pasar el rato aquí y me invitaron, obviamente no me podía negar después de un tiempo logre hacer que creyeran en mi pero no pensé que cuando eso pasara lo primero que harían fuera invitarme a la playa.

En este momento me encuentro sentado debajo de la sombra de una palmera mientras veo a los chicos jugar voleibol y disfruto de un helado que me compraron en cuanto vieron como empecé a sudar, me parece que al ser mi apellido Frost y ser el espíritu del invierno ellos pensaron que me estaba derritiendo o algo parecido aunque les intente dejar en claro que estaba bien y que el sol era lo que me hacía sudar ellos siguieron firmes con su decisión de darme el helado y bueno, yo no soy nadie para negarme, pero a decir verdad es un poco difícil comerlo, porque sin importar el calor sigo estando frio por lo tanto el helado se puso duro como una piedra en cuanto lo agarre.

¬¡¡Jack!! Por que no benes a jugar un poco!!! ¬grita Mateo, tiene 5 años y es el más pequeño de mis nuevos amigos ¬Es muy divetido pegale a la pelota. ¬ empieza a reír haciendo como si golpeara el balón, me rio de la misma forma al verlo contagiándome con su alegría.

¬Me encantaría amiguito, pero estoy mejor aquí con mi helado¬ levanto mi helado para que lo vea y lo único que hace es encogerse de hombros para seguir riendo y jugando con los demás. Al verlos tan felices y no como hace unos días decido que ya es hora de que siga con mis deberes de guardián de la diversión y espíritu del invierno en otro lado, de preferencia en un lugar donde sea invierno, me levanto y empiezo a caminar cuando veo a una pequeña niña de 2 años jugando en la arena con mucho calor, me acerco a ella en cuanto me ve sus ojos se iluminan y empieza a aplaudir.

¬ ¿Como te llamas nena? ¬Pregunto al mismo tiempo en el que me siento a su lado.

¬Lucy.

¬Wow que hermoso nombre, yo soy Jack Frost ¬esta niña es un pequeño angelito cuando empieza a cantar mi nombre, me encanta que los niños menores de cuatro años nos puedan ver sin necesidad de creer o saber de nosotros. A esa edad son tan inocentes que de manera automática ellos pueden disfrutar de ver a todos los espíritus y guardianes, siento que me da algún tipo de ventaja porque asi de esa forma cuando cumplen los 5 años no es tan difícil hacerlos recordar y que crean en mí.

Sin importar que ahora sea oficialmente un guardián aún hay mucho niños y niñas que no me conocen, sé que solo han pasado tres años desde que ocurrió todo lo de Pitch, pero es un poco decepcionante saber que, si no logro que muchos niños crean en mí, mis poderes serán débiles y yo estaré más cansado que nunca, un defecto de ser un guardián supongo.

¬ Esh hellado de fesas ¬ dejo de pensar tanto para prestarle atención a Lucy quien parece encanta con el helado que sostengo en mi mano.

¬Si, ¿lo quieres?

¬Shiii ¬ empieza a saltar sobre sus piernas y aplaudir, un gesto que me parece ama hacer, de un momento a otro parece recordar algo y deja de moverse para hacer que sus ojitos se vean muy tiernos inclinando un poco su cabeza a la derecha y dice¬ Po favor¬ tal gesto me provoca soltar grandes carcajadas, si definitivamente esta niña es un ángel, aunque hay muchos como ella.

¬Gracias a que dijiste la palabra mágica, este helado es todo tuyo¬ le entrego el helado y espero que el calor haga su trabajo para descongelar lo que ya mencione parece una piedra.