Capítulo 11

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Tras un fin de semana tranquilo y sin que pasara nada interesante, el lunes llegó pisando fuerte, o al menos para mí.

A la hora del almuerzo la directora dijo que me quería ver en su despacho. Inmediatamente me asusté. ¿Sería por lo mal que me había ido el examen de literatura? Por un examen que me iba mal...

Llegué ahí un poco nerviosa y después de escuchar un "pase", entré cuidadosamente.

Ahí se encontraba la vieja directora, tras su escritorio, y el estúpido profesor Harris, que estaba de pie y cruzado de brazos. Me senté en la silla un tanto incómoda.

-¿Sabe usted por qué está aquí, señorita West? -Dijo la directora, la verdad es que me dio miedo-.

-No.

El profesor se mantuvo callado aunque me escrutaba con la mirada.

-Está aquí por el resultado de su examen de literatura -Lo sabía-. Nunca había suspendido un examen, señorita, ¿Qué ha pasado?

Será p*to. El muy asqueroso me había suspendido. Me había ido mal, vale, pero no esperaba suspender. Seguro que era porque me tenía manía. Le envié una mirada asesina sin que la directora se diera cuenta, a lo que me respondió con una sonrisa arrogante.

-Lo siento, directora, no volverá a ocurrir -Dije entre dientes-.

-Oh, de eso estoy segura -Rió ella y la miré confundida-. El profesor Harris se encargará de eso.

Hayden rió y yo abrí los ojos.

-¿A qué se refiere?

-Seré su profesor particular -Dijo ahora él con una sonrisa de lado-.

¿QUÉ?

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-No me lo puedo creer -Musitó Lea-.

-Pues créetelo. Esta tarde va a venir a mi casa. No, espera, todas las tardes menos los fines de semana -Dije frustrada-. ¿No es genial? -Solté sarcástica-.

-No, no es genial -Dijo ella-. Es mucho más que eso. ¡Qué envidia! -Rió ella y la miré incrédula-.

-¿Me estás hablando enserio? -Ella asintió divertida-. ¡Voy a tener que soportar a ese idiota todas las tardes!

-Chica, yo de ti aprovecharía y haría algo más que estudiar -Me guiñó el ojo y yo rodé los ojos-.

-Vaya amiga.

Lea empezó a reír pero paró de hacerlo al mirar algo sobre mi hombro.

-¿Nos vamos? -Su voz grave y su perfume me aturdieron un instante-.

Me giré y asentí seria. Lea me hizo un gesto indicándome que luego hablaríamos y me marché con Harris.

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Abrí la puerta de mi apartamento con una mueca en mi rostro. No me gustaba que Harris estuviera en mi casa, y que viera un pedazo de mi vida.

-Bonito apartamento -Musitó él con su tono habitual-.

Lo ignoré y me quité la chaqueta para después sentarme en una silla. Hayden seguía de pie mirándome divertido.

-¿No me vas a ofrecer nada para tomar? -Sonrió divertido y yo le sonreí sarcástica-.

-Si quieres algo lo coges tú mismo -Lo fulminé con la mirada-.

Alzó las manos y rió divertido.

-De acuerdo, vale. Nos ha salido con carácter la niña.

Se sentó en la silla que estaba frente a mí y yo lo maté con la mirada.

-No soy una niña.

Él sólo rió.

Estuvimos unos segundos en silencio hasta que se puso serio y me miró.

-Primero quería hablar contigo sobre el examen -Pausó y lo miré-. Realmente creía que eras una chica estudiosa.

Me sorprendió que por primera vez no usara un tono seco o sarcástico.

-Y lo soy.

-Pues eso tendrás que demostrármelo. Tendrás que demostrarme que sólo ha sido un resbalón.

Reí sarcástica.

-Supongo que para eso estás aquí ¿No? -Frunció el ceño-.

Apretó la mandíbula serio.

-Sí, para eso estoy aquí.

Y, como pasó aquella vez en el café, me perdí en sus ojos. No podía apartar la mirada y al parecer él tampoco. Miré sus labios, gran error. No sé por qué demonios lo había hecho. Hayden se relamió los labios lentamente lo que me pareció extremadamente irresistible. No sé cuánto tiempo estuvimos mirándonos en silencio. Me sonrojé tontamente y bajé la mirada. Él tosió falsamente.

-Eh... En principio sólo era eso -Pausó y su voz vaciló un poco-. Debo irme. Mañana empezaremos con las clases.

-Claro -Logré articular-.

Se levantó y se marchó de mi apartamento no sin antes mirarme por última vez.

Solté todo el aire contenido y me pregunté a mí misma qué demonios había sido eso.

Tan Sólo una Mirada ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora