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Inocencia perdida

—¡Eres una maldita!

Se escuchó un grito en medio del bosque oscuro, una mujer se erguía tenebrosa, una enorme capa le cubría completamente el rostro pero se distinguía por la forma tan extraña en la que siempre tronaba sus flácidos y fríos dedos.

Frente a ella una mujer la miraba con asco, entre sus brazos yacía un pequeño bulto que lloriqueaba sin parar, se trataba de su bebé. Apenas fue capaz de dar dos pasos atrás cuando la tenebrosa mujer le volvió a gritar.

—¡Tú me lo robaste! —gritó extendiendo uno de sus delgados y pálidos dedos, señalando al bulto que sostenía celosamente la mujer.

—No sé de qué habla —respondió la otra en medio del miedo y muchos temblores.

La mujer aterradora se acercó a lo que ella apretujo con más fuerzas al pequeño bebé en su pecho. Al darse cuenta que no podría quitárselo la anciana empezó a temblar frustrada.

Levantó ambas manos con las palmas hacia abajo, como si estuviera sosteniendo una enorme fuerza invisible debajo de ellas. Su ropa empezó a elevarse como si una corriente de aire hubiera e inevitablemente la capucha dejó de cubrirle el rostro.

La otra mujer contuvo con fuerzas las ganas de vomitar al verla, parecía como si un ojo fuera a abandonar sus cuencas mientras que el otro yacía casi deshecho, dejando la piel roja y expuesta. Una enorme cicatriz le atravesaba los labios desde la nariz hasta la mandíbula, y de aquella marca aún salía sangre de a gotas. Las facciones arrugadas que deforman su rostro solo lo hacía peor. El canoso cabello empezó a alzarse mientras una terrible luz azul aparecía debajo de sus manos.

—Ese niño es mío —susurró la mujer enojada y furiosa, levantó las palmas de sus manos dejando ver que estás sangraban a través de esa luz.

Luego fue como si el tiempo se detuviera, la anciana respiró profundo.

—Si no es mío... ¡No será de nadie!

Gritó con una voz seca y rasposa, hizo sus palmas puños y apuntó hacia el pequeño bulto. Por más que la mujer lo cubrió la terrible luz se escabulló y chocó con él.

Al instante el llanto del niño dejó de escucharse.

La mujer desesperada buscó el rostro de su hijo mientras la anciana se iba de allí riendo como una loca.

Y cuando lo vio.

Lo abandonó.

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Notas finales

Hola hola! He venido con este fic nuevo :'3

Estimo que serán un poco mas de diez capítulos que publicare de esta historia, aun así uno nunca sabe xD Esta vez decidí optar por un cuento como los de hace dos o tres siglos atrás :) Espero sea de su agrado, casi nunca he escrito algo así UwU

Como casi siempre me inspire de una canción para el fic, bueno varias c: Esta vez no fue ni Xanandra ni Hechizos, etc., ahora quien me dio inspiración fue "El cantar de la luna oscura" UwU y canciones de princesas jaja XD

Espero les haya gustado, me gustaria actualizar mas amenudo pero la escuela, por cierto que he estado trabajando en el nuevo capitulo de Aprendiendo a amar pero... he estado ocupada (La excusa estrella de la que se le olvidaron los detalles de su propia historia y tiene que volver a leerla :'u)

En fin, eso es todo! Nos leemos!