La fruta, lejos de ser un manjar exótico, representa fielmente lo que es la vida. Sí, sí, me pondré cual Coelho a metaforizar algo tan mundano como la fruta, pero lean lo que escribiré, que de esto va la historia donde cáscaras vemos, rellenos no sabemos...y sinceramente, la granada en invierno, me parece ideal para describirnos, pues algunas grajeas son dulces y otras no tanto. Somos demasiado complejos, y más cuando atravesamos una edad tan complicada como la adolescencia.
Comienza Enero, y la comercialización de la granada empieza dentro de un nuevo ciclo escolar, donde alumnos nuevos entrarán a este cuarto semestre, convirtiéndose en las rarezas que se introducirían a medio año. ¿Ya ven por dónde voy? Falta para otoño, y aún no sabemos cómo estará la cosecha.
El colegio Statione era la escuela más prestigiosa en las afueras de la "Gran Ciudad", un lugar donde personas de diversas nacionalidades y estatus sociales se reunían en diferentes grados, los cuales tenían sus propios nombres, como: Hiems, Fons, Aestas y finalmente su preparatoria "Cadere". Siendo conocido como un sitio de élite, donde preparaban futuros empresarios, políticos o artistas.
Ellos tenían una política de dar becas completas a quienes creían tenían talento para triunfar en el futuro sin importar su estrato. Suena muy bonito ¿no? Y aun así, pese a las creencias de igualdad, no se salva de los reinados ni mucho menos de las clasificaciones sociales.
En primer lugar, tenemos a los populares, sí, cliché y aunque éstos se dividen en subcategorías que pelean por terreno escolar y político, podemos resumir en que son personas de dinero con padres que se posicionan en altos puestos, siendo ellos su reflejo como líderes natos. Amados, odiados o temidos, eso no importa, controlaban la escuela.
En segundo lugar, tenemos a los amigos de todos, personas que a pesar de que su hábitat natural era con los populares, no se preocupaban –usualmente– de ser líderes, teniendo la facilidad de convivir con cualquier persona, pues su única inquietud era divertirse sin la carga de probar nada. El llevarse bien con todos, les permitía sobrevivir a la dura vida escolar.
En tercer lugar, tenemos a los "ñoños", ese estrato altamente estudioso –en su mayoría–. A diferencia de los primeros dos lugares donde eran hijos de padres ricos, este grupo gozaba de ser una mezcla, los cuales sólo se dedican a estudiar y a pasar los viernes en la noche viendo un especial de Dr. Who o jugando un juego de mesa, valga la redundancia.
Y por último y no menos importantes, el raro cuarto lugar, personas que no anuncian su existencia y prefieren estar solos, porque esto no sería "interesante" si no tuviéramos a nuestros llaneros solitarios, que son únicos y detergentes, aparentemente. Porque hemos tenido esa edad donde creemos que todos son estúpidos, y que preferimos estar solos...
Por ahora, nos enfocaremos en Jimena Mora Bravo, hija de padres Afromexicanos, dueños de una de las empresas más grandes de Mezcal, que se distribuye por todo el mundo.
—Bebé, vas a llegar tarde. —Le llamó su madre desde abajo, recargándose en el costoso barandal de madera que cercaba las escaleras de mármol.
La princesa soltó un leve quejido, diciendo un: "ya voy", entre balbuceos, a la vez que se restregaba entre sus finas y suaves sábanas.
—Nada de "Ya voy", baja ahora mismo. No quiero que llegues tarde a tu primer día, jovencita —bramó imponente la señora—. Te quiero abajo bañada y cambiada en 30 minutos.
Jimena se sentó, resoplando una pequeña risa para estirar su cansado cuerpo; removió su cabello con una mano, extendiendo la otra para prender su reproductor de música y poner a todo volumen "Worth it" de Fifth Harmony. Se puso de pie, bostezando un poco para caminar hacia su terraza, que daba a la alberca de su gran jardín; abrió la ventana y dejó que el fresco invierno entrara a su habitación. Estaba emocionada de regresar al colegio y volver a ver a sus amigas, y aunque la rutina podía ser tediosa cuando se trataba de estudios, la falta de preocupaciones le hacía disfrutar de su vida.
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10 Moras para Otoño
Teen FictionJimena, una chica con un futuro brillante, ha mantenido el estatus quo dentro de su perfecto colegio, siendo no sólo amiga de todos, sino futura presidenta estudiantil. No es hasta que entra un "misterioso" chico, que se percata que tal vez no todo...