El tejocote, personalmente nunca se me ha antojado aquella fruta, y menos cuando en posadas es parte de lo que meten a la piñata. Nadie quiere fruta en las festividades invernales, y menos una que etimológicamente significa: piedra agridulce.
Bueno, les presento a nuestra piedra agridulce, Oli Diez Rojas, un chico misteriosamente atractivo que resaltaba por completo en ese perfecto mundo, siendo el primer integrante del cuarto grupo, es decir, esa minoría única y detergente, que prefiere estar sola.
Jimena no quitaba los ojos de él y su hostil aura oscura, podía sentir esa miserable energía, que enfriaba su entorno, ya que esa mueca seria y poco amigable, no hacía más que llamar la atención de la vivaz juventud, especialmente de las mujeres.
—Se ve tan misterioso, tan...de novela juvenil. —Se quejó Kyomi, con un deje de asombro, observando cómo el chico pasaba a su lado sin voltearlas a ver—. O eso me han dicho —carraspeó cuando sintió las miradas extrañadas de sus amigas.
—Evidentemente él es rarito —jadeó Jimena preocupada—. Tenemos que hacer algo.
—¿Algo, algo como qué? —cuestionó Otis, dándole su apoyo.
—Volverlo nuestro amigo, y una vez se vuelva cercano a nosotras, cambiarle esas fachas. Tenemos que evitar que su experiencia en Cadere sea una tortura. ¿Están conmigo?
Las chicas asintieron, juntando sus manos con las de Jimena, pero antes de continuar...regresemos un par de horas antes.
En los suburbios de la clase media, lejos de las grandes mansiones, crecía la familia Diez. De origen Mexicano que había dejado todo para vivir el sueño de la "Gran Ciudad", donde Oliver Diez, conoció a Olivia Rojas. Uno era jardinero y la otra ama de llaves, por no decir sirvienta. Sin embargo, al encontrarse, no duraron mucho en esos empleos, ya que Olivia al saber cocinar, y Oliver al tener conocimientos de jardinería y por ende, de agricultura, abrieron un restaurante de comida Mexicana, que les ayudó a conseguir su nacionalidad y poder tener a su hijo en la tierra de las oportunidad.
—Mijito, levántese...—canturreó Olivia, abriendo las ventanas del fúnebre y apestoso cuarto del muchacho —. Dios mío, tienes hecho un asco aquí —resopló, conteniéndose las arcadas por los platos de comida que tenía en su escritorio—. Ni un día, ni un día de las vacaciones usaste para recoger todo esto —reprendió la mujer, mientras apilaba cada vaso y bandeja—. Baja a desayunar, y después te bañas...y por favor, no bajes en calzones.
La madre cerró la puerta tras de sí, impidiendo que el horrible aroma del cuarto invadiera su cuarto; pero, Oli no se inmutaba, pues se limitaba a sentarse sobre su cama para despejarse.
—Sí, sí, sí...—balbuceó, limpiándose la baba seca, para tratar de aplacar su cabello a la vez que salía de la cama.
—Oliver, cariño, ¿te llevaremos juntos al ...? —La mujer se denotaba acelerada, trataba de servir lo mejor posible el desayuno, ya que sentía que era un día especial para su hijo—. Oli, ¿qué te dije? Ponte pantalones. —Le reprendió al observar cómo su hijo se había pasado por el arco del triunfo sus órdenes—. Te va a dar un aire, si sigues semi encuerado...y no, esa playera sin manga no te cubre nada.
—Mhg...—La queja moribunda de Oli fue lo único que salió de sus labios—. Shh. —Abrazó a su madre por atrás, restregando su dedo en la boca, para darle un cariñoso beso, en lo que según él, era su mejilla pero sólo logró atinar a su párpado —. Mnosndias —balbuceó, sin abrir del todo sus ojos—. ¿Comida?
—No me shushees, y siéntate a desayunar. No quiero que te me andes desmayando en el baño. —Olivia le dio un cariñoso beso a su hijo, palmeando su espalda. Su pequeño no tan pequeño, le causaba una indescriptible ternura, y por ende, sentía muchos nervios por su primer día. Nadie de la familia imaginó que Oli fuese a ser invitado a ser parte de esa gran academia. Eran unos humildes restauranteros, claro, si los comparábamos con la clase de gente que pertenecía a ese círculo.
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10 Moras para Otoño
Fiksi RemajaJimena, una chica con un futuro brillante, ha mantenido el estatus quo dentro de su perfecto colegio, siendo no sólo amiga de todos, sino futura presidenta estudiantil. No es hasta que entra un "misterioso" chico, que se percata que tal vez no todo...