fear to love ---> Chris Evans ONE SHOTS

DOS

Chris miraba con rareza y un poco de gracias a la pelinegra frente a él, que seguía en la misma posición mirándole sin poder creer que lo tenía al frente, en su propia casa. Chris unió las cejas y miró a dodger brevemente, luego con duda respondió a su pregunta con una pequeña sonrisa incomoda 

— ¿Si? 

— No puedo creer que estés en mi casa — admitió mas para ella tratando de no saltar de la emoción al tener al actor frente a ella 

— De hecho vivo al frente — señaló la gran casa blanca de dos plantas que se encontraba frente a ellos. Amanda simplemente no lograba coordinar nada en su cabeza, miles de preguntas, en diferentes idiomas, su mente se volvió un caos total

  — ¿En serio? — preguntó uniendo las cejas con confusión poniendo una mano en su pecho. el asintió — Un gusto soy Amanda Reed — le extendió la mano y él la estrechó notando su vergüenza por su ataque de emoción al verlo 

—  Chris... aunque creo que ya lo sabías — rió un poco. Amanda se sentía una estúpida, había actuado como una Psicópata frente a él, y sintiendo esa vergüenza un color rojo de tonalidad fragil invadió sus mejillas. Los ojos azules del rubio notaron este gesto involuntario. Un idea cruzó por su mente —  Bueno Amanda, como agradecimiento por cuidar a Dogger te invito a cenar en mi casa — Propuso. Luego pensó en que sus débiles  dones de cocina lo traicionarían, y pediría comida china. Amanda lo miró fijamente, como si leyera sus pensamientos

— Algo me dice que comprarás comida rápida —  entre cerró sus ojos y él rió —  Por lo que vi acerté — el asintió  sonriendo sin mostrar los dientes — mejor ven tu a comer aquí, trae algo para tomar y trae a Dogger — se agachó a acariciar al perro. Levantó la mirada — A las 8 estaría bien — agregó con total confianza, cosa que le sorprendió 
— Claro, nos vemos en la noche — afirmó — ¡Vamos a casa Dogger! — añadió y el animal ladró caminando hacia él. Amanda cerró la puerta tras ella y se recostó él está asimilando lo que acababa de pasar.

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Mientras esperaba que el pastel que aún estaba en el horno estuviera listo comenzó a preparar la salsa para la Lasaña que prepararía, cortando con paciencia cada uno de los grandes tomates, y agregando especias de los pequeños frascos de cristal que había comprado hace un tiempo en Quincy.

 Cuando el reloj marcó  las 6:44 comenzó a preparar la cena y mientras esta estaba en el horno fue a tomar una ducha un tanto apresurada, al terminar  miró su armario, simplemente tomó ropa cómoda unos jeans y una camisa ligera era más que suficiente, solo era una simple cena entre vecinos, y quería estar cómoda en su propia casa.

Faltaban unos minutos para que la cena estuviera lista cuando escuchó el timbre sonar, caminó rápidamente a la puerta y tomando un respiro abrió encontrándose a el actor con una Coca-Cola en la mano derecha, Dogger se levantó en dos patas y apoyó sus delanteras en sus rodillas y ella le acarició con una sonrisa.

— No entiendo cómo te tiene tanta confianza, él no es así — comentó extrañado por el comportamiento repentino del can. ella sonrió y lo miró poniéndose recta 

— Pasa, ya la cena está casi lista — invitó y el se adentró a casa y detalló en un instante los colores frescos del sofá, los cojines y los cuadros que resaltaban en la sala de paredes blancas, gran elección  pero lo que más le llamó la atención era el olor que desprendía de la cocina

— Huele delicioso — comentó ella sonrió caminando hacia la cocina y haciendo una seña para que él la siguiera, cuando entraron el olor inundó por completo al hombre. Ella comenzó a buscar los platos, vasos, y utensilios para ponerlos en la mesa negra y Chris puso en el centro la bebida, en la cocina sonó la alarma del horno

— Sientate, ya está listo — habló antes de ir a la cocina, él obedeció y siguió viendo el lugar con Dogger a si lado, era muy lindo. Dos minutos después llegó nuevamente a la mesa con los gruesos guantes morados de cocina con estampado de corazones y entre ellos una pequeña bandeja de la cual salía vapor, la puso en el centro de la mesa — ¿Eres alérgico a algo de esto? — preguntó y él negó, tomó el cuchillo de cierra y comenzó a picar un cuadrado

— Si fuera alérgico igual lo comería, porque huele delicioso — ella rió y le pasó un plato, él ayudó a servir el refresco y ambos se sentaron. Chris miraba con deseo el trozo de lasaña que tenía frente a él y sin dudarlo comió un trozo, ella se quedó esperando ver su reacción y él soltó un suspiro con el tenedor aún en sus labios — Amanda, ¿Lo hiciste tú? — ella asintió con una sonrisa al saber que le había gustado

— Si, ¿Estas bueno?

— ¿En serio lo preguntas? — ambos rieron y ella comenzó comer el suyo. Chris quería conversar así que comenzó a hablar

— ¿Y que te trajo por aquí? — ella lo miró y tomó un sorbo de la bebida gaseosa
— Trabajo — respondió — vivía en los ángeles pero me mudé para trabajar aquí

— ¿De que trabajas? — preguntó con interés

— En una compañía de traducciones y relaciones internacionales. Ella está dividida en cuatro grandes ciudades, y la última es aquí en Boston, la abrieron hace una año, pero el jefe dejó a alguien trabajando como el gerente y pues no pudo manejar bien la organización y esas cosas entonces me ascendió a ese cargo y ahora soy la gerente — explicó feliz por ese logro por el que había luchado tanto

— ¡Felicidades! — dijo — debe ser un gran logro

— De hecho si — le dio la razón — pasé por muchas cosas para conseguir ese trabajo porque  yo era emigrante, y muchas empresas no aceptaban mi solicitud porque no tenía experiencia porque me había recién graduado, y porque mi título era Venezolano. Cuando conseguí uno me pagaban menos de un salario mínimo, y me trataban mal — hizo una mueca recordando esos días — además el jefe era un idiota pervertido y yo renuncié luego de un año. Tiempo después conseguí empleo  en esta y ahí he trabajado durante cuatro años y me hice la mejor empleada del jefe y pues logré todo esto — explicó orgullosa de si

— Debió ser muy difícil — la miró y ella asintió

— Pero todo pasa por algo y ahora estoy mejor que nunca — subió los hombros contagiando a Chris con su aura alegre

— ¡Salud por eso! — ambos chocaron los vasos con gaseosa  y rieron al escuchar el sonido del cristal chocando entre ellos mismos 

— ¿Y a ti? ¿Que te trae por aquí? — preguntó esta vez ella

— Bueno decidí tomar un descanso de los ángeles por un tiempo y enfocarme en otros proyectos. Boston fue donde nací y crecí y dije ¿Por qué no? — subió los hombros — ¿Podrías darme otro trozo? — preguntó señalando su plato ya vacío y ella río y le sirvió otro, ella apenas iba a terminar el suyo, comía lento  — Sabes, pensé que eras otra persona — admitió mientras miraba como le servía el otro trozo. ella unió las cejas con confusión  — El día en que te mudaste una mujer reprendió a Dodger — Amanda siguió con el mismo gesto y sirvió otro trozo para ella

— Seguramente fue Sarah, ella siempre está amargada. ¿Era rubia? — él asintió — si, era ella, es la persona que hizo los trámites de la casa. A pesar de su personalidad hizo un buen trabajo 

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Espero que les haya gustado y hayan conocido un poco más de la protagonista
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