Cale odia el simple hecho de que ya no podría holgazanear más, y todo porque su abuelo Eruhaben, que vive entre las más grandes montañas y requería de oro para vivir.Si, así es, oro, y para ello tendría que emprender un viaje muy, muy largo, y es que su abuelo dorado vivía, no en una pequeña cabaña si no, un castillo bañado de oro, claro que alejado de todos los humanos. Y así Cale busco entre sus cosas de viaje, entre ellas su ropa, un conjunto sencillo, junto una capa roja con gorra.
Sin mencionar la comida que le dieron para el viaje, esta se encontraba en la canastilla que también traía oro. Cale se encontraba en la puerta, mientras veía a sus hijos llorar porque se quedara, o más especifico a su hijo menor Raon.
-Bien me voy, No olviden comer, Beacrox prepara cualquier cosa, Rosalyn los cuidará- Cale volvió a mirar a sus hijos, Raon no paraba de llorar mientras le daba pay de Limón.
-Humano, vuelve pronto, tienes que comer mucho pay para acordarte de mí- Raon miro a Cale, mientras de sus ojos se formulaba una cascada
-Sí, Cuidate Cale- On hablo mientras abrazaba a sus hermanos.
-Si- Cale se terminó de despedir de sus hijos, para después da inicio a su marcha, y entrar a la boca del lobo.
Mientras caminaba recordó la historia que rondaba dentro de aquel bosque.
<Donde un lobo feroz caza a sus presas y las mata lenta y dolorosamente>.
<Se dice que es un monstruo sin corazón, con ojos fríos y sed de sangre>.
<Otros decían que eran fantasma en busca de venganza, que devoraban a los pecadores>.
<Mientras Cale simplemente prefería dormir en su cómoda casa y holgazanear a gusto>.
Pero mientras más caminaba, más incómodo se sentía, alguien lo observaba, cale lo ignoró, pero las cosas se complicaron en medio camino.
Cale ya no sentía sus piernas, tenía sueño y que decir su pésima condición física, con cada paso que daba sentía su alma abandonar su cuerpo.
*(Maldito el día que Eruhaben se mudó)*, *(Estúpido cuerpo)* esos eran los pensamientos de cierto pelirrojo, hasta que ya no pudo más.
-¡¡ESTOY HARTO!!, ¡¡CANSADO Y TENGO SUEÑO!!- sin más cale aventó su canastilla tirando varios lingotes de oro. Una vos masculina lo saco de sus rabietas de holgazanería.
-¿Estás bien? - Cale sintió una electricidad recorres su espalda, y como si de una película de terror se tratase, Cale giro la cabeza horrorizado. Frente a él, un hombre lleno de sangre apareció, sin hablar de esa sonrisa de tonto.
-Hola dios soy yo de nuevo- Cale cerro los ojos en espera de su muerte, si bien estaba desarmado y el hombre frente de él, parecía un asesino experto, sin olvidar las extrañas orejas y cola que lo acompañaban sin duda era su fin.
-Mm ¿Estás roto? - aquel chico se acercó a Cale y lo analizo, comprobando que era un debilucho.
-Si estoy roto, y soy defectuoso, no sirvo para comer, así que no puedes comerme- Cale decidió que era hora de poner manos a la obra y utilizar un papel de víctima.
-ª - Choi han, no entendió lo que aquel hermoso humano trato de decir, pero lo único que si entendió fue "puedes comerme", exacto eso haría, esta noche comería pelirrojo en su cama.
Pero antes de que se diera cuenta aquel pelirrojo se encontraba corriendo, hasta que aquel pelirrojo sin previo aviso se calló, impactando en toda la tierra.
-¡¿Estás bien?! - Cale por otra parte estaba más molesto, tenía que ir y dejar oro, y ahora se lo iban a comer, y aquel tonto chico solo preguntaba, ¿Estás bien?
-¡NO!, ¡NO ESTOY BIEN!, "GRACIAS POR PREGUNTAR"- Después de sacar su frustración, Cale callo en cuenta de con quien hablaba.
-Puedes ir a mi casa a descansar- Cale lo miro confuso, no se suponía debería estallar en rabia y hacerlo pulpa.
-Tengo que hacer una entrega- Cale sabia que estaba en problemas, pero porque no aprovechar la ayuda de este despistado chico - Pero mi cuerpo está muy débil, no creo poder seguir, mi abuelo estará triste y se sentirá solo- Pequeñas lágrimas bajaban por el rostro de Cale, mientras dramatizaba todas sus palabras.
-¡Oh!, Yo te puedo llevar en mi espalda- Cale dio su sonrisa de estafador, que rápidamente borro ante la vista del chico-lobo.
-Sería el Caballero tan amable de llevarme al castillo dorado- Choi han se emocionó y dio una de sus grandes y puras sonrisas.
-Sí - Y así aquel lobo y Calerusito partirían juntos.
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La verdad no sé que fume para hacer esto.
Otra historia de Cale por que me gusta.