Sólo somos hermanos.

CAPÍTULO 1

A mí madre se la ha ocurrido hacer una cena con su novio/futuro marido y su hijo, que aún no conozco ni ganas tengo.

Subí a mi habitación dónde me di una ducha y me cambié de ropa.

Me puse una toalla en el pelo y me fui a vestir. Me puse unos vaqueros, una camisa de cuadros negra y blanca y mis converse negras. Entré al baño y me dejé caer mi pelo castaño y me lo peiné en una trenza de espiga en un lado.

- Mamá, ya estoy.- la grité desde las escaleras.

-Oh, cariño, estás preciosa.- me dijo mientras preparaba su bolso.

-Claro mamá.-le dije mientras rodaba los ojos.-Venga si no quieres que lleguemos tarde.

Mi madre tiene cuarenta años. Perdimos a mi padre cuándo yo tenía cuatro años en un accidente de coche. Mi madre nunca me ha sobre protegido, en algunos momentos tal vez un poco pero nada más.

Tras quince largos minutos en coche, llegamos a una casa. No sé cómo describirla, porque yo la ví como una casa normal.

-Hola cariño.- le dijo Bill a mi madre.- Hola Rose.

-Hola.- le devolví el saludo a Bill.

Bill tendría unos cuarenta y dos años y también era viudo. Trabaja en negocios.

-¡Luke!.-llamó Bill a su hijo, creo yo.- Baja, qué ya han llegado.

-¡Ya voy papá!.-se oyó gritar desde el piso de arriba.

Saqué mi móvil cuándo empecé a sentir pasos en las escaleras.

Levanté mi vista del móvil y ví un chico de diecisiete años, rubio con el pelo despeinado, y con ojos azules bajar por las escaleras.

-Hola, soy Luke.- nos saludó.

-Luke ellas son Charlotte.- señaló a mi madre.- Y Rose.- me señaló.

-Encantado.- nos dijo.

-Y nosotras.- contestó mi madre mientras yo rodaba los ojos.

Nos sentamos en una mesa en el comedor. Yo me pasé toda la cena callada y Luke también. Cada vez que levantaba la vista hacia él, él me la devolvía lo cuál me hacía morderme el labio y bajar mi vista hacia mi plato o móvil.

-Chicos.- nos llamó Bill.- después de la boda nos vamos a mudar a una casa más grande, a las afueras.

-Sí, y antes de qué digáis nada no hay peros que valgan.- le siguió mi madre.

-Pero mamá.- le dije.- bueno, por mí está bien.

-Vale hija.- me respondió.- Ah por cierto, nos quedamos a dormir aquí.

-Sí, porque tú madre y yo vamos a salir ahora.-dijo Bill.

-¿Y qué hago yo aquí?.-le dije indignada.

-Pues no sé, tienes a Luke.- me dijo señalandole.

-Podéis ver una película o algo.- me dijo mi madre.- nosotros ahora nos vamos.

Y desaparecieron por la puerta.

-¿Qué peli quieres ver?.-me preguntó con una sonrisa.

Puse los ojos en blanco.

-No me pongas los ojos en blanco.- me dijo con tono autoritario.

-¿Quién eres?¿Christian Grey?.- le respondí enarcando una ceja.

-Sí lo deseas.- me dijo sonriendo cruzado de brazos.

-Claro.- le dije y me fui para el salón.

Puse una peli de las qué tenían. Elegí la de el lobo de wall street.

-¿Te gusta?.- me dijo y yo me sobresalté.- A lo mejor es demasiado para ti.

-¿Qué te piensas qué soy una niña mimada?.

-Yo no te he dicho eso.

-¿A no? Pues lo parece.

-Yo no tengo la culpa de qué seas la niña de mamá.- me dijo guiñándome un ojo.

-Ni yo de qué tú seas un subnormal.

-Eh, a mí te me dirijes con un respeto.- dijo mientras me ponía las muñecas hacia la espalda.

-¡Suéltame!.- le grité.

-¿Y si no quiero?.

-Si no quieres....

Le pegué una patada en sus partes genitales y salí corriendo.

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Lo sé es un principio complicado.
Bueno por algo se empieza.
También tengo otro libro llamado "Nunca os mudéis a pueblos extraños"
Leerlo plsss.
Esto va para mi amiga la poñaaaa
Unicornios negros vomitando sangre para todos #okno