CAPÍTULO 19

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Entro Luke en mí habitación y yo lo miré con cara de asco, por que en ese momento era lo que sentía, por darle igual que me muriese.

- Largo.- me dispuse a decir mientras volvía a mirar mi teléfono.

- No, no quiero.- dijo con una sonrisa mientras se pasaba una mano por su pelo rubio.

- Luke, déjame, no quiero hablar contigo.

- Perdón, pero sabía que estabas finjiendo, pero no te pongas así por una gilipollez.
Tiene razón.

- Bueno, está bien, pero quiero que te vayas.
No quieres.
- No quieres.- dijo él como si hubiera leído mi mente.

- Si si quiero.

Se empezó a acercar lentamente.

- No quieres.- dijo mientras se acercaba más.

- Sí quiero.- dijo mientras se acercaba un poco más, dejando nuestros rostros a centímetros.

- ¿Quieres qué te bese?

No me dió tiempo a responder por que sus labios estaban sobre los ríos. Me pegó a una de las paredes de mi habitación.

Y me besaba apasionadamente. Su lengua buscó la mía y empezaron a hacer esa coreografía extraña.

No sé exactamente cuanto tiempo estuvimos así. Hasta que sonó mi móvil.

- No lo cojas.- me dijo mientras nos separábamos.

- Si, que a lo mejor es importante.

Me separé de él y respondí el teléfono.

-¿Hola?.- pregunté.

-¡Hija!.- me respondió mi madre.

-¿Mama?.- pregunté asombrada.

- Si soy yo, ya se que hemos hablado hace nada y no ha pasado nada, pero me ha llamado tu tía Nancy qué se van de vacaciones y Marie no quiere ir.

- ¿Y?.- pregunté un poco confusa.

- Va a pasar lo que queda de agosto con vosotros, hasta que vayamos nosotros.
¿Te parece?.
-Mamá sabes que no la soporto desde que éramos pequeñas.- miré a Luke quien me miraba con un cara de que está pasando y yo le hice una seña para que esperara un momento.

- Ya lo , Rose, pero que quieres que le haga, y adiós qué nos vamos a la playa.

Y colgó.

- ¡No!¡No! ¡No!.- gritaba mientras me daba cabezazos contra una pared.

- Tranquila, a ver, ¿que ha pasado?.- me preguntó Luke con una sonrisa.

- Que viene mi prima, la inaguantable.- respondí con un tono grave.

- Hombre tan, tan, tan inaguantable no puede ser.

Sólo somos hermanos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora