Nadie lo podía creer, mucho menos ella, quien le dijo en la muerte de sus padre que no le abandonaría iba cayendo y sin moverse de donde estaba solo cayó de rodillas, Mali no podía asimilarlo, solo oía las voces de sus compañeros a lo lejos llamándole y moviéndola para levantarla y que siguieran corriendo, dos intentos más y la dejaron ahí, luego de acabar con los que les seguían. Ésta tomó en sus manos el arma de su tío y visualizó a quien al parecer por la bala y disparo le asesinó, dudó un momento de las intenciones con las que pasó, porque por lo que vio solo fue una bala perdida, pero no importó, se acercó ver que quién le había disparado, había sido Gran Soñador, corrió en su dirección y fue tras él, quien parecía liderar. Los demás no tardaron mucho en reaccionar pero sí lo suficiente para que Mali cruzara miradas con Emit, siendo él un mensajero, se llegaron a topar en varias ocasiones, aun cuando no iban al mismo destino, entonces decidió ayudarlos, en lo que Lord No abría la puerta y esperaba que entraran. Los disparos y el disturbio dejaron de oírse, y aunque el pequeño niño quería asegurarse que Mali estaba bien los demás lo detuvieron, y llevaron más adentro de aquella casa que agradecían estaba aparentemente sola.
Ya mejor establecidos hicieron lo posible por "curar" a Mitch, no saldrían de ahí por unos días, ya no quedaba mucho por esperar.
Llegando la mañana todo estaba nublado, hoy no habría sol, y con un solo detonar muchas de las partes del mundo de las pesadillas y sueños ahora solo era polvo y cenizas, ¿cómo salvar algo que no quiere ser salvado?, el rumbo que estaba tomando terminaría mal de todas formas, solo era adelantar los hechos. Ya no quedaba mucho que hacer más que huir y sobrevivir, y eso que muchos ya estaban acostumbrados a eso.
ESTÁS LEYENDO
Crónicas de Nightmaryland
RandomSinapsis En un mundo donde dos ciudades se disputan la hegemónia mundial, un rey que es controlado por un demonio y un grupo de personas que quieren una mejor vida, todos están dispuestos a morir por esa causa, ¿Pero el dolor y la sangre vale la p...