☆꧁༒☬𝒦𝒶𝓇𝓂𝒶𝓁𝒶𝓃𝒹 (𝑜𝓃𝑒 𝓈𝒽𝑜𝓉𝓈)☬༒꧂☆

el es mío 💚💜

-oscuras sombras recubría el cielo manchado de motas blancas a la distancia.

Los vientos helidos se cuelan entre los árboles y construcciones. Dominante y territorial el viento aullaba como jauría de lobos.

Los mobs campaban a sus anchas entre las tinieblas y brumas de la noche.

Mientras, en el interior de un descomunal árbol hueco que emitía una suave luz de su interior, la cual de colaba entre las hojas, en su interior, sobre una cama, en joven de pelo albino y rostro serio proyectaba su enojo a través de su rabiosa mirada.

Sus iris verdosos tornaban una tonalidad oscura, sus ojos eran ligeramente visibles pues sus párpados no permitían abrirse en demasía.

Sus piernas cruzadas, con el tobillo derecho sobre la pierna izquierda y las manos colgando imitaban el comportamiento típico de la meditación, aunque sus ojos aún se mantuvieron abiertos un tiempo, hasta que poco a poco estos se cerraron hasta que el chico solo podía divisar la oscuridad de sus párpados, donde se proyectaban luces distorsionadas sin figuras concretas.

Du respiración regular se mantuvo bajo lentas pautas hasta que su mente comenzó a proyectar imágenes más concretas, figuras y colores definidos por secciones.

Al final se forman dos figuras humanas frente a él, sosteniendo se mutuamente la mano.

Rabia comienza a brotar de Willy provocando que este comenzase a respirar algo más agitado, siendo un factor evidente de su mosqueo.

La pareja poco a poco fue tomando mayor relevancia y detalle, los objetos que estaban en proceso de perfección a su alrededor se desvanecen solo para centrar sus recursos en ambos chicos.

El joven de morado miraba de vez en cuando sonriente hacia atrás, provocando que Willy, quien físicamente aún permanecía sobre la cama, sonría junto a él, pero cuando desvía la mirada retorna su mirada celosa y mosqueada, la cual aumenta con cada cariño que se dan entre ellos.

Una voz distante fluctúa por su mente repitiendose incesante, aunque Willy la ignora sabe que está hay.-

~No te acerques a lo que no es tuyo~

-susurra incesante la voz en su cabeza, pero como si no estuviese, Willy seguía mirando obsesionado aquello pareja, apretando los puños cada vez más y más fuerte, tensando las sábanas verdes que sostiene inconscientemente ente sus dedos. de forma igualmente involuntaria sus dientes rozaban violentos y con rudeza conforme la imagen de ambos perduraba en su mente.

Willy al rato acabo colapsando, abriendo los ojos cabreado mientras soltaba un grito enojado y grave al cielo, seguido de un puñetazo a la cama con su mano derecha.- respira....- se decía a si mismo mientras soltaba las sabanas lentamente del agarre de sus dedos.- joder... voy a matar a  Rubius... - el intento de tranquilizarse se vio interrumpido por la actualización de sus objetivos. a pesar de parecer principalmente un acto impulsivo y hecho de broma, este se levanta de su cama, sus prendas de algodón comienzan a caer al suelo hasta dejar su cuerpo expuesto, a excepción de toda la zona de las caderas, en las cuales aun se mantenía su ropa interior aferrada a su cuerpo.

con frialdad en su mirada se paro un instante, estatico frente a una pared aparentemente vacía, pero este acerco lentamente su mano a la pared interna de aquel hueco árbol gigantesco y  artificial, rozando lentamente su corteza e imperfecciones hasta que, de golpe se aferra a una y la gira como si fuese un pomo.

tras eso apartando la mano del mecanismo, ante el aparece un traje oscuro, convencido de lo que va a hacer chasca la lengua contra su paladar, solo para dejar reposar la lengua sobre sus dientes y morderla ligeramente antes de disponerse a su nueva "vestimenta"

No vacila a la hora de desvanecerse entre las tinieblas, agarrando su chocobo y volando a altas velocidades, hasta llegar a la casa de Vegetta, esquivando veloz y ágilmente todas las balas de las torretas, solo para aterrizar suavemente sobre el suelo

Mientras se deja deslizar sobre el suave plumaje del animal saca de su bolsillo un mechero con llama amenazante en su filo.

La luz del mechero ilumina vagamente el césped mientras camina Willy lento por el interior de la casa hasta llegar donde el árbol de Vegetta y Rubius.

Un árbol simbólico de su amor, que arde de pasión y ahora no solo de pasión.

Mientras el fuego consumía el árbol que comenzó a precipitar algunas de sus ramas al suelo, chamuscado ligeramente el mojado prado que de milagro no se prendía por las recientes lluvias debidas a la latitud de la mansión.

Las ramas caían frente a Willy quien observaba las ramas caldescentes precipitarse al suelo rebotando la luz rojiza en las pupilas negras de willy, quien mira el árbol arder como un niño los regalos de navidad.

Tras grabarse la imagen en su mente rota su cuerpo y comienza a caminar hacia su animal, tomando sus riendas y saliendo de la mansión con cierta calma en sus actos y en el mismo como tal -

Y esto solo acaba de empezar ribiusito...solo acaba de empezar