Otro día más. Otro día más sin Derek.
Todos días me levanto junto a las primeras luces de la mañana, desayuno, lavo los platos, limpio la casa, salgo a dar un pasea y cuando llego, me siento en el sofá y espero, espero durante horas, con la esperanza de que algún día entre por la puerta y que me bese apasionadamente, como solo él sabe, y que me susurre al oído que todo va a estar, que estamos bien.
Mi familia y amigos me visitan constantemente, me obligan a comer y a beber, y luego se van, no porque quieran irse, sino porque yo les hecho. No comparto su alegría y no soporto sentirla cuando yo estoy tsn rota, es muy egoísta por mi parte pero no tienen derecho a estarlo mientras yo estoy tan mal.
Hemos programado su entierro para dentro de una semana, hasta entonces seguiré sin asumir la muerte de Derek, porque mientras tanto todo será irreal, una pesadilla demasiado largo.
Cada día tengo peor aspecto, estoy más demacrada. Tengo unas profundas ojeras violáceas y mi piel está muy blanca, casi translúcida. Y cada vez estoy más delgada y frágil.
Todos los Jueves me veo obligada por mi padre a asistir a un psicólogo para que trate mi depresión e intente que vuelva la antigua Venus, sin saber que esa Venus ya no existe, murió junto a Derek la noche del accidente.
***
Me siento en un sillón negro y mi mirada se pierde en el cuadro del 'Guernica' que adorna la pared. Los rostros de dolor y terror de los guerreros mientras luchan sobre los cuerpos sin vida de hombres, mujeres y niños estan...macabro y triste.
-Buenos días, Venus, ¿cómo te encuentras hoy? - me saluda el psicólogo, sonriéndome.
-Sola - respondo, seca, sin mirarle si quiera.
-Bien... - traga saliva con fuerza mientras apunta tonterías en su libreta.
No creo en los psicólogos. No creo en como un hombre que no me conoze de nada sepa ayudarme.
-Cuéntame, ¿qué hiciste ayer?
-Esperarle.
-Venus...Derek está muerto, no volverá.
Un puntito de rabia aparece dentro de mí.
-Tienes que hacerte a la idea de que él ya no existe - siguió diciendo - y cuanto antes sea, mejor.
El punto crece, y la rabia se esparce por mi cuerpo. Otra cosa por la que odio a los psicólogos, no tienen tacto.
-Derek está muerto y ya no hay nada que puedas hacer.
Y la rabia explota.
Me lanzo sobre el hombre, soltando tortazos y puñetazos en donde pillo.
-¡¡Derek volverá!! ¡¡No me dejará sola!!
-¡PARA! - grita, protegiéndose la cara con los brazos mientras intenta zafarse de mí.
Entonces la puerta se abre y noto un pinchazo en el cuello, acompañado de un dolor agudo.
Poco a poco mis brazos se vuelven demasiado pesados para levantarlos y caigo al suelo. Intento levantarme pero mi vista se vuelve borrosa, mareándome, hasta que al final todo se vuelve negro.
***
Abro los ojos de golpe, creyendo estar en mi cama, pero en vez de ver el techo azul pálido de mi habitación, me encuentro con uni blanco y brillante.
Me enderezo de un salto y un dolor punzante me recorre toda la columna vertebral. En ese momento una mujer entra, revisando unos papeles.
-Oh, ya te has despertado.
ESTÁS LEYENDO
Último Adiós
Teen FictionLas horas pasaban, la cena estaba fría, pero Derek seguía sin dar señales de vida, ni responder a las persistentes llamadas de Venus, su mujer. Eran una pareja de recién casados, muy jóvenes, pero locamente enamorados. Venus tenía 24 años. Rubia de...