Capítulo uno

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Aclaración: Si el texto está subrayado de esta forma es porque el dialogo es escrito.


Voy a paso apresurado a través de la masa de personas que hace fila en el local, muchos me gritan que no me cuele por lo que les saco elegantemente mi dedo del medio, veo alrededor del lugar buscando una inigualable cabellera castaña rojiza y sonrío levemente cuando lo encuentro.

Mi pecho se acelera por la ansiedad, mi respiración flaquea y mi cerebro dice que huya, pero ya estoy aquí. Ya no hay vuelta atrás

—Bien, Seren. Lo has estado observando de lejos por bastante tiempo, es hora de decir hola y pedir su número.

Empuño mis manos y hago un gesto de apoyo a mí misma, hoy es el día en que dejaré de mirarlo de lejos.

Me acerco a pasos lentos, voy arreglando mi cabello con mis manos hasta que me poso detrás de él, su perfume levemente cítrico deleita mi olfato, pero al ser algo fuerte provoca que un pequeño estornudo salga de mi boca.

—Mierda. —Llevo inmediatamente mis manos a mi boca deseando no haberlo dicho demasiado alto, por suerte parece que no me escuchó.

Aclaro mi garganta para hacer notar mi presencia, sin embargo, el chico no se mueve.

—Emm, hola.

No obtengo respuesta de su parte por lo que me inquieto un poco, es imposible que no me haya escuchado ¿Cierto?

Vamos, que no hablo tan bajo, se podría decir que hasta soy un poco escandalosa.

Me coloco un poco a su lado para llamar su atención, está leyendo un libro y parece bastante concentrado, me inclino un poco y puedo ver la portada de este.

¿El rey feliz y otros relatos? * Me encanta ese libro. —Intento un poco más alto, pero sigue sin inmutarse. Empiezo a creer que es sordo.

Me coloco por completo a su lado y me balanceo sobre mis pies, parece que nota mi presencia y por fin levanta su mirada. Sus ojos grises provocan que me tambalee un poco por lo que dejo de balancearme y le sonrío, me devuelve la sonrisa mientras enarca una ceja y puedo sentir la baba caer por mi barbilla, me da un breve saludo con la mano y le respondo de la misma forma.

—Me gusta mucho el libro que estás leyendo ¿Puedo sentarme? —El chico abre y cierra su boca dos veces.

Me remuevo incómoda, quizás quería estar solo y disfrutar un buen libro sin la compañía de alguien, siempre está solo cuando viene aquí.

Veo como rasca su cabello un poco, marca la página de su libro con suma elegancia y se aclara la garganta mientras me da una pequeña sonrisa.

—Disculpa, es algo raro decir esto... porque ni siquiera sé si lo haré de forma correcta. — Su voz es algo ronca y aterciopelada, pero habla con suavidad, casi como si fuese difícil hacerlo. —No puedo escucharte... soy sordo.

Sus mejillas se sonrojan levemente y sus bonitos ojos me miran fijamente, yo me mantengo estática en mi lugar mientras espero que ría diciendo que es una broma o algo parecido, pero no sucede.

—¿Tú no puedes oírme? — Hago extrañas señas que provocan que el chico ría con suavidad y sus ojos se achiquen.

Yo podría enamorarme de esa risa.

Veo como saca lápiz y papel de un pequeño bolso negro que tiene a su lado y me lo tiende con una sonrisa.

—De verdad... no puedo escuchar. - Rasca su cuello y puedo jurar que parece apenado. — ¿Podrías escribirlo?

No sé por qué parece apenado si la que debería sentirse así soy yo, es decir, le estoy diciendo a alguien sordo si acaso puede oírme.

Puedo sentir mis mejillas calientes mientras escribo en el papel, podría apostar que parezco una cereza en este momento.

Podrá parecer cruel que pregunte, pero ¿Cómo puedes hablar?

El chico enarca una ceja con diversión mientras lee la nota, luego vuelve su vista a mí y puedo ver cierta comprensión en su semblante.

—Sordo no significa mudo... Alguien sordomudo por lo general es de nacimiento... y de cualquier modo ya existen formas para que pueda aprender a hablar. — Si antes parecía una cereza estoy segura de que ahora debo estar totalmente roja.

Su reloj emite una alarma nada escandalosa mientras vibra, empieza a guardar su libro en su pequeño bolso, escribe rápidamente una nota y guarda su bolígrafo. Me extiende la nota, sonríe y se va.

Parpadeo dos veces antes de leer la pequeña nota que me pasó y sonrío nerviosamente.

Creí que lo primero que preguntarías sería mi nombre, de cualquier modo, lo diré.

Espero volver a verte temeraria.

Kleinod Rood.

Temeraria, linda forma de llamarme imprudente.

***

—Espera, déjame ver si entendí. — Mi papá se encuentra comiendo pollo frito en el sofá, me señala con un muslo y frunce un poco el ceño mientras una sonrisa burlona se instala en su rostro. —Por fin decides hablarle al chico del que me llevas contando por al menos tres semanas y resulta que es sordo.

Asiento rápidamente mientras llevo un trozo de pechuga a mi boca.

—Y cuando te pide que escribas en un papel, no se te ocurre mejor cosa que preguntarle porqué habla. — Estoy segura de que mis mejillas se tiñen y esta vez mi amado progenitor deja salir una risa escandalosa.

—¡No te burles! Estaba nerviosa. — Hace caso omiso a lo que le digo y sigue riendo.

Mi madre se acerca a nosotros con lo que parece un tazón de verduras y nos la quedamos mirando fijamente.

—¿Qué? Estoy intentando ser saludable. — Papá rueda sus ojos y le sonríe dulcemente.

—Lissie, cariño, te apoyaremos en tu intento por ser saludable. — Toma la porción que pertenecía a mamá y la coloca a un lado. — Así que nada de pollo frito para ti.

Observo divertida como quién me dio la vida ve con deseo el pollo frito, pero aun así se contiene de comerlo.

—Bien, ¿De qué hablaban? — Papá vuelve a reír a lo que yo ruedo los ojos.

Le cuenta a mamá toda mi travesía de hoy con el pelirrojo y como terminé siendo una imprudente con él.

—Definitivamente saliste a tu padre. — Niega con su cabeza mientras sonríe. — Al menos obtuviste su nombre, linda.

Después de otro rato de burlas, termino de comer y decido ir a mi habitación a avergonzarme en la comodidad de mi cama. Saco la nota del bolsillo de mi chaqueta y sonrío al leer su nombre.

Kleinod Rood.

No me presenté, supongo que mañana tendré que hacerlo chico astuto.


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*Referencia a "El príncipe feliz y otros cuentos" De Oscar Wilde.


Primer capítulo, yaaaay.

No hay muchos cambios realmente, siempre me gustó como estaba, quizá dentro de unos años (porque seré realista y no diré que meses) quiera cambiarlo aún más, por ahora no, me gusta mucho.

Agradecería mucho que le dieran una oportunidad a esta historia, sus votos y comentarios serían de muchísima ayuda.

Nos vemos después <3







Ruido y silencio [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora