Porque detrás de cada acción hay una razón.
Portada hecha por mi.
Historia escrita por mi.
Algunos datos, edades, nombres, apellidos han sido modificados para que la historia se pueda desarrollar de una mejor forma.
Estaba mirando televisión en la sala de mi apartamento sin nada más que hacer.
Bora luego de que salimos del instituto había decidido terminar los trabajos que tenía pendientes para la próxima semana ya que Siyeon le había propuesto salir alguno de esos días y ella no quería tener que preocuparse por trabajos innecesarios.
Yo por mi parte lo llevo con calma; siempre dejó todo para última hora, pero lo termino haciendo y sacando buena nota en el proceso.
Mis ojos me estaban comenzando a pesar, no había dormido bien los últimos días por algunas pesadillas que se habían manifestado, pero ya que no tengo mucho que hacer creo que dormiré al menos unas 3 horas.
Así que solo deje que los brazos de Morfeo me abrazaran y me adentraran al mundo de los sueños.
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Apreté mis ojos antes de abrirlos, la luz que emanaba el televisor me fastidiaba en los ojos, así que a ciegas busqué el control remoto y cuando logré agarrarlo apagué el televisor.
Traté de dormirme nuevamente, pero el sonido irritante de que estaba entrando una llamada a mi teléfono logró hacer que soltara un gruñido de fastidio.
Estiré mi brazo para tomar el aparato que estaba en la mesa de centro y sin mirar quien era contesté.
-¿Hola?-mi voz salió ronca y rasposa
-De verdad no puedo creer que te hayas olvidado de recoger a tu prima, Unnie-dijo la otra persona a través de la línea
-¿Quién eres?-pregunté mientras me sentaba bien el sillón y soltaba un bostezo
-Tonta Unnie, soy Dami ¿Se te olvidó que hoy regresaba de mi viaje a Tailandia?-abrí mis ojos al ya está un poco más consciente y recordar
-Mierda, se me había olvidado-me levanté tan rápido del sillón que me mareé un poco y volví a caer sentada sujetándome la cabeza
-Sabiendo como eres, de seguro te quedaste dormida-estaba segura de que había rodado los ojos cuando dijo eso
-Lo siento Dami, ya voy para allá-dije mientras tomaba mis zapatos y me los ponía
-Espero que no tardes mucho, tengo hambre y no tengo nada de comer en este momento-se quejó, está vez yo rodé los ojos
-En 20 minutos estoy allá, adiós, te quiero-colgué y tomé las llaves sobre la mesa para salir del apartamento
En el aeropuerto
-Me debes una buena comida Unnie-dijo Dami apenas salimos del aeropuerto y nos montamos en un taxi
-Conociéndote, de seguro y me dejas sin ahorros-me quejé luego de darle la dirección al conductor
-Tu igual te los gastas cuando no estoy-contraatacó
-¿Me estás diciendo gorda?-la miré ofendida
-No, solo digo que tienes un mal manejo de tu dinero así no tengas algún acompañante-se encogió de hombros, yo solté un bufido
-Claro que sé manejar mi dinero mocosa, por algo tengo un apartamento-respondí mirándola de reojo
-Apartamento que tienes que pagar a principio de cada mes porque no se recibe luego ningún pago-alegó
-¿Desde cuándo te volviste tan irritante?-pregunté mirándola directamente esta vez
-Desde que aprendí a tener carácter de Chef, sabes que esos son de lo peor para discutir-respondió
-Supongo que es verdad-acepté con rendición-Y dime, ¿Qué tal estuvo todo en Tailandia? ¿Lograste aprender algo en ese curso de cocina?
-Si, aprendí muchas técnicas y recetas, tal vez pueda cocinarte alguna luego y así dejas de comer comida chatarra-respondió, yo rodé los ojos
-Cuando vuelvas a asistir a un curso me aseguraré de que no te enseñen a tener más carácter, tengo suficiente con este-sentencié
-No creo que eso sea posible, pero puedes intentarlo-alegó-¿Cómo ha estado SuA Unnie? Es raro que no haya venido
-Han pasado muchas cosas desde que te fuiste, así que tendría que explicarte todo punto por punto-respondí
-Pues viendo el tráfico que hay-miramos a través del parabrisas la gran fila de autos frente a nosotras-... Puedes ir empezando de una vez
