Porque detrás de cada acción hay una razón.
Portada hecha por mi.
Historia escrita por mi.
Algunos datos, edades, nombres, apellidos han sido modificados para que la historia se pueda desarrollar de una mejor forma.
Mordí mi dedo inquieta, miraba el aparato móvil sobre mi cama; esperando que Siyeon me llamará como prometió.
-¿Porqué no llamas?-pregunté sin quitar la vista del celular
Ya eran las 10 PM y no sabía si Siyeon estaba bien o no. Luego de lo que me dijo Chungha planeaba ir por Siyeon de una vez a su trabajo para asegurarme de que estuviera bien, pero no pude hacerlo porque la profesora Kim me lo impidió por la clase.
-Al diablo, la voy a llamar yo-tomé mi teléfono decidida a marcar el número de Siyeon, pero en ese instante recibí una llamada de ella-¿Hola? Siyeon dime que ya llegaste a casa, ¿Porqué no me llamaste antes? No sabes lo preocupada que estaba por ti
-¿Eh? Yo no soy ninguna Siyeon, encontré un celular tirado en la acera y vi que estaba desbloqueado y llamé al primer contacto que había-dijo aquella persona
Apreté los labios para evitar pensar en lo peor.
-Entiendo, disculpe pero ¿Podría decirme dónde está para ir por ese celular? Es de mi novia y de seguro se le cayó sin darse cuenta-traté de sonar segura
-Claro, es a una cuadra de la biblioteca "Corea DC" No sé si la conozca-mencionó
-S-si...La conozco, iré de inmediato-respondí mientras terminaba de ponerme mis zapatos-gracias por llamar y avisarme
-No hay de que señorita-respondió antes de que yo colgara para salir rápidamente de casa
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Ya me había encontrado con la persona que había hallado el teléfono de Siyeon; era un señor más mayor que yo y era bastante amable. Le agradecí luego de que me lo diera y me devolví a casa inmediatamente.
Cerré la puerta de mi casa y me apoyé en ella mientras miraba a la nada; apretaba contra mi pecho el celular de Siyeon, no pude evitar la primera lágrima que se deslizó por mi mejilla.
-Por favor...-miré hacia el techo-que esté bien y que regrese conmigo, es lo único que pido
Siyeon
Mi cabeza dolía, trataba de abrir mis ojos pero sentía mis párpados pesados.
-Sienten a cada uno en esas sillas y amarren sus muñecas y tobillos a la silla-alcancé a escuchar
Aún sin abrir mis ojos pude sentir como me agarraban bruscamente de los hombros y me jalaban hacia atrás para apoyarme contra el espaldar de una silla; también sentí como mis muñecas eran amarradas con fuerza al igual que mis tobillos. Estaban muy apretadas.
-Todo listo capitán-dijo otra voz distinta a la que había escuchado anteriormente
-Bien, llamaré al jefe para saber cuál es el siguiente paso-respondió el portador de la primera voz
Apreté mis ojos una vez más para tratar de abrirlos; al principio solo pude entrecerrarlos un poco por la luz que daba directa en ellos, cuando finalmente logré abrirlos por completo miré a mi alrededor lentamente por el dolor de cabeza.
-¿Dónde es-estoy?-giré mi cabeza hacia un costado al reconocer esa voz
-¿Seoho? ¿Qué sucedió?-pregunté extrañada al verlo en las mismas condiciones que yo
-¿Lee? ¿Qué rayos haces tú aquí?-preguntó estupefacto
-Pues si lo supiera no estaría aquí mirándote como bicho raro y preguntándotelo-respondí sarcástica
-Oh pues disculpa "Miss Simpatía" yo no tengo la culpa de tampoco saberlo-me respondió de igual forma
Ambos nos fulminamos con la mirada durante un largo rato, hasta que fuimos interrumpidos por pasos acercándose.
-Veo que han despertado-mencionó un chico de cabellos castaños-el capitán no tarda en venir para decirnos las órdenes a cumplir
-¿Capitán? ¿Órdenes? ¿De qué diablos hablas imbécil?-lo cuestionó con furia Seoho-¡Quítame estás malditas cuerdas de encima y déjame ir!
-Calla Lee, si no quieres que te corté la lengua por insolente-dijo otro chico de cabellera negra acercándose-si estás en estas circunstancias es porque el jefe así lo requirió
¿El jefe? ¿Es qué hay alguien más detrás de todo esto?
Miré a Seoho por el rabillo del ojo y pude notar como se tensaba al escuchar lo dicho por aquel chico.
-Tú eres la Lee del medio, ¿No es así?-miré con el ceño fruncido al chico que me miraba de arriba a abajo con una sonrisa lasciva-que pena conocerte en estas circunstancias, si nos hubiéramos conocido antes ya te tendría en mi cama gimiendo mi nombre
Hice una mueca de disgusto ante sus palabras.
-No muchas gracias, prefiero a las mujeres-contesté con tono de asco-ellas son mucho mejores en la cama, al menos dan mejores orgasmos que los hombres como tú
Pude escuchar como Seoho ahogaba una risa mientras que el tipo me miraba con enojo.
-Escucha maldita perra, tu a mi no me vas a humillar de esa manera si no quieres que me encargué de tu querida hermanita-apreté la mandíbula con fuerza-¡Eso sí que te molesta! Que toquen a tu hermana pequeña es un pecado para ti, ¿No es así?-me miraba con burla mientras yo apretaba mis puños apesar de lastimar mis muñecas por el roce con las cuerdas que las tenían amarradas-¿Porque no imaginas esto? Yo, tomando a tu querida hermanita por el cabello mientras me la follo con fuerza y ella gime de placer
-¡Cállate maldito imbécil!-me sorprendí al escuchar la voz de seoho-ni se te ocurra volver a hablar así de ella
-¡Oh pero que dulce! Al final Seoho si quiere a su hermana menor-lo miraba con burla-que triste que lo haya admitido cuando está apunto de morir
-¿Qué?-fruncí mi ceño al escuchar lo último-¿Cómo que morir?
-Para eso están aquí-todos desviamos la mirada hacia la nueva persona que ingresaba al lugar, su cabello era del mismo tono de rubio que el mío-por órdenes del jefe ustedes fueron secuestrados y traídos aquí para que él pudiera ajustar cuentas
-¿Cuentas de qué? Yo no le debo nada a nadie-refuté inmediatamente
-No se trata de dinero, niña-me dio una mirada seria-él busca algo más que eso
¿Algo más que dinero? ¿A qué diablos se refiere?
-¡Ow, Boo hoo! ¿Acaso les da miedo que les puedan hacer que se quedaron tan callados?-se volvió a burlar el pelinegro de antes
-Ya para Lucas, eres irritante-se quejó otro pelinegro que estaba sentado a unos pasos de nosotros
-¡Pero Win! Es divertido-se quejó haciendo un puchero
-Hyung, Win Win Hyung tiene razón-un rubio de mechas de colores habló-tus comentarios son irritantes y muy malos
El pelinegro de nombre Lucas iba a volver a quejarse, pero el rubio, que al parecer era el jefe, lo hizo callar.
-He hablado con el jefe y dice que está en camino, pidió que lo esperáramos aquí-explicó-y que por nada del mundo le quitaramos la mirada de encima-nos señaló
