Jeddy

Espera, Teddy

En cuanto Teddy se abalanzó sobre mi para darme aquel beso mi cuerpo quedó completamente paralizado.

¿Por qué hacía esto?

-Aléjate de mi- solté firmemente.

Yo no soy una persona a la que pueden tratar como basura y al instante pedirme perdón como si todo fuese a arreglarse.

-¿De verdad crees que te voy a perdonar después de haberme tratado de esa manera?- estaba lleno de rabia.

-James..- quiso calmar un poco las cosas pero recién comenzaba.

-No se porque le hice caso a Victoir, no debí de haber venido- dije mirando al suelo.

-¿Victoir? ¿Que tiene que ver ella con esto?-cuestionó Teddy a lo cual yo simplemente me limité a negar con la cabeza.

-Terminamos, Edward- dije sin más, no quise mirarlo  al rostro seguía mirando al suelo pero por lo que pude notar de mis ojos salía agua.

Tome de las pocas fuerzas que me quedaban y salí corriendo de aquel lugar.

Definitivamente ya no quería ser ni formar parte de la vida de Teddy, aunque muy adentro de mi, mi corazón dijiera lo contrario.

-Espera, ¡JAMES!- escuchaba detrás mío, a lo cual yo ignoré y seguí corriendo.

No supe en qué momento dejé de correr puesto que termine adentrado en el bosque prohibido.

Genial, pensé para mi mismo.

-Tal parece que por fin te dignaste a dejar a Teddy- escuché detrás mío lo cual provocó que se me erizara la piel.

Al principio no sabía de quien se trataba pero cuando volvió a hablar supe de quien se trataba.

-Yo sabía que lo suyo no iba a durar, pero al parecer nuestros gustos son iguales- dijo escaneándomela con la mirada.

-¿Que es lo que quieres Sanders?- mire a aquel Hufflepuff con desprecio.

-¿Yo? Nada- solto sin más.

-Me refiero a ¿Porque estás en el bosque prohibido?- nadie nunca viene aquí.

-Bueno querido James, venir al bosque prohibido es uno de mis pasatiempos- sonrió de oreja a oreja- Supongo que tú viniste para esconderte ¿no es así?

-Pff, ni al caso- rode mis ojos- simplemente quería salir a tomar aire fresco.

-Ajam, bueno y supongo que aquel chico de cabellera rubia que está gritando tu nombre no tiene nada que ver.

Gire mi cabeza para ver de qué era de lo que estaba hablando, y en efecto Teddy había logrado conseguir seguirme hasta aquí.

-No te importaría que lo llamara para decirle que estás aquí, ¿cierto?-sonrió maliciosamente.

-Shhh- trate de hacer que bajara el tono de voz.

-Asi que si estabas huyendo de el- me miro fríamente lo cual provocó que me diera un escalofrío.

-Si, pero por favor no le llames- insistí con todas las fuerzas que me quedaban.

-No te preocupes no lo voy a hacer- un ambiente de alivio me rodeo al saber que no le iba a llamar.

-¡TEDDY, JAMES ESTA AQUÍ!- gritó con todas sus fuerzas, salté encima de el con intención de noquearlo pero aquello provocó que nos calláramos a una ladera.