—¿Me estás desafiando?–me dice acercándose aún más a mi, casi podía rozar sus labios con los míos.
—Puede...
Y en ese momento me besó. Sus labios eran carnosos y rosados, parecía que encajaban a la perfección con los míos como dos piezas de un perfecto puzzle. Mi respiración era muy agitada y se escapaban pequeños y casi inapreciables gemidos de su boca. Me encantaba besarle y sentir su lengua girar con la mía como dos bailarines al compás de la música. De repente separó su boca de la mía y me dijo:
—Pensé que me empujarías y cortarías el beso.
—Solo quería comprobar si eres de los buenos.–dije sin siquiera darme cuenta de lo que acabada de decir. ¿En serio había dicho eso? Que maldita estupidez.
—¿De los buenos?
—Sí, de los buenos.–le susurre antes de apartarme de el.
Me agarró por la cintura y le dije:
—A lo mejor va a ser que no eres de los buenos.
—Me importa una verdadera mierda ser de 'los buenos' o no, solo sé que necesito sentir tus labios otra vez junto a los míos.
—Eso tendrás que ganartelo campeón, yo no soy la típica a la que se consigue con un par de palabras bonitas.
—Me gusta lo difícil.–me dijo, haciendo que la respiración se me cortará. ¿Pero qué narices me estaba pasando?
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Más de ti que de mi
Novela JuvenilAna pensaba que eso del amor era un cuento que solo ocurría en las novelas románticas, que en la vida real jamás llegaría alguien que te pusiera el mundo del revés, o al menos eso pensaba ella. Pero no tenía ni idea de que toda su forma de ser y de...