ONE SHOTS. | SNK

𝙇𝙚𝙫𝙞 𝙊𝙣 𝙄𝙘𝙚 / Part 3

—Muchas gracias por haberme dado el día señor...claro...nos vemos mañana.

Finalizó la llamada para después irse a tomar una ducha, puesto que en unas pocas hora se encontraría con Levi.

[...]

Mientras el jabón aún recorría el cuerpo de Eren, este no dejaba de pensar en que es lo que sucedería. Estaba totalmente desconcertado y aún se atormentaba por no saber si contarle a su amigo de aquello que le estaba pasando.

Después de tantas vueltas había concluido que no le diría, aún estando en esa situación tan extraña.

Se vistió con una sudadera, puesto que aquella le hacía sentir cómodo y era algo que casi siempre vestía para salir.
No era mucho de peinar su cabello, ya que lo tenía lacio y no era necesario, así que simplemente optó por recogerselo y salir rápidamente de su casa.

Antes de salir le mandó un mensaje al pelinegro avisándole que ya iba para la dirección que le había asignado.

¿Acaso era buena idea ir a ese lugar con un chico que apenas conocía? si, habían hablado un poco el día anterior, pero aún así no le conocía tanto. Se le estaba yendo de las manos ir a un lugar desconocido con aquel, sin embargo el hecho de que el pelinegro fuera tan directo respecto a sus sentimientos le hizo engancharse más.

Observó el celular y ya estaba a unas cuadras de llegar al sitio, su corazón estaba vuelto loco y ni siquiera sabía porque, aquel le parecía sumamente atractivo y también fue una de las cosas por las que estaba llendo a aquel lugar.

Pasados unos minutos finalmente había llegado, era un bar y al parecer no estaba abierto gracias a aquel cartel que se encontraba en la puerta con letras grandes señalando: "CERRADO", ¿acaso aquel chico le estaba vacilando?

Escuchó unas risas provenientes de aquel lugar, no le tomó mucha importancia puesto que imaginó que serían algunos trabajadores.

Decidó mandarle un mensaje al mayor, ya que llevaba unos cuantos minutos ahí. Y el pelinegro ya había avisado que se encontraba en el lugar.

El castaño miró hacia los lados puesto que no sabía donde se encontraba aquel chico.
De pronto se escuchó la peculiar voz de el pelinegro, proveniente de el bar, justo detrás de él.

Se giró para rencontrarse con aquella mirada, esa mirada que a todo mundo le erizaba la piel.

—Entra.

Ordenó el mayor para que después el castaño caminara dentro.
Mientras caminaban hacia donde sea que le llevaba no decía nada, el ambiente era completo silencio.

Joder, esto es realmente incomodo.

—¿De quién es este lugar?

Intentó que aquel momento no fuese tan... Intenso

—Es de una amiga...

Que seco es...

—Ah, entiendo.-Rascó su nuca en señal de confusión pues no sabía de que más hablar.

El mayor notó como aquel se comenzaba a sentir incomodo así que trató de no ser tan duro con él.

—Cuando no tengo entrenamientos y básicamente estoy desocupado, mi amigos y yo nos ponemos de acuerdo en vernos aquí para pasarla bien...

El castaño prestó atención a lo que el pelinegro le contaba.

—Ya veo...

Aquellas voces se hicieron más notorias y cuando el mayor abrió la puerta de un cuarto, el castaño pudo finalmente ver a ese grupo de personas que hace un momento reían.