Capitulo 8

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POV JESSICA CAPSHAW

Hace tres días que la abogada Phillips, llamó a mi numero telefónico. Ojala en esos momentos la latina hubiera estado masajeando mi pelvis, mientras yo gemía con lujuria su nombre hasta llegar a un poderoso climax. Digo, así hubiera tenido la perfecta excusa para no responder al llamado y tal vez, solo tal vez, no estuviera en camino al despacho.

El señor Adel Miller, un hombre de 46 años, proveniente de Filadelfia, Pensilvania. Ha ganado el 93% de los casos que han llegado a sus manos a lo largo de su carrera profesional. Al parecer estudio en una universidad acorde a sus expectativas de vida, cultivando y profundizando sus talentos desde el primer momento, llegándose a desarrollar de manera personal y profesional. Obtuvo calificaciones mas que gratificantes, consiguiendo su puesto en el cuadro de honor cada semestre, sin falta. Finalmente, desde el año 2009, es considerado uno de los abogados mas reconocidos e importantes de los Angeles-California en los últimos 11 años.

Si, admito haber pasado horas indagando en paginas web sobre este sujeto, no me podía conformar solamente con su biografía, que por cierto, estaba mas larga que mi texto de sociales en noveno grado. Al fin y al cabo, estamos hablando de mi futuro como madre, no podría confiarselo a cualquier abogado, por mas bueno que parezca. 

—Sra Capshaw. Pase a mi oficina por favor. — Dijo un hombre pelirrojo de ojos color miel, Miller, vestía un traje de lana color azul marino, una corbata de seda del mismo color, y unos zapatos oxford lisos negros.

—Un gusto conocerlo abogado. Me han hablado maravillas de su trabajo.  — Dije estrechando su mano.

—El gusto es mío. He trabajo para los Ramírez durante, ya, un largo tiempo. Me sorprendió el llamado de la señora Sara para pedirme atender el caso de una amiga. Usted debe ser muy importante para ella, en todo el tiempo que la conozco nunca ha hecho un gesto similar por alguien más.

—Hemos tenido nuestra historia. — Comenté, mientras se manifestaban vagos recuerdos en mi cabeza, no todos muy inocentes.

—De seguro que sí. Ahora, concentrémonos en su caso. — Acercó una carpeta folder donde parecía tener varios documentos, en uno de ellos escribió mis dos nombres y apellidos en la parte superior izquierda.— Por lo que me comentó Sara, necesita ayuda con una demanda presentada por su ex esposo.

— Es mi esposo, aun estoy casada con el.

—Ya veo... ¿me puede comentar un poco más acerca de la demanda?

— Quiere la custodia de mis cuatro hijos, no se la merece y no se la pienso dar. — Dije segura de mi misma.

— He tratado muchos casos como este señora Capshaw, no tendremos el mayor de los problemas, sin embargo, el que este casada con el, va a dificultar el procedimiento. Dígame, ¿piensa divorciarse de este hombre?

>¿Piensa divorciarse de este hombre?< cinco palabras, cinco palabras que quedaron resonando en mi mente.

—S-si. — respondí, después de que me preguntara por segunda vez.

—Le mandaremos los papeles de divorcio a la abogada Phillips, por ahora, es lo único que podemos hacer.

—¿Cuando será nuestra próxima reunión? — Pregunté.

—Cuando Gavigan firme los documentos agendare una cita al despacho y procederemos a analizar su caso detenidamente.

— Gracias abogado. — Dije despidiendome de Adel con un apretón de manos.

Al salir del despacho ya eran las 3:09  de la tarde. Shonda me había dado el día libre para ir con el abogado y ahora tenía el resto de la tarde para disfrutarlo.

Las calles de los Ángeles siempre me parecieron muy hermosas, con los vendedores ambulantes ofreciendo fruta fresca, roscillas espolvoreadas con harina o grajeas de colores y alguno que otro recuerdo para turistas.

Cuando era pequeña amaba ir a un pequeño puesto de comida en el centro del parque Barthmeyd. Recuerdo con nostalgia que vendían chocolates de coco, chicles de canela, helados de diferentes sabores, galletas de vainilla, pero sobretodo me encantaba comer los brownies con nuez, una especialidad de la casa. Lo fabrican con cacao exportado del Ecuador, considerado una de las mejores joyas del país.

En camino al hotel pase por un brownie  de nuez. Delicioso como lo recordaba. — pensé en voz alta.

SUNSET TOWER📍

— Querida Jess, que gusto verte por aquí. — Habló James. —Al parecer había salido unas cuantas horas antes del trabajo. Según pude ver esta mañana en el cronograma de la morena, hoy no se desocuparia hasta las 12:00 A.M. tiene varias grabaciones en diferentes partes de la ciudad por lo que el equipo estaría movilizándose constantemente.

—¡James! ¿también de vacaciones? — Dije en un tono sarcástico.

—Así es, el horario de hoy fue ligero. Decidí ir a un club de improvisación teatral al sur de la ciudad. Me reí como nunca antes lo había hecho.

—La próxima podríamos ir juntos, suena divertido lo que dices.

—¡Me encantaría llevarte querida Jessica! Por el momento este cuerpo cansado necesita un chapuzón en el jacuzzi.

—Disfruta, James. — Intercambiamos unas cuantas risas y nos despedimos.

9:34 P.M.

Velas aromáticas olor a lavanda perfumaban cada esquina de la habitación, aportando frescor y tranquilidad.

Me encontre sentada en el balcón, admirando la noche iluminada, se podía observar con claridad una luna entera rodeada de cientos de estrellas. Por otra parte, las calles de la ciudad estaban pacíficas, no había mayor tránsito vehicular y podía escuchar el  cantico de los grillos cerca de mi oído.

Simplemente, ¡mágico!

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Espero que les gustara el capitulo de hoy queridos lectores.✨

Capmirez - Entre Tus BrazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora