Capitulo 47.

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Espinitas en el corazón.

-Luego de que una mesera llamará a Alejandro, alegando que en el bar habían hombres acosando a las chicas, decidimos ir. Dominic intento pedirles amablemente que se fueran, pero los hombres se negaron, ahí entro Alejandro en su papel de impulsivo y empezó la pelea .-dijo Daniel, con una bolsa de hielo en la cara -salimos de ahí, porque fueron los hombres los que pidieron que no llamaran a la policía; los celulares no los dejaron como parte de pago, sino como garantía de que regresarían a pagar. 

-Eso me costo un ojo de la cara .-dijo Samuel, bastante serio.

-James y Angelica se juraron amor eterno mientras Dominic y Camille hacían su show, competían por quien se vería mas sensual .-seguía hablando Daniel. Alejandro tenía una mano en la frente, como si estuviera esperando que explicará algo mas -Alejandro intento toda la noche hablar con Verónica, pero Camille siempre se la llevaba o Angelica no lo permitía; al final, se pelearon detrás de la cantina y mientras eso, yo me peleaba con otro hombre, sabrá Dios porque.

-Entonces, ¿por qué Angelica y Alejandro terminaron besándose? .-pregunto Camille. Nadie pudo responder, Gregorio me veía con lastima, Samuel rodó los ojos y se adentro en la cocina.

-Yo no recuerdo nada .-dijo Angelica, con la cabeza hacia abajo. No la culpaba; la verdad, era que sentía que todo me daba tan igual, lo único que quería era desaparecer.

-El padre llamo a la policía, luego de que irrumpieran en su iglesia y lo hicieran casarlos .-dijo Samuel, tirando unas fotos encima de la mesa -James, Camille y Verónica se fueron en un auto bus por un lado, Alejandro, Dominic y Angelica se fueron corriendo en dirección al hotel donde acabaron, por eso terminaron en diferentes puntos de la ciudad.

-Y por último, la cereza del pastel, la razón de que no se acuerden de nada .-dijo Gregorio, tirando una bolsa con unas hojas blancas, parecían de una flor -eso lo pusieron en las bebidas, mucho antes de que ustedes las tomarán.

-¿Quién nos quería drogar? .-dije yo, agarrando la bolsa.

-¿Dónde encontraron eso? .-dijo Alejandro, arrebatándome la bolsa de las manos; no podía negar que cada vez que él tocaba mi piel, sentía una electricidad, una tensión pequeña.

-En un basurero, en el sótano del bar, al lado del ring .-dijo Gregorio.

-Hemos hablado mucho con Gregorio estos días, sobre el peligro que todo esto esta representando tanto para ustedes, como para nosotros .-dijo Samuel, sentándose en un sofá -lo mejor será que Gregorio se lleve a Verónica después del matrimonio, enviaré a Daniel a un internado, esperaremos a que pase el juicio para ver que haremos con Alejandro, los demás se quedarán trabajando el bar, porque, al fin y al cabo, es mas de ellos que mio.

-Yo no iré a ningún internado .-dijo Daniel, levantándose bruscamente del sofá.

-Yo no me iré con Gregorio, ni que estuviera loca .-dije y me hice al lado de Daniel.

-No pueden pretender que estemos de acuerdo con que nos separen, hemos pasado por muchas cosas los últimos meses .-dijo Alejandro, haciéndose a mi lado.

-A Verónica le faltan pocos meses para ser mayor de edad, pediré la custodia mientras tanto si es necesario, pero ella no se ira con usted .-dijo Camille, viendo a Gregorio; se hizo al lado de Alejandro.

-Yo pediré la custodia de Daniel, tampoco se ira sin nosotros .-dijo Dominic. Sin duda, los papás del grupo; serían muy buenos en un futuro.

-No van a hacer lo que ustedes quieran, ¡sino lo que yo les diga! .-gritó Samuel, ninguno se inmuto ante eso.

-¿Qué harás, Samuel? Porque, que yo recuerde, los que hacemos todo por ti somos nosotros, ¿qué harás si no estamos? .-dijo James, haciéndose al lado Dominic.

-¡Lo único que he hecho, a sido protegerlos! .-sip, Samuel había perdido la paciencia. 

-Has protegido tus intereses, tus empresas, tu imagen. Dejaste avanzar una guerra con Alexander, no te importo que alguno de ellos terminará muerto por culpa de eso, ¿tienes sentimientos? .-dijo Angelica, bastante seria; haciéndose al lado de James.

-Deja de hacerte la victima, Samuel .-dijo Camille. Al parecer, dio donde era. Samuel salió de la mansión, Gregorio salió detrás de él.

-Y, ¿ahora qué? .-preguntó Daniel.

-Hay que irnos, pequeño .-dijo Camille -empaquen lo que puedan, veremos como nos acomodamos en el apartamento mientras encontramos algo mejor.

-dijo Camille -empaquen lo que puedan, veremos como nos acomodamos en el apartamento mientras encontramos algo mejor

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-¿Ya estas lista? .-dijo Alejandro, entrando a la habitación. Solo había empacado la ropa, lo demás no era mío.

-Si, ya bajo -respondí, sin querer darle mucha importancia.

-¿Qué es esto? .-dijo él, viendo el sobre que me había entregado la chica del cajero -¿por qué no habías dicho nada?

-No son las mismos notas, Alejandro. Esta es escrito a mano, no hay iniciales, no hay nada que indique quien lo envío .-dije y baje las maletas de la cama.

-Estas corriendo peligro, Verónica. Esto no es un juego .-dijo él, acercándose a mi.

-¿Ahora te preocupas? ¡vaya! pero si a penas ayer me decías que no me necesitabas, que me fuera .-dije, en tono de burla. 

-¿Sabes que razones tuve para hacer eso? .-preguntó él, apretando la mandíbula. 

-Lo único que hiciste fue confundirme, una y otra vez .-dije y el se acerco mas.

-Debes entenderme. 

-Entender, ¿qué?

-Sabes que te quiero .-tomo mi cara con sus manos y con su pulgar acaricio mi mejilla.

-Demuéstralo .-dije, mientras sentía que mis ojos se cristalizaban. 

-No puedo 

-¿Por qué?

-Estar conmigo es llevarte al abismo y no quiero eso .-dicho esto, él acerco mas su cara a la mía, con la intención de un último beso. Sentía pequeñas espinas en el pecho.

-Púdrete, Alejandro .-dije, cuando sus labios estaban rosando con los míos. Me separe de él y cogí mis maletas, con toda la intención de salir de la habitación .-¿Sabes? Yo si me hubiera arriesgado por ti, yendo por el abismo del que me hablas, feliz porque estábamos juntos.

Mi Novio el NarcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora