Protegeme ( Ross lynch & tu)

cap 11

______(tn) arqueó su cuerpo ante Ross al sentir la primera fricción que hizo. Y eso que aun había ropa entre medio. Poca, pero la había. Deseo saber cómo se siente a carne viva. Ross apartó las copas del sujetador. _____(tn) tenía vergüenza. Era la primera vez que se exponía con tan poca ropa delante de un hombre y Ross en tan solo cinco días la tenía maullando como una gata en celo. Deseosa, llena de lujuria… destrozando los tabúes. ¿Tabúes? Eso era… lo que iba a pasar entre ellos, no tenía que pasar.
Pero… oh dios mío. La lengua de Ross empezó a acariciar sus endurecidos pezones, sus dientes los tensaban aun más y la suavidad de sus labios eran como el más caro de los camisones de seda que se hubiera puesto _____(tn). Sintió como Ross apartaba el hilo del tanga, como lo hacía a un lado y pasaba un dedo por el punto más prohibido del cuerpo de ___(tn). Ross fue el que gimió ahora. Sentirla tan mojada, sentir su suave carne que resbala en mis manos… sentir como se estremece. “Esto es lo más excitante que he vivido nunca, ostia. Quiero oír como grita mi nombre hasta caer rendida en el mayor orgasmo de su vida.”

- Ross… - murmuró ella, ahora con los ojos entrecerrados.

- Shh… - dijo inclinándose en su cuello de nuevo – no sabes lo hermosa que te ves, ____(tn)... – dijo su nombre con tanta sensualidad en su tono de voz que se le puso la piel de gallina – te voy a dar placer… mucho… - le mordió el cuello – así que relájate y disfruta…

En ese preciso instante Ross introdujo un dedo en el interior de ____(tn). Le dolió un poco, pero no le dio importancia. Ella volvió a sentir un gemido de Ross… y como su pene se clavaba en su muslo, mientras la tocaba. La mano de Ross empezó a moverse, adentro, a fuera, en círculos… tan hábil que Deena sintió que no aguantaría mucho. Un segundo dedo fue a parar en el interior de su vagina. Gimió. Ross se relamió los labios, como si pudiera saborear los jadeos de _____(tn). Adoraba verla con esa expresión de ‘quiero más, y solo tú puedes dármelo’. “Solo yo puedo dártelo, nena… y no dudes en que lo voy a hacer.”

- Dios mío… - gimió – es demasiado bueno…

Ross se dio cuenta de que sin querer había aumentado la velocidad de los movimientos de su mano y _____(tn) sentía tanto placer que empezó a contraerse. Ahora Ross si pensó que moriría. Sentía las paredes de la vagina de _____(tn) apretar sus dedos. Como deberá sentirse cuando me meta ahí dentro… será el infierno en directo. Los pantalones de Ross parecía que se iban a romper. No podía más… si _____(tn) se corría, el también lo haría, sin que ella lo hubiera tocado, siquiera.

Dejó de tocar a _____(tn). Ella hizo una mueca en señal de desacuerdo. Ross se rió.

- Tranquila, tengo mucho más para ti… - dijo como el ronroneo de un gato.

Dios… que hombre. Observó a Ross, estaba de rodillas, delante de ella… sin camisa… y se estaba desabrochando el pantalón. ¡¿Qué?! ¡Se estaba desabrochando el pantalón! Esto había ido demasiado lejos… Pero antes de que ______(tn) pudiera decir nada,
Ross ya se los había quitado y no llevaba bóxers. _____(tn) entreabrió la boca.

- Cierra esa boquita, que soy capaz de cometer una locura con lo duro que me tienes… - se inclinó y la beso, tan desesperadamente que hasta él se quedó sin aliento.

_____(tn) tenía el punto de vista de Ross de que era un hombre frio… sádico. Pero ahora, le parecía todo lo contrario. Era cariñoso, había buscado su placer y su cuerpo emanaba un calor sorprendente… pero para sorprendente lo que tenía algo más abajo del ombligo. Que no hubiera hecho el amor con ninguno de sus ex novios, no significaba que no supiera como era la anatomía del sexo opuesto… y mucho menos que no hubiera llegado a masturbar a alguno de ellos. Pero nunca había llegado a ver… semejante cosa. ¿Y Ross tenía la intención de meter eso dentro de ella? ¡Ja!... la tenía caliente, si… pero no lo dejaría… no.