La protegida del Arconte

III

En el hotel aparcamos a las seis de la mañana, ya que del edificio principal nos pidieron que nos reunamos en el "hotel Susovanski" para los exámenes.

Los nervios se sentían en toda la habitación era un silencio de sepulcros donde las respiraciones se escuchaban y los pensamientos volaban- ya viste esos grandes ventanales Lía- Akila se comía las uñas de ansiedad ya que la luz no entraba mucho y estaba lloviendo como la mayor parte del tiempo aquí, pasaron horas y horas hasta que por fin llego la persona con nuestros exámenes.

Era un hombre de piel morena de gran estatura vestía traje negro muy al protocolo y sin contacto visual con nadie, llevo los formularios al escritorio y sin palabra alguna se dio media vuelta y comenzó a caminar, pero en la puerta se voltio sutilmente y me dio una mirada rápida para luego salir.

El examen teórico fue fácil era de historia de Rusia fundadores, guerras pero el mayor miedo era el examen práctico que es donde la mayoría no pasan.

Todos estos días he tenido problemas amorosos, contradictorios y confusos solo pienso que necesito tiempo para estar sola sin más rompimientos con personas ni más inseguridades tenía que terminar con eso sentirme libre de ser ensimismada en mis absurdos pensamientos camine hasta pasillos y pasillos hermosos, pero con pocas luces no me dio miedo, pero se veía que esa no era la zona para salir del hotel o residencia como lo quieran llamar solo cabe decir que es enorme este lugar.

-Niña no deberías estar donde están los personajes- un chico burlón se me acerco rapidamente y yo solo me quede parada esperando que fuera un supervisor y me regañe.

-Lo siento, no conozco el lugar estoy un poco extraviada - dije, era mentira tenia meses en el lugar pero no sabía quien era aquel chico.

-Eso se nota, que esta pérdida, eres nueva quizás pronto te vea por aquí cerca si pasas el examen- tenía una sonrisa rara que me daba hasta cierto punto miedo.

-Quizás me veas si - hable con tartamudos ni comencé a caminar sin saber rumbo solo quería salir de la zona de radar de ese chico.

- ¿Hoy habrá un baile con copas te gustaría ir? Es un baile de infiltrados, habrá alcohol y música, y puedo ver que te gusta la música ¿sabes qué día es hoy?

- Si me gusta la sinfonía es un pasatiempo, ¿Cómo sabré donde es el lugar de esa fiesta?

Le respondí que era dos de diciembre ya que el verano había finalizado y mi entrenamiento que comenzó en junio y duraba seis meses ya estaba llegando casi a su fin.  El movió la cabeza y hablo otra vez.

- ¡Oh sí! Yo sé que día es hoy ¿pero tú sabes qué día hoy? -

Yo me quede callada dejando en respuestas que era un día normal como cualquier otro solo que hoy debía coger mi examen, pero no más de ahí, por mi silencio evidente, él continuo.

-Hoy es el día donde yo te conozco, esto ya estaba predeterminado, y cuando marquen las ocho de la noche todos los seres demoniacos que habitan este mundo y el otro saldrán en busca de su tesoro de igual forma que tendrán poder-

Creo que ese chico debe haber consumido hongos "magicos" o esta siendo demasiado sarcástico conmigo.

Yo me quede petrificada con todo lo que digo aquel muchacho si nunca me conocido, pero debí preguntar, mi curiosidad gano a mi instinto de huir.

-       ¿Y esos demonios cuales son?- Mi tono de voz fue burlesco. Ni siquiera era el tipo de conversación que quería tener con algún extraño.

Él estaba totalmente tranquilo y contesto.

-       Tu y yo estamos predeterminados a existir soy el ser que debe cuidarte y tú eres la que debe ser cuidada por encima de todas las cosas. Los sietes demonios Lucifer Belcebú el dios del infierno donde la soberbia y la gula reina en su interior; Asmodeo, el dios de toda la lujuria del mundo de los pecados más sucios de la humanidad y la lista no termina, pero si quieres te digo los ángeles que tengo guardados y los que tu deberías conocer-