capitulo 3

393 23 9
                                    

Guillermo soltó una risita traviesa y se me acercó.

—¿Qué... qué pasa, Guillermo? —dije.

—Vos sabés lo que pasa, Marcelo —dijo Guille en voz baja.

Me sonrojé un poco. Sí, sabía que pasaba, por supuesto que sabía.

Lo miré a los ojos...

—¿Y? Lo sabés, ¿o no? —susurró Guillermo, acercándose cada vez más.

—Sí —apenas pude susurrar, concentrado en él, mirándolo embobado.

—¿Y...? —murmuró Guille, con tono pícaro.

Tragué saliva: me estaba preguntando qué quería, si quería eso. Sí, quería que pasara eso por fin.

Para darle la indirecta a Guille, me le acerqué levemente. Guillermo entendió enseguida y me puso una mano en la mejilla.

—¿Todavía me amás, no? —musitó.

—Sí, Guille, te sigo amando —dije, con ternura al verlo tan "nervioso".

Chapita se me acercó cada vez más, hasta que, por fin, después de tantos años, me volvió a besar. Le correspondí, recordando todo lo que había pasado años antes; todo lo bueno que había pasado.

Recordando los principios de nuestro amor, cuando nos conocimos y cuando me di cuenta de que estaba enamorado de él, sonreí en el beso.

Flashback

—Hola, soy Guillermo —me saludaba un chico, años atrás.

—Soy Marcelo —le decía, dándole la mano.

_______

—Marce, te gusta Guillermo —me decía un día su hermano, Gustavo. Gustavo siempre me ayudó con lo de Guille.

—¿Qué? Nada que ver, Chapita solo es mi amigo —trataba de mentir, cada vez que Gustavo sacaba ese tema.

—No dejás de pensar en él, sonreís y te quedás medio embobado cada vez que lo nombrás, suspirás cuando lo mencionas... —Gustavo iba levantando un dedo por cada cosa que nombraba, y lo frené.

—Bueno, calmate —le dije, muy sonrojado.

—¿Vas a seguir negando que te gusta mi hermanito? —dijo Gustavo.

—N...no —susurré, muerto de vergüenza.

Gustavo sonrió victorioso.

________

Gui... Guille, te...te a... amo —medio tartamudeé, al lado suyo.

Guille se quedó callado, con la mirada perdida. Por un terrible momento, tuve miedo de que me rechaze. Pero no...

—Yo...yo también, Marcelo —susurró él.

Vi que era verdad lo que decía. Y, aunque hubiera sabido lo que me iba a hacer más adelante, le hubiera correspondido igual el beso y habría aceptado estar con él. Me habría entregado a él igual, aunque lo hubiera sabido. Nada hubiera cambiado.

Fin flashback

—Siempre te amé, Marcelo, nunca dejé de hacerlo —me dijo con ternura Guillermo, cuando nos separamos.

—Yo igual, Guille, nunca pude dejar de amarte —susurré.

Guille me agarró las manos y yo entrelazé nuestros dedos.

—Te sigo amando —susurramos los dos, mirándonos a los ojos.

Nos volvimos a besar.

Todo estaba bien.

Afuera de la habitación, Gustavo Barros Schelotto sonreía victorioso: eso era lo que tenía que pasar.

«Travesura realizada» pensó.

Su hermano estaba feliz de nuevo. Su cuñado (nuevamente, para su alegría) también volvía a estar feliz. Iba a poder joder a Marce con lo de "cuñado" nuevamente.

Sólo faltaba contarle a sus amigos y todo estaba hecho...

Te sigo amandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora