Capítulo Tres

2.2K 248 261
                                    

Jin entró en pánico y en su pánico intentó llamar a la casa de JungKook tres veces. Pero solo escuchó al contestador. Colgó el teléfono lleno de frustración, su estómago estaba hecho un nudo.

No podía creer que hubiera invitado a JungKook a ir a su casa. No podía creer que JungKook fuera hasta que escuchó el timbre de la puerta.

- Muy bien, -se dijo a sí mismo- contestaré, estaré calmado, lo haré como si esto se tratase de una broma.

Cuando abrió la puerta, él estaba parado del otro lado con esa gran presencia que lo caracterizaba y se veía sensacional, vestido en jeans negros y una camisa de seda roja. Le entregó una rosa azul.

- Lo lamento, -dijo con una sonrisa-. Te hubiera traído una docena, pero a esta hora no hay muchos lugares abiertos. Encontré esta en una tienda abierta las 24 horas.

Jin se la acercó a la nariz. -Amo las rosas azules. ¿Cómo lo supiste? -Abrió la puerta y lo dejó pasar. JungKook cerró la puerta al entrar.

- No lo sabía -admitió-. Era la única que tenían, además de una amarilla y...

- Se supone que debías decir "son únicas, igual como tú."

- Bueno, iba a hacerlo, pero supuse que lo considerarías como un cliché y entonces...

Jin rió.

- Sí, suena un tanto cursi, ¿no? Deja que la ponga en agua, vamos pasa -Jin dijo dirigiéndose a la cocina.

JungKook le siguió silenciosamente.

- JungKook, escucha, estábamos bromeando en el teléfono, pero... -Al darse la vuelta, JungKook se encontraba justo detrás de él, su corazón comenzó a latir salvajemente en su pecho.

- ¿Quieres que me vaya ahora? -preguntó JungKook, con esos grandes ojos de cachorro.

- No, podemos tomar algo y... -Jin tomó un florero de una mesa y lo llenó de agua. Trató de colocar la rosa dentro, pero su mano no dejaba de temblar y continuaba fallando, golpeándola contra la superficie de la mesa.

JungKook se le acercó por detrás. Acercó su brazo y colocó su mano sobre la suya, después introdujo la flor en el florero.

Jin inhaló profundamente. El cuerpo entero de JungKook estaba presionándose contra el suyo. Su erección estaba rozándose con su trasero.

- Te deseo, Jin. ¿Puedes sentirlo? -Movió el cabello de SeokJin de su cuello y presionó sus labios contra él.

Un escalofrío recorrió su espina. Las manos de JungKook se colocaron sobre sus caderas y puso su trasero contra su entrepierna.

Volvió a colocar los labios en su cuello.

- Bésame -le ordenó, dando la vuelta a Jin entre sus brazos-. No temas, bésame.

- No tengo miedo, yo... -Jin le miró a los ojos, totalmente indefenso-, yo... -alzó una de sus manos y tomó un poco de su cabellera entre sus dedos. - Es solo que... eres increíblemente hermoso.

Una mano se acercó a la nuca de Jin y la boca de JungKook se presionó contra la suya en un beso brutal, demandante y apasionado.

Caminaron hacia atrás hasta que se chocaron contra un armario, la boca de Jin se abrió ante el ataque.

Una mano se movió debajo de su camisa, acercándose a su pecho, acariciando ligeramente una de sus tetillas, la otra se enterró en la cabellera de Jin mientras el beso se volvía aún más profundo.

La lengua de JungKook se movía peligrosamente alrededor de la suya. Dios, sí que sabe besar. La mano que estaba en su pecho bajó hacia su estómago.

El otro hombre - [KookJinKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora