. Prólogo .

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Argentina era una persona callada, y sobretodo rara, o así es como lo veían todos. Algunos hasta pensaron que era mudo. Por esta razón él no tenía amigos. Siempre estaba solo, en los recreos, en clase. Nadie le hablaba porque pensaban que a él le gustaba estar solo, y no es como que estén "tan desesperados" como para relacionarse con el chico de tez celeste. Esto lo hacía un blanco fácil para molestar y burlarse, según Chile y México, ya que este no se resistía a los maltratos.

"Oye weon culiao' ¿a dónde pensai que vas?" Decía el chileno, poniéndose en el camino de Argentina, no recibiendo ninguna respuesta.

Las clases ya habían terminado, y el chico de tez celeste se dirigía a la salida, cuando dos países más altos (por cuestiones obvias aunque la superficie de Argentina sea más grande que la de México y Chile, los dos últimos van a ser más altos jaja lol no me peguen) lo arrinconaron en una parte alejada de la institución, dónde nadie circulaba, y menos ahora que era la hora de irse a casa para la mayoría.

"Órale creo que este hijo de la chingada quiere que lo madreemos" Dijo el tricolor, viendo al más bajo por arriba.

"Te estoy hablando weón" Lo empujó, haciendo que cayera al suelo "Ya, mira que delicada la princesa" rieron, pero el argentino seguía sin responderles, casi en un estado de shock, lo que realmente molestó a los dos países quienes comenzaron a patearlo y golpearlo como si fuera una bolsa de papas mientras reían a carcajadas. Lo único que el chico de tez celeste logro hacer fue quedarse en el suelo en posición fetal, intentando amortiguar los golpes de alguna forma.

"Pero que-" De repente, un chico mucho más alto apareció, atraído con curiosidad al escuchar tanto alboroto. Se sorprendió demasiado al ver la escena, pero pronto esa sorpresa cambió a enojo, y se apuró para ayudar al argentino, ahuyentando a Chile y México. "¿E-Estás bien?" se acercó lentamente al chico de tez celeste, quien ahora estaba más pálido que de costumbre y con lo que parecía era una nariz rota. Le tendió la mano para ayudarlo, y este la aceptó dudoso y con miedo.

"...Soy Rusia, voy a tu clase. No creo que nos hayam-" y así sin mas, Argentina echó a correr, con sangre cayendo de su nariz y los ojos llorosos dejando a Rusia confundido y un poco preocupado.

En los siguientes días, Argentina estuvo evitando al de característico ushanka, quien intentaba acercarse a él como pudiera, pero siempre había un obstáculo; ya sean amigos del chico de tez roja invitándolo a su grupo o el argentino escabulléndose entre la multitud en los recreos para no ser visto. Rusia jamás sabía dónde se escondía, ni por qué lo estaba evitando. Eso duro hasta el trágico día; según Argentina. Por alguna razón, el profesor de química decidió organizar un trabajo en grupos.

"Deberán realizar un trabajo, ya sea escrito, una maqueta o un vídeo de presentación sobre los temas vistos recientemente" explicó el profesor. Se pudo escuchar como todo el aula refunfuñaba casi al mismo tiempo. "Pero, esta vez yo voy a elegir a las parejas." Muchos alumnos comenzaron a mirarse entre si, temiendo que no les tocara con sus amigos. "Las parejas van a ser al azar, y no van a poder cambiarlas."

"Pero profe-" muchos alumnos intentaron quejarse, pero el profesor se apuró en hablar.

"Sin peros, la decisión está tomada." Prosiguió a dictar las parejas y el orden en el que presentarían su trabajo.

Las parejas terminaron así;

Estados Unidos y México.

Perú y Chile.

Canadá y Costa Rica.

Venezuela y Colombia.

Paraguay con Bolivia.

Brasil y Uruguay.

Ecuador y Rep. Dominicana.

Rusia y Argentina.

El chico de tez celeste empalideció al escuchar este último. Podía sentir como la mirada de la potencia mundial se clavaba en él como una estaca de madera, matándolo lentamente cual vampiro.

"Cómo nuestras horas de clase no les van a alcanzar para terminar su proyecto, van a tener que juntarse fuera de la institución. Tienen tres semanas para terminarlo." Dicho esto, sonó el timbre que indicaba el fin de las clases.

Argentina podía seguir sintiendo la mirada de Rusia, hasta que pudo sentir como le tocaban suavemente el hombro. Se dió vuelta bruscamente.

"Привет.." Habló el de ushanka, seguido de un silencio incómodo. Decidió no hablar sobre lo que pasó el otro día, ya que claramente el más bajo no quería hablar de eso ni en un millón de años.

"...hola." Habló tan bajo que hasta era imposible escucharlo.

"мы- Somos pareja para el proyecto de ciencias." El chico de tez roja intentaba sonar lo más amistoso posible. Argentina solo murmuró un "sí" como respuesta, antes de volver al silencio incómodo que hizo que Rusia apartara mirada.

"¿Que te parece venir a mi casa hoy?" Dijo con un acento marcado. Volvió a levantar la vista, fijándose en los ojos del otro, cosa que hizo estar más incómodo al más bajo.

"C-claro..""Отлично! ¿Qué te parece a las 5 de la tarde? a esa hora mi padre está fuera de casa."

"Bueno.." murmuró, aún sin mirarle a los ojos, o mirarlo en general. Hasta que el movimiento repentino del más alto llamó su atención.

Mientras que Argentina pensaba en mil formas de fingir algún tipo de enfermedad para no ir a la casa del ruso, este ya había tomado un papel y escrito su dirección en él y en este momento se lo estaba tendiendo al argentino.

"дерьмо, me está empezando a doler el brazo.." con esto, Argentina espabiló y rápidamente tomó el papel, murmurando una disculpa. "Está bien, ¡Te veo allá entonces!" Dijo agitando su mano en forma de despedida mientras se alejaba y se perdía de vista por los pasillos de la institución.

En ese momento Argentina se dió cuenta de que iban a ser las peores tres semanas de su vida.

¿O no?



HOLA HOLA HOLA! espero que estén bien, quien quiera que esté leyendo esto (si es que siquiera hay alguien) y espero que les esté gustando esta historia pedorra.

perdón si la pifeo con algun acento o modismos :((((

Palabras: 1002

Seeking Happiness. ♡RusArg♡ [Countryhumans]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora