. 1 .

124 11 0
                                    

Y ahí se encontraba Argentina. En medio de un ataque de pánico en la puerta de la casa de Rusia.

Estaba pálido como la nieve, temblaba a horrores y sus manos sudaban como cascadas. Parecía que su corazón iba a saltar de su pecho y su respiración era muy agitada. Por su mente pasaban mil escenarios dónde en cada uno de ellos salía lastimado, secuestrado o incluso muriendo por solamente llamar a la puerta del de tez roja.

Estuvo ahí por cinco minutos, hasta que de la nada la puerta se abre y deja ver a un muy preocupado Rusia, quién inmediatamente tomó a Argentina de la mano, atrayéndolo en un cálido y fuerte abrazo con la intención de calmarlo, murmurando dulcemente cosas como "shh, todo va a estar bien" y "tranquilo". El más bajo rodeo al de tez roja con sus brazos, devolviéndole el abrazo, enterrando su cabeza en el pecho del contrario con lágrimas en sus ojos y un leve sonrojo. Rusia notó algo 'anormal' en Argentina mientras lo abrazaba, pero decidió ignorarlo.Luego de unos minutos, el de ushanka decidió hablar.

"¿Ya estás mejor?" Dijo mientras acariciaba la espalda del más bajo reconfortantemente sin deshacer el abrazo.

"S-sí" murmuró entre pequeños y casi inaudibles sollozos que no habría escuchado si el argentino no hubiese estado tan cerca de él. "Gracias."

Ambos decidieron separarse. El ruso invitó amablemente al de tez celeste a pasar y lo guió al baño para que el contrario pueda limpiarse la cara.

Al verse al espejo se sintió disgustado. No aguantaba verse a él mismo. Sus ojos, su nariz, sus labios, sus mejillas regordetas, cada facción de su cara le causaba disgusto. Podría escribir libros enteros sobre todo lo mal que hay en él, pero así de injusta es la vida y hay que aguantarse.

Levantó su mano hasta su mejilla, pasándola suavemente por ella, observándose en el espejo. Comenzó a bajar hasta su cuello vacío y notó por primera vez que su piel era muy suave. Quiso bajar su mano hasta su pecho pero rápidamente la quitó, visiblemente incómodo y asqueado.

Suspiró.

Decidió salir del baño e ir a la sala de estar donde se encontraba Rusia sentando en el sofá mirando su celular. Este levantó la vista, fijando sus ojos sobre los del recién llegado, quien rápidamente desvío la mirada.

"R-Rusia- perdón por lo de recién, no sé que me pasó no quería causarte problemas yo-" fue callado por el ruso colocando sus manos firmemente en los hombros del contrario, obligándolo a mirarlo a los ojos.

"Está bien, Аргентина. No te preocupes," Pausó, antes de continuar hablando "¿Quieres jugar a algo? Tengo una PS4 nueva. El trabajo puede esperar por ahora, tenemos mucho tiempo" el argentino asintió tímidamente con la cabeza. "Solo tengo el Minecraft por ahora ya que no la uso demasiado, ¿Jugamos?"

"...Dale."

. . .

Ambos países habían acordado solamente jugar por una hora, pero pronto esa hora se convirtió en dos. Y dos en tres, y tres en seis.Ya era demasiado tarde para Argentina para volverse a su casa, ya que su casa quedaba lejos de la del ruso y no vivía en un barrio muy bonito que digamos.

Aunque el chico de tez celeste hizo lo imposible para convencer a Rusia de que estaba bien y podía irse solo, de nada sirvió el esfuerzo ya que el más alto indirectamente obligo al argentino a quedarse.

Y así es como de un momento a otro se encontró en la cama del ruso, enterrando entre las gruesas y cálidas frazadas, en las que podía oler la escencia de Rusia mezclada con un poco de.. ¿Vodka? Argentina jamás había bebido en su vida, pero ese olor le gritaba 'vodka' por alguna razón. La curiosidad mató al gato y para Argentina eso era un hecho, así que decidió no ser metiche e intentar dormir. Al fin y al cabo, después de terminar el proyecto no se van a volver a dirigir la palabra y todo va a volver a la 'normalidad'... o eso era lo que Argentina esperaba..

. . .

"Argentina... ¡Argentina!"Poco a poco, sus ojos empezaron a abrirse. Y a cerrarse. Y a abrirse.

"Argentina, despierta, vamos a llegar tarde."De repente, esa voz no le sonaba nada conocida. Abrió los ojos como platos y se levantó de golpe de la cama del de ushanka, mirando fijamente a este con un semblante asustado.

"Vos no sos Uruguay..." De repente, recordó que se quedó a dormir en la casa de Rusia, pero también recordó algo de suma importancia;

Uruguay.

"Uy no la puta madre, la puta madre" El argentino se levantó lo más rápido que pudo y se puso las zapatillas, Rusia aún estaba parado en la habitación, observando al de tez clara. "¡R-Rusia! Ehh jajam- tenés, uh tenés un teléfono?" Dijo, intentando no sonar demasiado preocupado.

El ruso prosiguió a llevarlo a la sala y alcanzarle el teléfono de línea. El de tez clara marco un número frenéticamente y se llevó el aparato al oído.

"¿Uruguay?" Se pudo escuchar una voz claramente enojada por el otro lado de la línea. "¡Perdón, perdón! Tampoco para que- URUGUAY." Suspiró. "Estoy bien, estoy en la casa de un.. compañero." Hubo un pequeño silencio. "Perdón otra vez, después te llamo."

"¿Todo bien?" Preguntó el ruso, quien salía de la cocina

"Sí, solo que no le avisé nada a mi hermano de que me iba." Rusia murmuró un pequeño 'oh'.

"Te hice un café" dijo amistosamente el chico de tez roja "no sé si te gusta el café... debí haberte preguntado" se rascó la nuca un poco avergonzado.

"No, no, está bien. Gracias"

x dios q loco, me está gustando esta mierda por alguna razón. espero no tenga muchos capítulos xq juro q me va a dar un ataque x escribirlos jajamm

Palabras: 940

Seeking Happiness. ♡RusArg♡ [Countryhumans]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora