Capitulo 3

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Charli no dejó de gritarme ni por un minuto. Me llamo loca, estupida, idiota, que necesitaba imponerme, frotarle la cara en el suelo y quemar toda la ropa de Noah, pero no podía ser así, sinceramente odiaba las peleas, las discusiones o incluso tener que levantar la voz.

-¡Dime que rechazó esa idea! -Dime que ya no vas a buscar a esa mujer.

-Ella aceptó.

-Dixie, te harás amiga de la puta amante de tu esposo.

-Lenguaje. No me convertiré en su amiga, solo aprenderé algunas cosas.

-Mira una película porno, cambia de posición, no lo sé. No hagas eso, hermana.

-Yo... solo quiero entender que lo hace tan cariñoso con ella, le envía flores, la lleva de viaje y ella dice que es solo sexo.

-Para ella tal vez... Solo quiere seguir con el sexo, no se.
Dixie, algo me dice que si continúas así, esto no va acabar bien.

-Solo necesito un mes, ese es el trato.

-Esta bien, pero mantenme informada. Cambia el maldito teléfono "marca chanco". Cambia ese " ladrillo" por uno más moderno e instala WhatsApp.

-La tecnología no es mi fuente.

-Aprovecha a la amante de tu esposo para que no solo te enseñe sobre sexo... pídele que te enseñe a usar un teléfono moderno.

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Al día siguiente, Charli regresó a Santa María, dejándome sin nadie más con quien hablar. Mantuve  mi rutina normal hasta el miércoles. Toda la mañana consideré si debía ir a verla o no. Después de pensar un poco más comencé a darme cuenta de lo estupida que fui por pensarlo tanto, al final ahí estaba de nuevo. Prácticamente iba a rogarle a la amante de mi marido que me enseñara sobre el sexo sucio que le gustaba, realmente aparecía allí el día señalado. Ella pareció bastante sorprendida al abrir la puerta.

-Pensé que te rendías.

-También pensé que me rendirá. -Dejó escapar un largo suspiro.

-¿Por que no te rendiste?

-Quiero tener a mi marido en casa.

-Te dije que no te dejaría.

-Pero que viva allí no significa que esté en casa, de hecho parece que vive en otro lugar que en casa. -Ella me miro, parecía querer decir algo, pero se rindió.

-Un mes después, esta locura termina, ¿No? -Asentí.

-Veamos una serie. -Se sentó en el sofá y no entendí muy bien.

-¿Serie?

-Si, se llama Game of Thrones. Hoy vamos a ver solo algunos episodios, sobre todo porque tienes que llegar a casa a las cuatro, pero el episodio que quiero que veas esta justo al principio.

Al principio el ambiente era muy incómodo, en los primeros quince minutos del episodio, ella fue a hacer palomitas , yo casi protesté, era mediodía, nadie come palomitas al mediodía.

-¿No vas almorzar? -No pude evitarlo, tuve que preguntar.

-No, el miércoles es mi día de comida chatarra.

Más que una aventura| DIXISONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora