Virago || Fred Weasley

Capitulo I: Café

Como si fuera poco mis nervios entraron, con eso un calor inmenso me invadió, no cualquier calor sino uno de deseo.

FRED qué te pasa, no te comportes como un adolescente lleno de hormonas. Me di una bofetada mental para reaccionar.

Ahí estaba ella, la chica que siempre estuvo en mi corazón y que ahora quería sobre mi gritando mi nombre.

-Jane yo.... - genial mis nervios.

-Yo.... Tú, bonita- qué me pasa, - digo no, ósea tú- habla bien Fred, aclara tus ideas.

George me miro confundido y me dio un codazo, eso hizo que me diera cuenta que me estaba comportando como un niño cuando ve a una niña que le gusta.

-Hola Jane- la mire con mi cara pervertido acosador, estoy seguro que la como con la mirada.

-Tanto tiempo Fred- sus bellos ojos azules me analizaron y bajaron poco a poco hasta llegar a mi entrepierna y regresar su mirada, para después darme una sonrisa coqueta.

Lo único que puede hacer fue poner mis manos, cubriendo mi erección; oh por dios una simple mujer bella causó eso, que irónica es la vida.

-Si, cuanto tiempo- bajé la mirada y encontré de nuevo sus pechos, algo en mi se encendió, tenía que controlarlo.

Ahora mismo me imaginaba como ella gemiría mi nombre una y otra vez, la chica frente a mí la amaba y no quería dejarla ir, pero algo como siempre me lo tenía que impedir; un sonido me extrajo de mis pensamientos y George me miraba confundido y Jane solo se reía, que paso en esos segundos.

-¿Qué dijiste FRED?- dijo mi gemelo con una mirada de confusión.

-Vaya quien diría que el gran Fred Weasley, se imagine como me vería gimiendo su bello nombre- paso su lengua por el contorno de sus labios de una manera seductora qué me prendió más.

¡Mierda! Acaso dije todo eso en voz alta.

-No, yo no, ósea quiero decir si, digo... - mejor cállate Fred.- Olvida lo que dije no pensé eso.

Claro que lo pensaste tonto.

-No te preocupes, Freddie- dijo mientras me guiñaba un ojo y se alejaba- creo que nos veremos otro día Weasleys, necesito estar al corriente de lo que pasa en Londres- lo último que dijo antes de salir por puerta.

Vaya qué me paso, Jane había regresado y yo como imbécil solo pude ponerme duro con solo verla; qué maduro Fred.

Un golpe me saco de mis pensamientos, George me veía divertido, ahora que hice.

-Ay hermano, nunca cambiarás- dijo antes de caminar por las escaleras hacia el departamento.

-No es mi problema, tú la viste George, me sorprendí- seguí en acto de mi gemelo, dejando a Verity a cargo de la tienda por unas horas.

-Vamos Fred, nunca te pones así de nervioso, ni siquiera con Angelina- movió ambas cejas, haciendo qué me enojara.

-No es gracioso George, Angie yo la....
-porque me quede sin habla en unos segundos.- Yo, no...

-Vamos Fred tú puedes- dijo alzando los brazos como ánimo.

-Imbécil- dije y me fui a mi habitación, solo tenía que esperar a Angelina para almorzar juntos.

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-Freddie, sigue- su linda voz gemía mi nombre de una manera muy sexi- Oh Freddie, no puedo más.

La tomé de las caderas y la movía más rápido, estaba cansado, pero esto valía la pena, tener así a Jane era como un sueño, tenerla para mí era algo que siempre quise.