La protegida de Slender - Proxys y Tu -

Cap. 7

3 meses después

Poco a poco iba abriendo mis ojos, aun no amanecía, todos los días me despierto a la misma hora para comenzar a entrenar en mis ataques y defensas. Luego del día en el que maté a mi padre me sentí distinta, como si mi cordura ya no tuviera sentido, pero aun seguía actuando igual, solo yo podía sentir esa sensación de volver a matar a quien me hizo daño alguna vez, esa sensación de querer vengar el dolor que muchas personas me provocaron...

05:00 a.m
Comencé a cambiarme de ropa, me dirigí a la cocina para tomar un vaso de leche.

- ¿Hoy más temprano? - era Hoodie con una toalla amarrada a la cintura, mientras agarraba una manzana.

- Amm si.. tengo instrucciones de Slender en dos horas, así que voy a practicar ahora - dije sin mirar hacia abajo, tratando de mirar fijamente a Hoodie para que no me mal interpretara.

- Bien, cuídate y suerte - dijo y se fue a su habitación tranquilamente.

Durante estos meses me he acostumbrado mas o menos a convivir con los chicos, cada uno es muy diferente al otro y a veces nos hemos enfadado entre nosotros.
Luego de terminar mi desayuno salí por la puerta y comencé a entrenar; saltos, lanzar cuchillos en el blanco, escuchar atentamente a mi alrededor, enterrar cuchillos lo más profundo en los arboles, eran unas de las cosas que hacia cada mañana hasta que llega el momento en donde recibo instrucciones de Slender.

/Tobby/
Me desperté con el sonido de algunos golpes en los arboles, de seguro es ___ practicando como siempre, me levante y salí para obsérvala. Sus movimientos eran precisos y estoy seguro de que si ella quisiera podría asesinar a cualquiera en segundos, cada vez que lanzaba sus cuchillos le daba en el blanco, era simplemente perfecta, ella en general es hermosa, Slender no tardara en hacerla Proxy.

- Tobby! Genial que estes aquí necesito que me ayudes- dijo ___ con voz agitada. Me sorprendí un poco al estar tan sumergido en mis pensamientos.

-Claro, ¿Que necesitas? - dije acercándome a ella, y mientras lo hacia recordé lo baja que es, su estatura es casi unos 5cm menos que yo pero aun así su presencia impone bastante.

- Serás mi blanco, solo que trataré de no darte, he practicado demasiado así que no te preocupes se que no fallaré- su mirada era decidida, así que decidí confiar en ella.

- De acuerdo- dije con una sonrisa cómplice.

Me dirigí frente al árbol en donde ___ lanzaba sus cuchillos, esta tomó posición para comenzar a lanzar, espero un momento y..

-¿Que hacen chicos?- dijo Masky quien sin intención de distraernos había llegado hace un momento.

-Hey Masky! - voltee a saludarlo.

-Tobby cuidado! - grito ____ alterada, pero antes de que me diera cuenta, el cuchillo se había incrustado en mi pecho. -Agh..- caí al suelo sintiendo como de la nada mi cuerpo comenzaba poco a poco a agitarse para que luego de unos segundos empezara a sentirse cansado, mientras miraba como el filo del cuchillo había perforado mi piel.

El grito alterado de ____ se apodero del sector, Masky comenzó a reír a carcajadas, mientras que ____ confundida por la reacción de Masky, se me acercará para ver como me encontraba.

-Oh por dios! Mierda, mierda, Tobby tranquilo te ayudaré..-

-Tranquila... ____... me encuentr- dije respirando con dificultad, pero siendo interrumpido por Masky.

-Vamos ____! somos Proxys, los Proxys son inmortales, no podemos morir, Tobby esta bien ¿No es así amigo?- dijo sin preocupación, sacando el cuchillo de mi pecho-

-Ugh!..Claro...que..si..- dije aun con el dolor de la perforación del cuchillo y como si fuera por arte de magia, mi cuerpo comenzó a cerrar la herida y la sangre dejo de gotear.

___ estaba asombrada viendo como la regeneración de mi cuerpo llegaba a su final, me levante aun con una sensación extraña que luego de unos minutos desapareció, tome el cuchillo y me acerque a ____ para tenderlo frente a ella. -Ten mas cuidado para la próxima, pequeña-

/___/
Tobby me guiño el ojo y luego comenzó a alejarse del lugar, dejándonos a Masky y a mi en una situación realmente extraña.

-Si me hago Proxy.. ¿jamas moriré?- dije con tantas preguntas pasando por mi cabeza y todas con ansias de ser respondidas.

-Así es, pero ___ ser Proxy.. no es tan bueno ¿sabes? -dijo colocando su mano sobre su nuca, con una expresión un tanto preocupada.

- ¿A que te refieres? Masky eres inmortal, literalmente eres indestructible, esa sensación de que ni la mayor amenaza puede destruirte.. debe ser increíble - dije mirando hacia la nada, imaginando las sensaciones que debe producir el saber que nada te puede matar, pero al voltear a ver a Masky su cara no era la que yo esperaba, el me miraba incrédulo, como si no pudiera creer lo que acababa de decir, al parecer le había molestado -

-Dije.. ¿algo malo? - con un poco de preocupación por la expresión que tenia.

- Solo.. lo egoísta que acabas de ser, ¿de verdad piensas que vivir para siempre es genial? ___, todas las amistades que he tenido están muertas y siéndote sincero a veces lo único que quiero es morir de una vez - dijo ahora con una expresión de frustración.

- Masky yo... lo siento, es solo que.. para alguien tan común como yo, algo como esto es increíble y no lo se, lo dije sin pensar - dije pasando mi mano por su hombro hasta llegar a sus dedos.

Masky observaba nuestras manos, que inconscientemente comenzaron a entrelazarse, con su pulgar me daba pequeñas caricias y luego comencé a hacer lo mismo, estuvimos así un rato  hasta que comencé a subir la mirada, y cuando lo hice me encontré con los tiernos y marrones ojos de Masky, tenían un brillo peculiar, cosa que lo hacia ver mucho mas atractivo, el también observaba detenidamente como yo miraba nuestras manos, y ahora nos encontrábamos en una tranquila y serena sesión de miradas, por alguna razón no me incomodaba en lo absoluto y parecía ser que a él tampoco. De repente sentí un impulso que me hizo comenzar a acercarme al rostro de Masky... para ser mas especifica, a sus labios, el comenzó a hacer lo mismo, y poco a poco comencé a cerrar mis ojos, en un segundo antes de cerrarlos por completo pude ver que el estaba imitando mi acción, nuestros labios comenzaban a acercarse, ahora quedaba un pequeño espacio en el que podíamos sentir la respiración del otro, un milímetro mas y - ¿Que están haciendo?- ...

Mierda.