hostage.

¿Yo te gusto?

2:46 pm.

Habían pasado tres días después de la pelea con Danielle.

Éstos días han sido aburridos.

Bueno, así como aburridos no sé, pero han sido fastidiosos.

Ya quiero que todo esto termine y poderme regresar a mi casa con mis papás.

Mis amigos... los extraño.

Me encontraba haciendo el quehacer por la tarde, dentro de poco tendría que preparar la comida.

Vi a Finneas hablando de lejos por teléfono en la sala mientras yo trapeaba los pisos.

Esto es una pesadilla.

-Sí, bien.... Claro.-Finneas se acercó a mí y me pasó el teléfono.

-¿Para mí?.-susurré.

Asiente.

Fruncí mi ceño.

-¿Hola?

-¿Hija? ¡Ay! ¡Gracias al cielo! ¿Cómo estás? ¿Cómo has estado? ¿Has comido bien? ¿Te han tratado bien? ¿Qué ha pasado? ¡Cuéntame!

-Mamá.-reí.-Estoy bien, he estado bien, me he alimentado bien y todos me han tratado... bien.-voltee a ver a Finneas quien me dio una mirada un poco amenazadora pero en broma.

-Me alegra saber eso, ¿ya comiste? ¿qué has estado haciendo?

Voltee a mirar a Finneas, no seria bueno para ellos decirles que estoy trapeando los pisos en este momento, ya que si no todo se atrasaría y me echarían la culpa.

Finneas movió la cabeza en forma de que no les dijera nada.

-Estoy... ¡ayudando a los demás a preparar la comida para comer!.-traté de soñar convincente y contenta.

-Mmm, bueno, me parece bien eso... entonces, ¿estás bien?.-preguntó preocupada.

-Que sí mamá, estoy bien, no te preocupes, ¿sí? Quédate tranquila, ya pronto acabará todo esto... espero.

-Sí, te prometo que dentro de muy poco ésta pesadilla se acabará y ya estaremos todos juntos, estamos haciendo todo lo posible para que todo sea rápido, entonces, ¿estarás bien?

-Espero que sí, y sí mamá, lo estoy, no te preocupes.

-Te quiero mucho mi niña, y tú papá te quiere mucho también.

-Sí mi amor, te adoro.-escuché a mi papá de lejos por el teléfono.

-Dile que también lo quiero, y que los extraño demasiado.

-Lo haré. Te amamos, y también te extrañamos.

-Igual... nos vemos... vale...-corté la llamada y le pasé el teléfono a Finneas.

-¿Y bien?

-Estaban preocupados.-le informé.

-¿Eso es todo?

-Sí, y que están tratando de que los trámites sean todo rápido.

-Así me gusta.-me dio una sonrisa.

-Finneas... ¿te puedo preguntar algo?.-miré hacia abajo.

-Ya lo hiciste.

Reí.-¿Por qué hacen esto? Genuinamente.-entre cerré mis ojos y lo voltee a ver mientras sostenía el mechudo como si dependiera de mi vida.

-¿Hacer qué?

-Ya sabes... todo esto... no quiero meterme ni que te enojes, pero, ¿por qué... no se, tener un trabajo normal como cualquier persona en lugar de hacer todo esto?