04 | ' nuestro escape '

152 36 14
                                    

Fue mi peor día.

Llegando al colegio me llamaron, me llevaron a dirección y me dieron la noticia de que ya no serías mi compañero de carpeta. ¿Ahora qué hago?

Pedí permiso para salir temprano y me lo concedieron. Salí corriendo del colegio a tu casa, sé con claridad que ahora estás echado en tu cama, teniendo miles y millones de pensamientos.

Y así fue.

Antes de abrazarte, aventé mi mochila hacia alguna parte de tu cuarto, con los ojos llorosos te abracé y te di muchos besitos por la cara. Pusiste cara de asco y me tiraste de la cama, limpiaste tu cara y me dijiste que tu rostro sólo estaba reservado para los besitos de KeonHee. Sonreímos y pasamos el día juntos.

Me llegó un mensaje de KeonHee, me alegré por un momento; la razón es incuestionable, no la sabía, pero ahí me veías, con una gran sonrisa. Me preguntó por ti, quería saber si estabas bien y quería saber el porqué de tu alejamiento de la escuela. Eso no le respondí, tú debías hacerlo; aunque te fuera difícil, lo debías hacer.

La tarde pasó lenta, conversamos sobre los últimos videos de nuestro bailarines favoritos e incluso nos pusimos a bailar un poco. Poco porque te agitadas muy rápido y aveces te desplomabas en el piso, pero ahí seguías tú, teniendo esa brillante sonrisa y mirándome con esos característicos y brillantes ojos tuyos.

Me duele.

Tu celular no dejaba de sonar, te hacías el que no escuchaba nada e ignoraste ese timbre que era exclusivamente sólo para KeonHee.

Al parecer no fue un mal día. Te tenía conmigo, tú me tenías a mi, pero no teníamos a KeonHee. Lo dejamos de lado, Io apartamos de nuestros problemas, eran escasas nuestras conversaciones.... Todo por ti, por tu miedo, por tener que enfrentar la realidad, por no tener el suficiente valor para decirle a ese chico con hermosas facciones que te tenías que ir. Pero tranquilo, te entiendo. Yo, cómo cobarde, te entiendo.

— Papá dijo que tenía que ir a mi quimioterapia.

Lo decías con tanto desánimo que me daban ganas de llevarte a un parque en vez de a un cuarto blanco y lleno de personas que te observan detrás de una gran cristal.

— Sal con KeonHee, SeoHo.

Negué con una sonrisa.

— Ya he salido con él toda la semana. Dame un respiro, hermano.

— Te gusta su compañia, no me lo puedes negar.

— No te lo niego. Me gusta su compañía, pero no me gusta obligarlo a salir conmigo cuándo quiere salir contigo.

Suspiraste y te levantaste. Te seguí con la mirada y tu mano estaba en una de los trofeos de baile que ganaste hace ya algunos años. Pensé que me dirías algo razonable, sin embargo, sólo tiraste aquel trofeo contra la pared, haciendo que se destroce en pedazos.

Me levanté de golpe y me acerqué a ti. Me detuviste, me dijiste que no me acercara más, me gritaste por no hacer una simple cosa. ¿Llamas simple cosa enamorar a KeonHee? Él no es un juguete, no puedo sólo tomarlo y llamarlo cómo mío.

— Tranquilízate, pollito.

— ¡Cállate! ¡Cállate la puta boca!

Tus ojos rojos, tus ojos hervían de dolor. Avanzaste hacia mi y me empujaste, lo hiciste tan fuerte que caí contra el suelo. Te abalazaste sobre mí y tomaste el cuello de mi polo, levantaste el puño y, cuándo pensé que aquello caería en mi rostro, sólo sentí un abrazo y lágrimas caer.

— Hazlo... Maldita sea, Lee, sólo hazlo.

— Hak...

— Por favor. ¡Es un favor! ¡Un puto favor! —la puerta de tu cuarto era tocada, era tu padre— ¡Lárgate!

Hijo, sabes que debes ir...

— ¡¿Acaso no sabes que tu único hijo morirá?! —gritabas en mi oído, pero no me molestaba— ¿Para qué te esfuerzas en pagar todas esas mierdas si ya no me tendrás más a tu lado?

¡¿GeonHak, estás bien?!

Era la voz de KeonHee. Me pregunto si habrá escuchado el grito que dió GeonHak. Eso se respondió cuándo le preguntó a tu padre qué había pasado, pero él sólo calló.

Te levantaste y te alarmaste. Te paraste y fuiste directo a tu clóset, buscabas algo con desesperación y, cuándo lo encontraste, una hermosa sonrisa se apoderó de tu rostro. Era una soga, una muy larga. Fuiste hacia la ventana de tu cuarto y la lanzaste, la ataste a tu cama y te sentaste en el borde de la ventana.

Los gritos de tu padre y KeonHee seguían, pero no era capaz de escucharlos, sólo te miraba, miraba tu sonrisa y tu mano; esta parecía llamarme.

— Siempre he querido hacer esto. —susurraste— Se el primero en acompañarme en mi primera escapada de casa.

Sí, ese día no fue malo. Fue fantástico.

Aquel día estuvimos juntos en el silencio cómodo, estábamos sólo los dos. Jugamos, fuimos a la playa, robaste un helado (dos para ser sinceros), y fuimos al pequeño telón que había en el centro de un parque. Ahí bailamos y cantamos hasta decir basta.

Aquel día sólo fue nuestro.

Espero que no sea el último.

Espero salir otro día contigo.

Espero que esto sólo sea un sueño.

Espero despertar y encontrarme contigo y KeonHee, ambos apoyados en mi pecho mientras dormimos en mi cama.

Espero que la vida no sea tan injusta y que me deje tenerte por más tiempo.

SeoHo...

Espero que mi corazón no esté pensando en KeonHee.

Te amo...

Porque aún no quiero enamorarme de él, no cuándo aún estás aquí.

—————————————

→ Now Playing:    𝗘𝘅 ,  by Stray Kids 彡

→ Hola, personitas, ¿cómo están? Espero que hayan disfrutado el capítulo de hoy. ♡︎ Este a sido el más largo, hasta ahora. (๑˃̵ᴗ˂̵)

→ ¡Cuídense mucho y recuerden tomar agüita! ฅ^•ﻌ•^ฅ

hyung... un favor. ㅡ seohee Donde viven las historias. Descúbrelo ahora