"Papa Cheng, papa Cheng ayuda a A-Feng, estos hombres malos se quieren llevar a Báiyù, no los dejes" El gran líder de la secta Jiang no sabia si debía llorar o reír, su pequeña hija venia colgada de la pierna del hombre que acababa de entrar y no solo eso tenia sus dientes clavados en dicha pierna, era el padre mas orgulloso en este momento.
"Maldita bastarda ¿Te atreves a morder a este honorable? Ya veras lo que te sucederá" El hombre no logro ni levantar un dedo cuando algo se enrosco en su cuello, de inmediato volteo su rostro al reconocer que en su cuello se encontraba zidian, su cara se puso pálida al instante, el sudor cubría su cuerpo, era tan estúpido ¿Como pudo olvidar en que secta estaba? Quiso pedir perdón de inmediato pero no pudo, la niña ya se había alejado lo suficiente y en una fracción de segundos el estaba tirado en el suelo, nadie sabia si aun respiraba.
"Malditas porquerías ¿Te atreves a entrar a mi secta, irrumpir en mi casa e incluso agredir a mi hija? Creo que solo vienes a morir" El miedo se instalo en cada uno de los presentes.
"C-c-calma líder Jiang, no-nosotros solo venimos a..." Intento hablar el líder Li, pero pronto fue callado por el líder Wang.
"Si alguien aquí esta maldito es usted líder Jiang y parece que no conforme con eso, desea que todos a su alrededor también lo estén, no estuvo conforme con la caída de su secta, la muerte de sus padres, de la señora Jin, hasta del maldito pecador de Wei Wuxian, ahora también quiere involucrar a el estimado líder de secta Lan, Lan Xichen, usted es la peor escoria de todas, un ave de mal agüero, esta tan ennegrecido que no puede ver algo puro frente a usted, si no lo detenemos a tiempo puede que todo el mundo de la cultivacion este en peligro por su causa" Todos se quedaron quietos en ese momento, no creían que este líder de una secta tan pequeña como la secta Wang fuera alguien que le gustara cortejar a la muerte de tan cercas.
"Li-li-líder Jiang eso no es" El líder Li no termino de hablar y zidian ya había golpeado al líder Wang, no estuvo conforme con una vez, ni dos veces, todos sabían que las palabras del líder Wang habían sido demasiado, era un tabú en el mundo de la cultivacion mencionar a la familia del líder Jiang y eso también contaba para su antiguo hermano, ya todos lo entendían, jamas debían hablar de más frente a este iracundo líder, estaban al tanto de su ferocidad, de su irracionalidad y su salvajismo a la hora de pelear, en el pasado fue lo mismo, una vez que empezaba no había vuelta a tras, golpe tras golpe de zidian y de sus propios puños sobre del otro líder, estaban todos estáticos, nadie osaba intervenir y atraer sobre su persona tal brutalidad, solo fue un momento pero para todas las personas reunidas parecieron horas, el hombre tirado en el suelo sangraba, ya no sabían ni de donde era la sangre, todo su cuerpo se sacudía violentamente, al principio se resistió pero después de un tiempo ni fuerzas tuvo para eso, solo lloraba y suplicaba por piedad, pero Jiang Cheng parecía sumido en las tinieblas de su propia furia, misma que hacia tiempo no se mostraba, su mente estaba en una niebla espesa, se sentía como en ese tiempo en el que estuvo en guerra, solo sabia pelear y nada mas, quería seguir golpeando lo que estaba debajo de el pero sintió como era jalado, su mente aun estaba brumosa, pero pudo ver un blanco tan puro como las nubes de un día tranquilo, siguió intentando descubrir quien era, quien lo estaba llevando de nuevo a la luz y pronto lo distinguió mas claramente, era su amado can y junto a este estaba Lan Qiren que lo sostenía de la cintura mientras lo retiraba, tardo un momento para que volviera a sus sentidos.
"Calma Jiang Wanyin" Fue lo único que dijo el mayor y fue como si el agua tibia se vertiera sobre de el, Báiyù de inmediato lamió su mano esto hizo que se tranquilizara mucho mas rápido.
"Lo siento maestro Qiren, lo he dejado ver una broma de mi mismo, pero lo que ellos dijeron..." No pudo terminar de decir nada, aun después de todos estos años aun dolía demasiado.
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LA MALDICION DEL JADE
FanfictionLa bondad y rectitud de una persona no siempre causa admiración, la mayoría de las veces provoca celos y envidia, no importa cuanto se esfuerce una persona, siempre habrá aquellos que con comentarios mordaces, murmurando entre las sombras y maldicie...