Recuerda que lo conocía desde hace mucho tiempo, podría decirse que casi desde que nació, cuando iba a la secta Lanling Jin a visitar a su antiguo hermano jurado A-Yao, tuvo algunas oportunidades de verlo, un pequeño bebe que lloraba por que extrañaba la presencia de su madre, solo escuchar su llanto le daba un sentimiento indescriptible de dolor y triste nostalgia, el sabia lo que era extrañar a una madre, esperar a que vuelva, desear ser abrazado nuevamente por ese cómodo calor, al menos el pudo ver a su madre, el conservaba en sus memorias momentos, el sonido de su voz, su dulce sonrisa y mas, pero el niño frente a el no pudo ver a ninguno de sus padres, jamas tendrá ningún recuerdo propio de ellos ¿Era esa una maldición o una bendición? El llanto del infante normalmente solo cesaba cuando el sueño lo vencía, siempre era lo mismo, lloraba tan intensamente que nadie soportaba estar con el, el incluso se llego a sentir incomodo, en ocasiones toco a Lièbīng para que el infante pudiera descansar un poco al igual que los demás, pero ese día...
Ese día había sido peor que otros el rostro del Joven maestro oscilaba entre el rojo y el morado, nadie podía calmarlo e incluso varias nodrizas se dieron por vencidas dejando el niño por su cuenta, incluso el, que siempre le habían dicho el mas paciente de todos estaba a punto de mentir para poder excusarse por no soportar mas el llanto, de pronto uno de los sirvientes llego a donde estaban y anuncio la llegada del Líder de secta Jiang, este llego poco después de ser anunciado su paso era firme, su cuerpo estaba recto y su cara tenia un marcado ceño fruncido mismo que solo pareció empeorar con el llanto del bebe, Lan Xichen se preguntaba a lo que venia en este momento ¿Que razón podría tener? Pero sus dudas fueron aclaradas cuando el recién llegado hablo.
"Vengo a llevarme a mi sobrino" No dijo nada mas, una sencilla oración, a pesar de que A-Yao el actual líder de esa secta le trato de dar razones para dejar a su sobrino donde estaba el líder Jiang no dio su brazo a torcer, el estaba empecinado en llevárselo.
"Ya he visto lo bien que lo han cuidado, dije que me lo llevare y eso haré, en primer lugar tengo ese derecho por ser su familiar directo, dime donde esta me lo llevare enseguida" El tono de su voz era bajo, mismo que indicaba que estaba a punto de estallar, no podía creer que en serio esta persona deseaba criar a un bebe, al menos en esta secta tenían los recursos para cuidar dignamente de el, justo como se suponía que debía ser tratado un futuro líder de secta, la secta Jiang por el contrario apenas estaba comenzando a reconstruirse sus recursos eran escasos, ademas estaba la personalidad del propio líder, un ser enloquecido por la venganza ¿Que puede enseñarle a un infante? Recuerdo que mire a Jin Guangyao esperando que se negara pero solo asintió.
"Ven conmigo" Fueron sus únicas palabras antes de levantarse para dirigirse al pasillo, yo de inmediato lo seguí, el llanto se hacia cada vez mas intenso, hasta que de pronto fuimos empujados a un lado por nuestro impaciente acompañante quien sin ninguna consideración o respeto abrió de par en par la puerta de la habitación que estaba frente a nosotros, ahí sin ningún tipo de compañía estaba un bebe de solo mese de nacido, su rostro se había coloreado ya de un tono purpura lo cual indicaba que llevaba mucho rato llorando, eso pareció enfurecer aun mas a el líder Jiang que con pisadas fuertes entro a la habitación no sin antes voltear levemente sobre su hombro solo para decir con saña.
"Veo lo bien que tratan a los herederos aquí, me llevare a mi sobrino no pienso dejarlo ni un momento mas en este lugar" Sin mas se acerco a la cuna, Jin Guangyao solo asintió y salio, no entendía como podía darle a una persona en esa condición a un niño ¿Que podría saber el de cuidar a un bebe? El solo sabia como pelear en una batalla, sus manos estaban cubiertas de sangre, mas que las de cualquier otro, nunca mostró amor o misericordia ¿como podría criarlo?
Estaba a punto de impedirle llevarse al joven amo Jin cuando me quede boquiabierto, justo en el momento en el que el líder Jiang tomo en brazos al pequeño niño comenzó a dejar de llorar, se aferro con sus pequeños puños a su ropa y comenzó a quedarse dormido, como si supiera que esa persona lo protegería, que al lado de ese hombre siempre estaría seguro, pero no termino ahí, mi shock inicial fue superado cuando vi una débil sonrisa formarse en el rostro de tan temible hombre y mecer suavemente al pequeño, aun cuando sus movimientos eran torpes denotando que era primerizo en eso, un suave susurro llego hasta mis oídos.
"Mi querido sobrino vamos a casa, aun cuando no sea un palacio como este, ese también es tu hogar, yo prometo protegerte y guiarte en todo el camino que pueda permanecer a tu lado" Sin mas beso la frente del pequeño que solo se apretó mas a su pecho, no quise interrumpir mas de lo que había hecho, cuando llegara a casa me aseguraría de tomar el castigo correspondiente por haber roto varias reglas de mi secta, sin mas deje ese lugar.
Aun ahora no logro sacarme de la cabeza esa hermosa imagen, este líder de secta, Jiang Wanyin es todo un misterio, tal vez nadie jamas se ha tomado el tiempo en resolver, quizás ni su propio hermano este enterado por completo de su personalidad...
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Aun no se había dado cuenta del todo pero en la fluctuación de sus recuerdos, dejo de nombrar a su antiguo hermano jurado como A-Yao al final solo había sido Jin Guangyao, a los ojos de cualquiera no seria nada pero para su corazón era un avance, solo tal vez estaba siendo capaz de sanar al menos un poco.
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LA MALDICION DEL JADE
Fiksi PenggemarLa bondad y rectitud de una persona no siempre causa admiración, la mayoría de las veces provoca celos y envidia, no importa cuanto se esfuerce una persona, siempre habrá aquellos que con comentarios mordaces, murmurando entre las sombras y maldicie...