Jiang Cheng se encontraba en su estudio, terminando algo de papeleo, lo mismo de siempre, algunos cadáveres por aquí, unos ghouls por allá, solo rutina, casi creía adivinar cada palabra escrita en los pergaminos, aun cuando era el mas temido de los lideres actuales, recibía muchas peticiones de ayuda, mas de las sectas que estaban subordinadas a la secta Yunmeng Jiang, había ocasiones en las que el trabajo era tal que no podía tener una noche de sueño decente, en otras aun cuando su trabajo no se extendía hasta muy profundo en la noche parecía que el sueño lo eludía, pero lo peor eran las pesadillas, había ocasiones en las que despertaba gritando, bañado en un sudor frió, con lagrimas corriendo por sus mejillas, eran tan reales para el, era como volver a vivir el mismo infierno una y otra vez, hoy por fin había terminado pero aun así no estaba tan ansioso por irse a descansar, salio de su estudio y deambulo por los pasillos, aquella vista siempre lograba calmarlo, se recargo en un pilar cercano viendo la belleza del lago repleto de lotos mismos que era iluminados por los rayos de la luna, aquella imagen era hermosa digna de una pintura, pero el no podía permanecer para siempre ahí parado, con renuencia se encamino hacia sus habitaciones, al llegar y abrir la puerta fue sorprendido por su inusual visitante, el can levanto de inmediato la cabeza que mantenía oculta por sus patas, levanto las orejas y presto especial atención al recién llegado.
"Estaba tan entretenido en mi trabajo que olvide que te deje solo aquí ¿Báiyù tienes hambre? Que pregunta tan estúpida, claro que tienes hambre no te he dado nada de comer desde esta mañana, espera un poco volveré con algo delicioso para ti" Jiang Cheng se despidió después de acariciar un poco al hermoso perro que ahora se encontraba en su cama.
"Estaría muy agradecido si me pudiera alimentar, al parecer este nuevo cuerpo no permite que practique la inedia así que por vergonzoso que parezca parece ser que necesito alimentos" El hermoso Báiyù se decía así mismo, algo avergonzado por el constante gruñido en su estomago.
Jiang Cheng en realidad no tardo mucho, trajo consigo algo de te para el y un plato con algo de comida para Báiyù, mismo que miro por un largo rato antes de atreverse a comer, después se quedaron ambos acurrucados en la cama, durmiendo cómodamente, con Jiang Cheng abrazado de Báiyù, esa noche las pesadillas de ambos quedaron al margen.
El nuevo día comenzaba a surgir por el horizonte, Báiyù despierta de inmediato y se sobresalta al verse aun abrazado se retira un poco y ve como el terrible demonio denominado Sandu Shengshou se ve tan tranquilo durmiendo sin ese ceño fruncido que normalmente carga, su túnica esta entre abierta dejando ver un poco de piel que pareciera porcelana, blanca y bien tonificada, su embelesamiento es tal que no se percata de que las largas pestañas de aquel hermoso ser durmiente aletean como dando indicios de que pronto despertara y como si leyera nuevamente sus pensamientos el hombre de ropas purpuras comienza a abrir perezosamente sus ojos, mostrando poco a poco unas hermosas gemas violetas, tan brillantes que parecieran contener mil estrellas en su interior, esa mirada comienza a salir del aturdimiento y enfocarse en el ser delante de el y embozando una dulce sonrisa le da los buenos días, el can no puede salir de su shock inicial, hasta que el mismo Jiang Cheng pasa su mano por su cabeza acariciándolo y depositando un beso en la frente.
"¿Q-q-q-que sucede aquí? Líder de secta Jiang, por favor compórtese, usted y yo jamas hemos tenido una relación, se que ahora soy un perro pero...por favor siga rascando ahí, ¡ah ah ah se siente muy bien! Digo, no soy un perro, bueno tal vez si lo parezco pero...sigo siendo el Líder de la secta Lan" Jiang Cheng esta muy divertido con las expresiones de este perro, pareciera que se debatiera entre dejarse acariciar o mantener su orgullo.
"Ja ja ja ja, eres tan lindo, pero debemos acabar con esto, debemos comenzar el día así que lo primero sera tomar un buen baño" Báiyù pareciera estar de acuerdo por que de inmediato mueve su cola de manera muy vigorosa.
"Pueden entrar" La voz de Jiang Cheng resuena en la habitación, sin rastro de esa hermosa risa que hasta el momento inundaba el lugar.
"Buen día Líder de secta" El sirviente se inclino haciendo la reverencia apropiada, mientras Jiang Cheng solo asiente con la cabeza, el baño se alista rápidamente volviéndolos a dejar solos como en un comienzo.
"Bien ya que esta listo es momento de bañarnos" Jiang Cheng comienza a quitar poco a poco sus prendas, cuando solo queda su túnica interior, desata su cabello el cual pocos han visto suelto, se voltea lentamente, de una manera sensual, elegante como si de un felino se tratara, Báiyù no puede apartar la mirada es realmente hermoso, la delgada túnica se encuentra abierta al frente dejando ver toda la linea que va desde su pecho hasta un poco mas debajo del ombligo, ya había visto un poco de piel expuesta antes pero nada se compara con esto, tal vez se esta volviendo mas desvergonzado con cada día que pasa, con muchas fuerza de voluntad logra desprenderse de aquella tentación, bajando la cabeza justo a tiempo para ver como en el suelo cae sus ropas interiores, espera que los dioses se compadezcan de compadezcan de el, siente como su alma esta a punto de la combustión, su corazón acelerado pareciera que pronto dejara su pecho, pero lo peor esta por venir, lo sabe al escucharlo.
"Báiyù, ven aquí debemos bañarnos rápido y para salir, ven" Báiyù no deseaba abrir los ojos, ya de por si se sentía un desvergonzado total.
"Bien como tu no vienes iré yo, pero te lo advierto de una vez, si no te bañas no te dejare volver a dormir en mi cama ¿Entendido?" Y sin mas fue a donde estaba cargando al enorme perro como si de un cachorro se tratase, Báiyù esperaba que nadie se diera cuenta nunca de lo que tuvo que pasar, seria muy vergonzoso.
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LA MALDICION DEL JADE
FanfictionLa bondad y rectitud de una persona no siempre causa admiración, la mayoría de las veces provoca celos y envidia, no importa cuanto se esfuerce una persona, siempre habrá aquellos que con comentarios mordaces, murmurando entre las sombras y maldicie...