LA MALDICION DEL JADE

Un poco de dolor

Ambos cuerpos se mantenían de la misma forma desde hacia ya tiempo, Báiyù no se atrevió a hacer ni el mas mínimo movimiento, no quería molestar al hombre que lo abrazaba tan desesperadamente ademas de que por primera vez desde su reclusión no se sintió incomodo de estar con alguien mas y por extraño que parezca, encontró un sentimiento cálido con el toque del otro líder, jamas fue como su hermano menor que rehuía del contacto ajeno pero debido a las reglas de su secta era algo que mantenían al mínimo, aun que debía aceptar que la suave respiración del otro comenzaba a causarle cosquillas en las orejas y aquí es donde descubrió que podía moverlas a voluntad, bueno tal vez no sea una maravilla para alguien mas pero para el que poco a poco comenzaba a adaptarse a su nuevo cuerpo era algo sorprendente, no solo su cola también sus orejas, esto era todo un acontecimiento, tan absorto estaba en su nuevo descubrimiento que no se dio cuenta que el hombre de mirada violácea no despegaba sus ojos de el, es mas comenzaba a dejar salir pequeños ruiditos, como si estuviera intentando contener la risa pero sin éxito, hasta que ya no pudo mas y rió a carcajadas llamando la atención del can.

"Ja ja ja ja no puedo creerlo ¿Por que estas tan asombrado por tus orejas? ¿Sabes? Siento como si no fueras un perro, eres demasiado inteligente" Su mirada se volvió intensa lo que le provoco un mal presentimiento a Báiyù, su nerviosismo lo llevo a hacer algo ilógico lamer la cara del líder Jiang, cuando se dio cuenta de lo que hacia se congelo, nunca en su vida creyó que haría algo así era tan vergonzoso, deseo ser tragado por la tierra, pero cuando una vez mas una risa rompió el silencio deseo ver esa cara que no sabia desde cuando se había vuelto su favorita, Jiang Cheng lo abrazo de nuevo y entre carcajadas hizo una declaración muy importante.

"Creo que estoy pensando de mas, tal vez sea el exceso de trabajo, al que por cierto debo regresar, se esta empezando acumular, debo investigar algunos casos de la secta Jin, los ataques de cadáveres feroces en la frontera y lo que le prometí a Wei wuxian, cierto, Wei Wuxian" El can vio como su semblante se volvía nostálgico, pareciera que estuviera recordando viejos tiempos, su mirada ausente, respiración lenta, el conocía a la perfección esa mirada, anhelo, por algo que nunca volverá, por mas que se intente recobrar, sintió la tristeza ajena a si que enterró su cabeza en el hueco entre su cuello y su hombro, como demostrando un poco de apoyo moral, el hombre de morado lo entendió de inmediato y volvió a abrazarlo.

"Gracias amigo, creo que me entiendes por eso digo que eres muy inteligente, sabes hoy vino alguien que fue un hermano marcial, bueno en realidad fue mas como un hermano real para mi aun cuando no compartiéramos sangre, el era mi hermano, pero...la guerra y la ambición cambio todo, perdimos todo, sigo pensando que fue su culpa pero...en ocasiones quiero pensar que el perdió mas, por que se le arrebataron una vez a sus padres, vago por las calles, paso hambre, frío, miedo, luego fue recogido por mi padre y se le dio la oportunidad de una nueva familia, mi familia y la volvió a perder, solo quede yo y no pude protegerlo, en su lugar el me protegió, sin decir una sola palabra, el muy idiota me dio su núcleo sin decir ni una palabra, solo para que no muriera junto a mi familia, pero..." Lagrimas se habían desbordado de sus ojos, aun cuando la vista era un tanto miserable, al mismo tiempo era tan hermosa ya que sus ojos parecían estrellas bordadas en el oscuro firmamento, nunca se tomo el tiempo de ver esos impactantes ojos violetas o mejor dicho seria en contra de las reglas de cortesía mirar demasiado a alguien a los ojos cuando esa persona no era ni pariente ni amante, incluso aun cuando se conocían por un tiempo no podía decirse que fueran amigos, pero ahora como un perro podía apreciar a Jiang Wanyin sin preocuparse de nada.

"¿Sabes? Si el me hubiera dicho lo que hizo por mi nada de lo que ocurrió habría sucedido, hubiéramos hecho las cosas juntos, claro que en parte por que me sentía obligado por el precioso regalo que me dio, pero podría haberlo utilizado de pretexto para seguir a su lado, tal vez aun estaríamos juntos, pero el hubiera no existe y aun cuando el no quisiera que me viera obligado a nada por tener su núcleo en mi pecho, pero ahora me siento incluso patético y un fracasado, por lo que solo puedo ayudarlo para reducir un poco la frustración" Báiyù no podía hacer nada mas que sentir admiración por este hombre aun cuando parezca un demonio lleva cargas tan pesadas sobre estos frágiles hombros, sin nadie que lo comprenda, al contrario de Jin guangyao el cual se atrevía a contarle su triste historia solo para que este bajara la guardia y lo ayudara en su crimen, tampoco era como el que solo por una traición se encerró del mundo, dejando su amada secta en manos de su tío y hermano, había sido un cobarde que cuando sintió la punta de la flecha se escondió, mientras el líder Jiang se puso frente a ella aun cuando su pecho fue perforado siguió caminando de frente, sin derramar lagrimas frente a nadie y construyendo una reputación que era temida y respetada al mismo tiempo, estaba seguro que Jiang Cheng no le había contado a nadie lo que guardaba en su pecho, ni las tristezas ni las alegrías, todo lo guardaba para el, al menos hasta hoy, donde un perro enorme le estaba sirviendo de pañuelo de lagrimas.