Soobin y tú, eran amigos desde hace varios meses. Ambos sabían que los sentimientos que tenían pasaban de una simple amistad, pero él tenía miedo de iniciar algo contigo, porque había quedado muy roto después de su última relación. Y tú, al ver que él no quería avanzar, te diste por vencida.
Decidiste eliminar tus sentimientos de amor hacia él, y tan solo ser lo que él quería. Una amiga.
Sus salidas de todos los fines de semana las cancelaste, porque sería difícil batallar contra tu propio corazón.
Hablabas con él de vez en cuando y una que otra vez lo veías. Te sentías triste, porque tú amor hacia él, era fuerte y te dolía alejarlo.
Por otro lado, él se sentía confundido por tu reciente cambio. ¿Había hecho algo mal? ¿Te sentías incómoda? Te extrañaba sin duda, porque todos los días hablaban y se quedaban hasta altas horas de la noche hablando por teléfono. No había hora en que no pensara en tí, hasta te miraba disimuladamente a la hora de almuerzo.
Sabía que tenía la culpa, por haberte besado ese día, por haber expresado sus sentimientos y también por haberse enamorado de ti. Se sentía fatal.
Pasaron los meses, y parecias estar bien. Su trato como amigos había progresado,ya no lo mirabas de la misma manera y habías empezado a salir con uno de tus compañeros de facultad. Porque tú amiga te dijo: "un clavo saca a otro clavo" pero nadie más que tú y ella lo sabían.
Hasta que un día, durante el almuerzo a tu muy buena amiga se le escapó un "deberías invitar a Minhyun" frente a tu grupo de amigos, dónde obviamente estaba Soobin.
Todos empezaron a preguntar sobre ese tal Minhyun. Tu estabas avergonzada, pero no lo podías negar. Hasta que, de nuevo, tu amiga metió la pata.
—Es el chico con el que está saliendo—
Le metiste un buen puñado de papas en la boca. Mientras intentabas no perder la cabeza.
Varios de tus amigos te empezaron a molestar y uno que otro lucía confundido, y bueno, él, que no tenía ninguna expresión en su rostro y solo sorbía su jugo.
—Supongo que no le interesa— dijiste para ti misma.
Por otro lado, Soobin estaba alterado, tan pronto salió de la cafetería se sentó en una de las bancas del campus y empezó a jalar su cabello. Se sentía muy mal, y el miedo recorría sus venas. El miedo de que en serio hayas dejado de sentir algo por él.
Después de su última clase decidió averiguar todo con su amigo Taehyun, quien conocía a cada uno de los chicos de la facultad dónde estudiabas.
—¿Algún problema, Choi?—
—Necesito que me digas, quien es Minhyun—
—Vaya, vaya. Creí que habías sido claro con tus sentimientos y con respecto a ella.
—¿Me vas a ayudar o no?—
—No lo mereces, porque dejaste ir a alguien que encajaba perfectamente contigo solo por miedo—
—Ya cállate y ayúdame—
_¡Cuánta agresividad! pero, está bien—ambos caminaron hacia la cafetería.
Entonces Taehyun empezó a soltar toda la información sobre el susodicho.
¿Cómo podría competir contra él? Capitán del equipo de fútbol, uno de los mejores de la universidad y por supuesto, era extremadamente guapo.
—Amigo, ya la perdiste_dijo para rematar.
Soobin se sentía muy inseguro, y cada vez la idea de que ya no los quisieras le aterraría más.
Ese temor fue lo que lo impulsó a por fin darse cuenta que no se podía dar el lujo de perderte. Al día siguiente, por la tarde fue a tu casa, dispuesto a confesarte sus sentimientos otra vez pero esta vez 100% seguro que te quería en su vida, para amarte.
Esperó durante toda la tarde, afuera de tu edificio. Te escribió mil textos, que tú no habías visto porque estabas en un cita con Minhyun.
Él era una persona muy agradable y carismática, y su belleza sobrepasaba los niveles más altos. Además de eso, él era todo un caballero, que siempre te acompañaba hasta tu casa para asegurarse de que llegarás a salvo.
Llegaron a la entrada de tu edificio, y se despidieron. Estabas muy agradecida de conocer a alguien tan genial como él. Pero antes de dar su último adiós, este se acercó a ti y dejó un casto beso en tu mejilla. Acto que provocó que te sonrojaras y que en él se forme una muy linda sonrisa.
—¡Gracias por todo!— dijo mientras caminaba hacia atrás y se despedía.
Te pareció muy lindo de su parte, mientras buscabas tus llaves, una gran silueta se acercó a tí. Era nada más y nada menos que aquel chico por el que habías sufrido meses atrás.
—Soobin, ¿qué hac...—
Este tan pronto escuchó su nombre, te abrazó.
—Lo siento mucho, en verdad—
—¿De qué hablas?—
—Por haberte hecho esperar tanto. De verdad soy un tonto—
Tu cabeza era un lío, ¿ qué estaba pasando ahora mismo?
—Me gustas, me gustas muchísimo más allá de mis límites, y todo este tiempo me arrepentí de no haber aprovechado nuestro momento—
—Soobin, yo...—
—No digas nada—con sus suaves manos acarició mi rostro.—Por favor, vuelve a quererme. Esta vez, está vez no te dejaré ir.
El sonido de tus llaves chocando contra el piso te hizo entrar en razón.
¿Qué era exactamente lo que sentías?
Los latidos de tu corazón y los de él no te dejaban pensar.
Nunca viste a Minhyun como posible pareja, porque solo lo veías como un amigo. Pero con Soobin era diferente, y por más que construiste una coraza para almacenar tus sentimientos, no tenías duda que te seguía gustando. Sin embargo, no pensabas dejarle todo tan fácil, porque saliste muy herida debido a su inseguridad y aún más con aquel beso que se dieron en una salida.
Él te miraba con detalle, parecía que lloraría en cualquier momento, sus ojos brillaban como los de un cachorro.
—Lo voy a pensar— soltaste con una leve sonrisa.
A lo que él respondió con una grande sonrisa y un beso en la coronilla de tu cabeza.
Tal vez su historia de amor se vio puesta a prueba, pero sabías que todo había valido la pena. Y agradecidas mucho, que tus amigos hayan planeado todo eso para que él pudiese darse la oportunidad de amar se nuevo.
Ninguno de ustedes dos lo sabía, pero sus amigos ayudaron un poco MUCHO a que sean felices.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
