Pequeñas notas de papel

capitulo 5

–Ni de coña  –me negué rotundamente.

–Oh vamos, si solo es un tunelcito... –me seguía insistiendo él.

–¿Un tunelcito?¿Enserio?

Jake me llevo a un lugar apartado de la cuidad. A unas cuevas sombrías, que, dentro de estas, se encontraban pequeñas aberturas profundas. Como túneles subterráneos. La verdad, es que no traería a nadie aquí, si no quisiera verle muyy asustado.

–Bueno, puede que parezca un poco asustadizo, pero hazme caso, te llevarás una sorpresa una vez dentro.

–¿Que vamos a descubrir fantasmas? ¿Que somos ahora? ¿Scooby Doo?

–Primero. no se que es eso de Scooby Doo, ¿un insulto o algo?. La tuya por si acaso, y segundo, hasta que admitas que te traigo loquita, solo somos amigos. Por ahora.

Decidí omitir lo segundo que había dicho, más me centre mucho en lo primero.

–¿Perdón? No me digas que nunca has visto esa serie ¡Si es mi infancia entera! A decir verdad creo q Daphne se debería haber quedado con el perro por que...

–Pero, pero ¿quien es Daphne? y ¿como se va a quedar con un perro? ¿estas loca?

Bufé ruidosamente para que se diese cuenta de cuanto me había sorprendido, que no se hubiese visto esa serie. ¡Ni si quiera las pelis!

–Déjalo, no pienso entrar hay, y punto.

–Tú lo has querido.. –dijo con un tono maligno en la voz.

–¿Como que yo qu...? AHHHH ¡SUÉLTAME!

El idiota me cogió de los muslos, para después subirme a su hombro.

¿Muy típico no?

Me retorcí, le pegué en la espalda, me moví todo lo que puede, pero, nada funcionó.

Justo cuando pensé que nunca me soltaria, noté como mis pies tocaban tierra.

¡Lo mato!

–¿TÚ ERES TONTO?

–No, soy tu amigo, por ahora.

–ME PODRÍA HABER MATADO

–Pero no lo has hecho. Ahora que a quedado todo zanjado, disfruta de las vistas –con un gesto de mano, me cito a mirar detrás de mi. Antes de hacerlo le eche una mirada de pocos amigos, y por fin me di la vuelta.

Creo que mi mandíbula se me descoloco, de lo abierta que la tenia. ¡Que maravilla!.

A donde Jake me llevo –mas bien arrastro –era una especie de lago subterráneo, como una laguna. Una laguna tan cristalina, que las pequeñas piedras del fondo se veían, y también se podía apreciar el reflejo de las estalactitas, formadas por la acumulación de agua a lo largo de los años.

–¡Joder!

–No digas palabrotas, Brooke – le di, si se puede llamar así, un puñetazo en el hombro.

–Te lo debía, por idiota

–Bueno...¿que te parece? –preguntó después de unos segundos.