capitulo 6

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–Es tan romántico.. –susurro Maia, en medio de un suspiro.

–Si por romántico te refieres a idiota, si, es romántico.

–¡Te llevó a su lugar secreto! ¿Quién es tan tonto para no darse cuenta de las señales?

–¿Pero que señales? Si lo único que hizo fue empujarme a la laguna esa, y casi-ahogarme.

Maia bufo de nuevo ruidosamente.

Si, de nuevo por que, llevábamos media hora juntas, y había bufado como quince veces.

–¿Es que no lo quieres ver? ¡Está colado por ti!

–Pero si me conoce de dos dias, ¿como va a estar colado por mi?

»Lógicamente solo lo hace para molestarme, ¿por que, sabes que? Si, señores, es Jake Anderson. El chico más frío y a la vez más popular de todo el instituto.

–¿Y que más da?

–¿No me has oído? Ese ser es tan frío, que no puede ser capaz de amar a alguien.

–Pero aquí hablamos de atraer no de amar.

–Que no Maia, no seas pesada. Es solo por molestar y ya –dije finalizando la conversación, para después pegarle un bocado a mi hamburguesa del Mcdonals.

Maia, desde que tengo memoria ha sido mi mejor amiga. Siempre estuvo ahí para todo. La primera vez que me vino Andrés, o cuando me ayudo a ponerme un tampon, mi primer rechazo, y casi todas las locuras que recuerdo, son a su lado.

Ella es alguien increíble.

Con ella puedes ser divertida, sarcástica, fría, e incluso pervertida al mismo tiempo. Por que ella, también lo es.

Aunque muchas veces tuve problemas con mis padres, por sus audios de "banana" o los de "acabo de ver a un niño con un culo tremendo" .

Si, asi de pervertida es mi amiga.

–Buenoo, ¿y que tienes pensado para este finde? –preguntó, cambio de tema drásticamente. A lo que yo se lo dejé pasar, por qué no tenía ganas de seguir hablando del mismo.

–Mhm, no se. Pero nada de emborracharse, que luego siempre me potas encima.

–¿Yo? –se llevó una mano al pecho dramáticamente –Pero si yo tengo el mejor aguante de todo el condado.

–Síí, eso díselo a los cientos de vídeos que tengo a guardados en mi galería.

–Capulla.

–Me amas igual.

–Algún día borrare esos vídeos de tu galería.

–¿El día que no te emborraches, quizás?

–¿Porqué el día que no me emborrache?

Vale, era increíble pero tonta. Anotadlo.

–Por qué ese día yo me emborracharé y tú podrás coger mi móvil a mi antojo.

–Mhm, buen plan...¿te emborrachas este finde?

–No.

–Mira no quería recurrir a esto. Hay una fiesta en casa de los Beck, y sí, por si te lo preguntas; te voy a obligar a ir.

Y al mencionar lo de la fiesta, recordé el acuerdo con Jake, y que el muy capullo no me dijo nada.

Capullo.

–No creo que tenga nada que ponerme –murmure, más para mi misma que para ella.

–¿Y desde cuando eso ha sido un problema? Tengo un vestido, que seguro te queda genial, así que como em pongas mas excusas mueres.

–¿Y si simplemente no quiero ir?

–Pues te secuestrare y te obligaré.

–Que buen plan –comente sarcásticamente.

–Mis planes siempre son los mejores.

–¿Como aquella vez que querías ir al lago del bosque, y nos perdimos? Uff, si buenísimos.

–Es que Google maps no estaba actualizado, no fue mi culpa.

–¿Sabes que no está actualizada? Tu cabeza, vete a dormir haber si para mañana a mejorado.

Viti i dirmir hibir si piri miñini i mijiridi –me imitó, medio divertida media molesta.

–Venga, zarpa.

Vingi, zirpi.

–¿Puedes parar?

–¿Pidis pirir? –me imitó de nuevo, aunque esta vez decidí quedarme callada, para que se diese cuenta de que me empezaba a cabrear, bastante –Esta bienn, aburridaa. Mañana a las once estoy en tu puerta, más te vale ponerte la alarma.

–¿Para que vas a venir a mi casa?

–Para poder maquillarnos y tú probarte el vestido, adioss te quiero –y antes de que pudiera decir nada más, colgó

Después de nuestra pequeña conversación, resignada todavía por la idea de ir a una fiesta, cogí unas escaleras y me acerqué al armario.

Hacía bastante tiempo –rectifico, desde que a Jake le dio por ser mi amigo –que no las leía.

No leía las notas.

Así que mientras intentaba no caerme de encima de la escalera, retire las sábanas de verano y cogí la pequeña caja del fondo.

Pequeña pero sentimental.

Poco a poco fui sacando el contenido de dentro, y depositándolo en la cama. Cuando ya estuvo todo sacado cogí una nota al azar, y la leí mentalmente.

"En las noches claras,
resuelvo el problema de la soledad del ser.
Invito a la luna y con mi sombra somos tres."

Pd: contigo podríamos ser cuatro.

A.

Sentí como al leerlo todo mi cuerpo se relajaba, y cuando termine de releerla de nuevo cogí la siguiente y la desdoble.

"Como soy reina y fui mendiga, ahora
vivo en puro temblor de que me dejes,
y te pregunto, pálida, a cada hora:
«¿Estás conmigo aún? ¡Ay, no te alejes!»
Quisiera hacer las marchas sonriendo
y confiando ahora que has venido;
pero hasta en el dormir estoy temiendo
y pregunto entre sueños: «¿No te has ido?»"

La pregunta es; ¿estarás alguna vez?

A.

Después de esa, leí cinco más, hasta que sentí como mis ojos se cerraban por el sueño.

Pero aún con un sueño arrasador, fui consciente de que antes de quedarme dormida, un pensamiento me azotó la mente.

¿Dejarás que te vea alguna vez, anónimo?

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⏰ Última actualización: Apr 14, 2021 ⏰

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