Acaba el verano , volvemos a la rutina. Primera semana, segunda semana , en la tercera mis pensamientos chocaban tanto entre sí como aquellos coches de choque en los que me montaba de pequeña. Uno de los coches se choco de repente, se estampó, contra algo que parecía ser una pared en la que había escrito "no puedes tragar mas, te vas ahogar" .
Entonces la piscina parecía estar llena, el vaso apunto de derramarse si caía una gota mas, inconscientemente, active modo supervivencia. Así es como lo llamo yo.
El modo supervivencia era pausar , hacer un paréntesis en mi vida porque si me ocurría algo más, aunque fuese lo mas mínimo, ese vaso se iba a derramar. Dejo de ir al cole, con lo cual muchas peleas entre mis padres y yo, ¿que te pasa? ¿porque no quieres ir así de repente? "vístete te llevo hoy", era de las frases que mas me angustiaron este mes. Me escape, corrí bajo la lluvia como si estuviese en una película, era un mar de lagrimas y la lluvia lo que me dejaron tiritando en el campo.
El pelo mojado mezclándose con mis lágrimas , mi angustia haciéndome correr sin saber a dónde, dejando mis converse totalmente mojadas.
Ellos no entendían como de repente mi careta de niña sonriente se había cambiado por una que no sale de la habitación , que se escapa , no estudia, no cumple nada que tendría que hacer, como he dicho esa careta se cayo, y activo el modo supervivencia.
De alguna manera, no podía sostener más esa careta , pesaba muchísimo mas que al principio.
Yo no era consciente de esta careta que yo misma me ponía , y el gran tiempo que llevaba con ella, entonces todo empezó a encajar en mi cabeza poco a poco , aun era una pista de coches de choques, pero los choques parecían ser mas claros, empezaban a encajar.
Así me di cuenta que no estaba bien , que llorar toda las noches no es algo que las niñas de mi edad hacen , que el dolor en el pecho por las noches no era algo sin importancia, que el " no me pasa nada es lo normal" no lo era, no le daba importancia a todos los carteles de "cuidado te vas a ahogar " que tenía delante y que mi mente me mandaba con esos dolores físicos en el pecho y mentales como coches de choque.
Me estaba hundiendo en ese vaso que al principio parecía tan pequeño pero que día tras día , noche tras noche, se hacía más grande.
Al hacerse grande la tristeza que no había querido enseñar, que llevaba debajo de esa careta , salió y me invadió, me perdí a mí misma , perdí como yo era, mi forma de sonreir, mi forma de querer , mi forma de comer. Sí de comer. Se me fue el hambre y inconscientemente comencé a comer 3 manzanas al día ni una mas pero si era alguna menos mejor.
Poco a poco mi angustia se colocó cada vez mas en la comida pero no era todavía nada exagerado como después en los meses empezó a serlo.
Mi madre se dio cuenta que era imposible llevarme al colegio , mi abuela me lo suplicaba, "ve no puedes perder el curso" "conéctate hazlo online al menos" " no puedes ser como todas y ir al cole" " vístete y vamos venga " " entrega lo de química " lo mas importante era no repetir , no suspender y sobretodo ir .
Yo me conectaba online hacia lo que podía pero yo me daba cuenta que no estaba pudiendo, que esos coches de choques ya eran insoportables, pero igual de insoportable era ver a mi abuela llorar , a mi madre angustiada así que seguí intentándolo.
Un día estaba en una clase , la profesora no apago su micro y la oí, "nada hija aquí estoy con la niña esta que no viene porque no quiere" lo sé no es para tanto pero la primera gota cayo sobre el vaso y se derramo.
Mi madre decidió buscarme una psicólogo lo cual a mi me parecía perfecto, comienzo a ir y adivinad que, "tienes que unirte a las clases" " tienes que levantarte de la cama" " come" se que hacia su trabajo pero mi madre se dio cuenta que yo por mucho que estuviese intentando hacer todas esas cosas no las conseguía.
Las cosas mas simples me resultaban un esfuerzo gigante, las noches eran lo peor, cuando sentía todo ese maratón de miles de horas que había recorrido, el dolor de mi muñeca , sentir arder mis venas, los labios temblar sin poder controlarlos, no dormir era para mi algo normal.
El estar en casa pero sentirme en otro sitio, sola, vacío es lo único que sentía. Tantas cosas rodaban por mi cabeza que ni siquiera me dejaban descansar.
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Año sabático
Ficção AdolescenteAño sabático Los dedos , los dedos me temblaban, apenas podía darle bien a cada tecla, la muñeca me quemaba, ¿porque no me dolía la herida que el metal hacia sobre mi brazo? nada, eso sentía, eso hacía y eso sabia, nada, vacío no sentir la sangre co...