LSD

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—No te irás de aquí hasta que sepa quien eres realmente y qué demonios haces aquí— dice con un café en su mano derecha

Comencé a hiperventilar. Mantenía su mandíbula presionada y la vista en el hombre quien la miraba igualmente, como inspeccionando cada movimiento.

Tomo una carpeta que le estaba dando la señora que me suministraba medicamentos en el sanatorio— Veo que... Aquí habla de tu madre ¿Me dices algo referente a ella?

—Usted no es psicólogo— comenté

—¿Quién es Claudia?

—Mi madre— dice encogiéndose de hombros

Él voltea a ver a la enfermera— Su madre la maltrataba— susurró

Él voltea a verme con una sonrisa en su cara— ¿Te maltrataba?

Me tense y él lo notó— No es su asunto

—¿Por eso está aquí en Dallas y no en Rusia?

—Que no soy rusa

Golpeó la mesa—Si no respondes, buscaré hasta debajo de las piedras a tu madre para poder encerrarlas juntas

__ cerró los ojos , tomó aire y al abrirlos sus ojos estaban de color amarillo radiante, como dorado. él lugar comenzó a temblar y el hombre de apoco comenzó a verse como una calavera. Ella le estaba succionando toda su energía, su vida.

La enfermera apareció por detrás tapándole la cara con un pañuelo. ___ le dió un golpe y la arrojó encima de la mesa de metal, quebrando en su espalda un vaso con agua que estaba arriba.

Sin embargo, otra apareció clavándole una aguja con un liquido que servía de tranquilizante, como lo que le inyectaban a Diego cuando se ponía intenso con lo de Kennedy en el sanatorio

—NO—gritó. Las cosas seguían temblando y el hombre intentaba hablar, pero solo emitía pequeños gritos ahogados

Poco a poco __ comenzó a sentir como su visión se iba y su cuerpo se relajaba. Su mente gritaba para que no cediera, pero terminó haciéndolo. Era imposible no caer dormida con la cantidad de sedante que le habían puesto

El hombre tomó una bocanada de aire y acomodó su corbata—Maldición

—Debemos usar la silla, señor— habla la enfermera levantándose del suelo adolorida

Él asiente—Busquen todo y prepárense

—Despierta ___— canturrea con una sonrisa sarcástica en su rostro

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—Despierta ___— canturrea con una sonrisa sarcástica en su rostro

__ movía sus cabezas de lado a lado despertandose. Se sobresaltó al ver que estaba en la silla amarrada de manos y pies. En sus pies había una bandeja de metal conectada a unas grandes pinzas que conectaban a una máquina

—¿Que demonios me hacen?— pregunta con la respiración algo agitada. Intentó inclinarse hacia adelante pero en su cabeza también había una atadura

ManiacDonde viven las historias. Descúbrelo ahora