Me desperté a las 8:30 de la mañana para arreglarme y tomar desayuno, ya que mis clases empezaban a las 9:00 a.m.
¡¿Pero a quien quiero engañar?! Todos aquí sabemos que eso solamente es una expectativa de lo que hubiera pasado si yo y mis neuronas hubiéramos puesto la alarma, pero como ese no fue el caso me encuentro corriendo hacia mi salón de clases mientras me termino mi café, que ironía cualquiera pensaría que el profesor sería el primero en llegar pero para mi sorpresa cuando llego al salón no hay rastros de la existencia del susodicho así que me tomo un par de respiraciones profundas para calmar mi pulso y me dirijo al primer asiento vacío que encuentro en mi radar, cerca de las 10 a.m. el profesor hace acto de su maravillosa presencia disculpándose por la tardanza, deja su maletín en el escritorio, se presenta rápidamente y nos da una breve introducción de lo que aprenderemos este semestre, mientras el profesor explica anoto en una libreta todo lo que considero importante (fechas de exámenes, trabajos temarios y etc…) después de media hora el profesor da tiempo libre para que nos presentemos, conozcamos y nos acostumbremos al entorno que nos rodea.
Yo en mi caso no tengo interés en entablar una conversación con nadie, con sus nombres es suficiente así que me pongo los audífonos para escuchar música a un volumen moderado y me adentro en mi mundo mientras saco el nuevo libro de Megan Maxwell “¿A que estas esperando?” y continuar el capítulo que estaba leyendo anoche antes de quedarme dormida.
Estaba tan centrada en mi burbuja literaria que a penas me di cuenta cuando termino la clase, pero como mi libro estaba más interesante me quede en el salón leyendo hasta que empezó la siguiente clase y así con el resto de ellas, hasta que la jornada termino y volví a mi casa no sin antes pasar al Mc Donals a comprar un helado para comer en el camino, porque sí, para mí el helado es sagrado y eso no se discute siempre he dicho que la clave para terminar el día de la mejor forma es comprar un helado y disfrutar cada bocado que pedas darle antes de que se derrita o le pase
alguna tragedia, un poco exagerado lo sé, pero de no serlo dejaría de ser yo misma y eso es algo que jamás pasara.
Al llegar a casa me recibe mi mama emocionada por saber cómo me fue en mi primer día de universidad y sin pelos en la lengua le relato absolutamente todo lo que paso en mi primer día mientras que ella me escucha atenta de cada una de mis palabras, al terminar mi relato lo único que me dice es: “kian cariño, eres una hermosa persona debes ser más abierta o estarás sola todo el año sin amigas/os” así que le dedico una pequeña sonrisa y le digo que lo intentare, aunque no prometo nada. Mientras camino hacia el comedor escucho los chismes que mi mama escucho hoy cuando conversaba con las vecinas, hablo y ayudo a mama durante la tarde hasta que me da sueño y me voy a cuarto con la mágica idea de dormir, pero no sin antes poner la alarma por qué no siempre contare con la suerte de hoy
Me sorprendo al escuchar una notificación que indica que me llego un mensaje de alguna app, como buena cotilla reviso mi celular, pero no tengo notificaciones en la bandeja de entrada y sacada de lugar busco en objeto de donde proviene aquel sonido, a los minutos me doy cuenta que el celular de Theo está bajo mi almohada y suena cada 20 segundos (valla, parece que mi hermanito está bien solicitado últimamente; quien lo diría) antes de que pueda revisar el celular Theo aparece por mi puerta me sonríe y rápidamente toma su celular antes de salir disparado a su cuarto se voltea y me dice “eres demasiado inocente para leer esta clase de mensajes” yo solo lo miro sin dar crédito a lo que acaba de decir y a los segundos suelto una fuerte carcajada “ay hermanito si tan solo mirara mi biblioteca de wattpad no pensarías eso de mi” con ese pensamiento me acuesto en mi cama para que solo en cuestión de segundo caiga en brazos de Morfeo profundamente.
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mi propia historia
Teen Fiction¿Cómo puedo empezar a contar mi historia? Es una pregunta que ronda mi mente últimamente y para serles sincera no tengo ni la mínima idea; muchas personas empezarían por contar la historia de su primer amor o la de como conocieron a su pareja actual...