Me pase la semana siguiente intentando evitar ares, lo cual fue malditamente difícil ya que de una forma extremadamente literal aparecía cada que doblaba en una esquina (si queridos lectores mis planes siempre venían y volvían del infierno) y como cualquier persona razonable (según yo) me escondí el resto de los días en la biblioteca y le agradecí a todos los dioses existentes que ares no conociera la biblioteca tanto como yo, porque desde mi escondite lo vi y escuche gritar mi nombre unas 20 o 25 veces, también lo vi hablar con rose sobre mi unas 9 veces pero al ver que ella no le decía nada desistió en su intento número 10 y continuo tratando de encontrarme aunque le fue en vano.
Tenía que admitirlo era un chico persistente pero no quiero lidiar con esto otra vez, no necesito la actitud de un aficionado por mi hermano recordándome que por cada paso que doy tengo que lidiar con el hecho de que si el mundo se entera de que soy la hermana de Theo mi mundo no volverá a ser como antes sin mencionar que me volvería el centro de atención y el resto de personas que aún no se acercan a mí por interés lo harán (Pero como dije antes mis planes van y vuelven del infierno cuanto menos los necesito)
Y como si el universo conspirara a mi favor (nótese el sarcasmo) por estar sumida en mi mundo me choco con única persona que quería ignorar por resto de la semana si fuera posible
- Hola, hasta que te encuentro – dijo esa voz que reconocí en al instante
- Amm, si jaja – dije un poco incomoda – bueno fue un gusto verte, pero me tengo que ir, así que… adiós – dije mientras empezaba a caminar a la velocidad de un rayo porque no quería tener esta conversación por lo menos no hoy; pero como todos mis intentos de escape son un fracaso ares logra tomarme como si de un saco de papas se tratara
- Ares más te vale que me bajes o te juro que te vas a quedar sin hijos – dije de la forma más amenazadora que pude
- Para que vuelvas a escapar de mí? No gracias, prefiero quedarme sin hijos antes de darte la oportunidad de escapar sin dejarme decir ni una palabra – dijo son una seguridad que hasta a mí me sorprendió
- Buen punto - dije dándole la razón – por lo menos me dirás a donde me llevas?, empiezo a sospechar que me estas secuestrando
Soltó una pequeña risa antes de hablar – si te lo digo, ¿prometes no correr o esconderte de mí? – pregunto mirándome seriamente
- Si con eso consigo que me bajes – dije en un encogimiento de hombros – está bien tú ganas, prometo no correr o esconderme de ti
- Muy bien, te llevo a nuestra cita pendiente – dijo dándome una sonrisa inocente
- ¿Qué? – dije medio aturdida por lo que acababa de escuchar – no vas a preguntar nada sobre mi hermano??
- Nop, por lo que pude darme cuenta no te gusta ser el centro de atención y te desagrada el hecho de que las personas se acerquen a ti por su causa – dijo mientras me tomaba de la mano mientras caminaba – entonces que dices ¿Mc Donnals o PJyD? – me pregunto como si fuera la cosa más importante del mundo
- voy a ignorar el hecho de que te tomaste el tiempo de hacer un perfil sobre mí y yo digo que Mc Donnals – dije tranquilamente mientras trataba de ignorar el hecho de que entrelazaba sus dedos con los míos para afirmar su agarre
- Buena elección – dijo dándome una sonrisa de lado la cual le devolví mientras me subía a su auto y miraba el trayecto por la ventana
- Ohh es lindo – dijo una voz dentro de mi cabeza – kian tenemos que admitir que tiene una sonrisa malditamente sexy – volvió a hablar la voz a la cual llame Mila
- Mila cállate, no quiero parecer un tomate otra vez por tú culpa – dije respondiendo a la vocecita
- Debes aceptar que este chico esta malditamente bueno – dijo de nuevo y sentí la sangre subir a mis mejillas por la pelea con mi conciencia
La voz de ares me trajo de vuelta al mundo real dejando una pelea inconclusa que terminaría más tarde
- Kian - me llamo con una sonrisa – te has puesto como tomatito otra vez, ¿en qué piensas tanto? – pregunto con una pequeña sonrisa
- Ahh, no es nada tranquilo – dije mientras me tapaba la cara con las manos para evitar que me viera
- Sabes que te vez jodidamente tierna cuando haces eso no? – pregunto con una sonrisa juguetona en su rostro, logrando que me pusiera aún más roja que antes
- Oh ya cállate – dije avergonzada volviéndome a tapar la cara provocando que soltara una risotada que estoy segura se escuchó hasta china
- Eso quieres? - pregunto y yo asentí - entonces acércate y cállame tu misma – dijo con una gran sonrisa en su rostro, provocando que mis nervios salieran a flote
- Oh, mira ya llegamos - dije mientras me bajaba del auto y corría al Mc Donnals como alma que lleva al diablo, lamentablemente no habían mesas disponibles para sentarse así que mientras se desocupaba una hice la fila para pedir la orden y al mismo tiempo trataba de regular mi respiración
- No puedes evitar esto por mucho tiempo kian – dijo lentamente una voz detrás de mí, Logrando que se me pusiera la piel de gallina
- Si, pues lo evitare todo lo que pueda – dije segura – además a penas te conozco hace una semana y solo he hablado contigo unas 3 veces – le recordé con seguridad
- Ah, eso te recuerdo que tú eres la que me evito toda la semana – dijo mirándome con una mirada retadora – además aun no me dices donde te metiste toda la semana básicamente recorrí la universidad buscándote y no te encontré en ninguna parte
- Buscaste en la biblioteca? – pregunte, aunque ya sabía la respuesta y el asintió – pues de haber sobornado a rose con chocolates ella misma te lo hubiera dicho, aunque he de admitir que me hizo mucha gracia el hecho de que te perdieras una y otra vez por los pasillos gritando mi nombre sin parar – dije con una pisca de burla en mi voz
- Así que me escuchaste y no fuiste en busca de mi rescate – dijo con una falsa voz de indignación
- Bueno, bueno ¿me perdonas? – dije con una sonrisa
- Te perdono, pero quiero un beso – dijo haciendo un puchero y poniendo los ojos del gato con botas
- Bueno, acércate – le dije mientras el cerraba los ojos y le di un suave beso en la mejilla provocando que abriera los ojos
- Oye no se vale – dijo mientras volvía a mirarme con cara de perrito triste
- Tu dijiste que querías un beso – dije tranquila mente – pero nunca especificaste en donde
- Eres mala, aunque tienes un buen punto – dijo mientras esperábamos la orden – creo que en un futuro tendré que ser más específico – dijo rascándose la nuca, yo solo asentí mientras soltaba una pequeña risa
Luego de comer con ares fuimos al mall para comprar un regalo para mi madre que cumplía años la próxima semana, literalmente recorrimos unas 20 tiendas hasta encontrar una preciosa cadena con una medalla que termine comprando junto con una blusa, cuando ares vio que caminaba hacia la parada del bus me pregunto que estaba haciendo y yo le dije que esperaba el bus para irme a casa a lo que el negó diciendo que si él había traído hasta aquí, el mismo me llevaría a casa y sin darme la oportunidad de negarme a lo que estaba diciendo le todo de la mano y empezó a caminar en dirección a su auto.
Al llegar a casa ares me dijo que mañana pasaría por mí a las 9:45 de la mañana para que no llegáramos tarde a clase y por más que le insistí en que eso no era necesario dijo que de una u otra forma pasaría por mí, así que le di mi número para que me llamara cuando este afuera de mi casa y me despedí de el con un pequeño abrazo.
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mi propia historia
Teen Fiction¿Cómo puedo empezar a contar mi historia? Es una pregunta que ronda mi mente últimamente y para serles sincera no tengo ni la mínima idea; muchas personas empezarían por contar la historia de su primer amor o la de como conocieron a su pareja actual...