capítulo veinticinco

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Ahora pensando todo con más claridad, creo que en realidad yo no estaba molesto con ninguno de ustedes dos.

Y es que sé que soy una mierda de amigo, debía aceptar que perdí, claro que soy un mal perdedor y en vez de poder sonreír y pensar «No me importa si él no está conmigo, mientras esté feliz con su hermosa novia yo estaré bien».

Solamente pensaba en lo mucho que desearía ser como ella, en lo mucho que desearía que te hubieras fijado en mi, en todos los malditos defectos que ella y yo teníamos en común pero que mientras a ella solamente la hacían más hermosa y radiante a mi solo me convertían en un ser más asqueroso, y es que maldición. No te imaginas todo el puto dolor que fue tenerlos que ver a ustedes dos juntos y actuar como que no dolía.

Dolía, dolía demasiado porque yo quería todo eso contigo pero tú no eras para mí. Y tarde o temprano tenía que aceptarlo. Pero, por un día, por un solo jodido día, pude escapar de ustedes dos sin tener que fingir alegría por su relación.

Y ese día fue la primera vez que la vi usar tu suéter de poliéster color negro, con unas pantis de color turquesa y un par de medias con franjas.

Ella veía televisión y tú la veías a ella, como siempre deseé que me vieras a mi.

Por eso fue que salí corriendo ese día.

Heather  - J.JKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora